sábado, 13 de abril de 2019

JOSEP GUINOVART



           Josep Guinovart - La realidad transformada



 

La creatividad "desbordante" de Josep Guinovart es la protagonista de la exposición "La realidad transformada", primera muestra de carácter retrospectivo del artista desde su muerte, en diciembre de 2007, y con la que se culmina el Año Guinovart.
 
La hija del pintor, Maria, ha explicado este jueves que todos los que han colaborado en su montaje han "jugado a ser Guino", mientras que el comisario, Llucià Homs, ha aseverado que se trata de una muestra de unas ochenta obras, desde sus inicios hasta el año 2000, que enlaza con las que se organizaron en la Tecla Sala y la Pedrera, en vida del artista y en las que participó activamente.
 
Para Homs, quien se acerque hasta el mes de mayo al Espai Volart de la Fundación Vila Casas en Barcelona podrá ver la "suma de la grandeza y la originalidad del gran alquimista que fue Guino", con algunas de las piezas más significativas de sus diferentes etapas, con "nuevas miradas" sobre su discurso plástico.
 
 
 
Asimismo, queda constatado que fue alguien que "partía de la realidad para darle nuevas significaciones".
 
Considerado él mismo como un "trabajador de la pintura", la antológica apuesta tanto por incluir la instalación "Contorno-Entorno", del año 1976, una obra singular que remite a un bosque, como por recrear "El laberinto del Minotauro", con unos engañosos espejos que confunden a quien se adentra en la pieza.
 
Guinovart había dejado escrito que "quizá nacer es la entrada en el laberinto y el hilo de Ariadna es el hilo del pescador que nunca encuentra el pez que busca".


 
Organizada en una decena de ámbitos diferentes, la exposición alude al compromiso social y político del pintor leridano, a su intimidad o a su fructuosa carrera internacional, con su participación en las bienales más importantes del mundo y su reconocimiento con premios en varios países.
 
Las pinturas se complementan con obra gráfica, esculturas, fotografías, documentos manuscritos, recortes de prensa sobre su trayectoria e incluso pinceles y otras herramientas que se conservaron de su taller, después de su muerte a los ochenta años el 12 de diciembre de 2007.
 
 
 
Llucià Homs ha sostenido que Josep Guinovart ya forma parte del imaginario catalán y que "no se puede entender el arte catalán y español de la segunda mitad del siglo XX sin su figura".
 
A su juicio, fue alguien que se reinventó constantemente, que "rebasa la obra en sí misma". "Experimentó con todo tipo de técnicas y de materiales, siempre manteniendo su impronta personal, sin dejar nunca de ser él mismo", ha apostillado.
 
HASTA EL 19 DE MAYO

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