martes, 29 de septiembre de 2020

CASA DAS ARTES ( VIGO )

 


Silverio Rivas. Mente/Materia




Descripción de la Exposición

La Casa das Artes de Vigo inauguró el pasado viernes, 14 de agosto, la exposición titulada Silverio Rivas. Mente / Materia, un proyecto que propone una cartografía del trabajo de Silverio Rivas (Ponteareas, Pontevedra, 1942), a través de una treintena de obras, muchas de ellas de gran formato.


LA EXPOSICIÓN

Producida por el ayuntamiento de Vigo y comisariada por Javier Pérez Buján, la exposición sorprende por las dimensiones de algunas de las piezas y por un montaje limpio y atrevido que transforma el espacio expositivo, introduciendo quien la visita en una experiencia sensorial a través de la obra de uno de los más destacados escultores gallegos contemporáneos.

A pesar de que no tiene un planteamiento cronológico, la exposición muestra la trayectoria del artista partiendo de una estudiada ocupación del espacio, estructurado a partir de tensiones provocadas por la utilización de diferentes escalas, texturas, orientaciones y cromatismos que van modulando el ritmo do su recorrido.

A la entrada de la exposición, en la sala central, pintada de gris oscuro, nos encontramos con tres obras que cumplen la función de introducción y avisan sobre los juegos de escala que marcarán todo el recorrido. La icónica Fósil (1975), una pieza de cinco metros de largo, realizada en resina de poliéster y pintada en blanco, que el artista presentó en la primera exposición del Grupo Atlántica, en 1980, convive con dos obras inéditas: Sen título (1990-2015), un magnífico bloque de mármol blanco de Macael, y Ayous, titulada también Barca solar (2018) realizada expresamente para la exposición, realizada a partir de un ensamblaje de planos de madera.

A muestra continúa con tres obras de acero inoxidable, material con el que el artista comenzó a explorar formas orgánicas y relaciones geométricas, en los primeros años setenta, y que aquí está representada con la singular Estructura en expansión (1973), y con la titulada Torques (1984), completando este apartado de trabajo en acero, con Sin Título (1995), la única pieza de pared de toda la exposición.

Se muestran a continuación tres magníficas obras de color rojo Ferrari, realizadas en resina de poliéster y fibra de vidrio, que ocupan uno de los pasillos de la sala, como son Astas (1977), Arroaz y Escultura en Vermello, ambas de 1975, las únicas piezas que se exhiben en peana por exigencias de su anclaje, unas obras que, en su momento, situaron a Silverio Rivas en la vanguardia de la escultura al proponer unas morfologías redondeadas de un furte cromatismo rojo que desprenden una misteriosa sensualidad.

Al final de ese pasillo se nos aparece la conocida Personaje inclinado (1983), una escultura realizada en bronce patinado de claras reminiscencias a Henry Moore que, sin solución de continuidad, preludia el apartado dedicado al granito, material que el artista descubre en su estancia en París y Normandía y que trabajará profusamente a su regreso a Galicia. Piezas rotundas como Espacio para el Apóstol (1992), Ondulado en cruz (1992), las dos realizadas en granito negro Galicia, o la más reciente, titulada Trilogía, (2016), realizada en granito blanco cristal, rojo de Zamora y negro Zimbawe, ilustran su maestría con este material con el que experimentó una evolución hacia postulados más esquemáticos en los que contrastaba su minimalismo formal, con la fuerza intrínseca del material y con el que se adentró en la escultura pública de gran formato.

La obra inédita, titulada Iridiscencias ramosas, (2018), una instalación realizada con ramas policromadas colgadas del techo, cuya ligereza contrasta con la rotundidad de las obras de granito, nos introduce en un espacio con dos mesas en las que se disponen diversas obras de pequeño formato, realizadas en cerámica, madera y bronce, que son una buena muestra de su registro de esculturas articuladas, descubierto después de su experiencia en el Laboratorio de Formas, en Sargadelos y que luego, ya en París, llevaría al bronce, con un gran éxito.

La exposición ilustra las ideas básicas que conforman la producción del artista, quien siempre trabaja explorando los límites expresivos y plásticos, evidenciando un pensamiento utópico que genera nuevas relaciones entre objeto y sujeto.

Las relaciones entre gravedad / levedad; vacío / lleno; interior / exterior; geométrico / orgánico, van estructurando el recorrido e introduciendo un ritmo en el que las diferentes escalas, texturas, cromatismos y orientaciones espaciales, modulan el equilibrio existente en una visión de conjunto.

Según el comisario Javier Pérez Buján, Mente / Materia se propone como una síntesis, de las muchas posibles, de la prolífica obra de Silverio Rivas, en un momento de madurez en el que debemos observar con atención su aportación al arte de nuestro tiempo.

LA OBRA

El trabajo de Silverio Rivas obedece a una necesidad de explicar el mundo a partir de la comprensión de la materia. En él confluyen dos factores complementarios. Por un lado, un profundo conocimiento de las técnicas y los materiales, es decir, el oficio; y por otro, una curiosidad insaciable acerca del sentido de las cosas, es decir, la actitud.

Estos dos elementos responden a una inclinación natural de conocer y crear mediante la transformación, en un movimiento dialéctico entre lo existente, las posibilidades de cambio y el resultado final que lo han llevado a ser un pionero de la abstracción en el contexto de la escultura gallega.

Silverio Rivas abraza a abstracción muy pronto, cuando se da cuenta de que es el material quien dicta las normas de la escultura, liberándose así de la servidumbre de la mímesis, de la representación figurativa, descubriendo una nueva forma de trabajar, buscando a lógica interna del material.

Obsesionado con la búsqueda de la esencia de la materia, Rivas trabaja en la búsqueda de un lenguaje que desvele la forma pura, en una evolución que progresivamente se va liberando de elementos superfluos, de ornamentos que desvían de lo esencial, para centrarse en la justa relación entre formas, volúmenes y pesos, a partir de la que crea objetos de una singular personalidad.

Las formas orgánicas se combinan con las formas geométricas en un calculado juego de equilibrios y tensiones que encuentran su expresividad mediante las leyes internas de cada material que utiliza.

Miembro destacado del Grupo Atlántica, Silverio Rivas supo encontrar su propio camino, después de la eclosión de este movimiento que, a principios de los años ochenta, puso el arte gallego en la escena contemporánea.


Silverio Rivas. Fósil, 1975 — Cortesía de Javier Pérez Buján

Silverio Rivas. sen título, 1990-2015, mármore de Macael — Cortesía de Javier Pérez Buján

Silverio Rivas. Mente/Materia. Vista pacial — Cortesía de Javier Pérez Buján

Silverio Rivas. Mente/Materia. Vista pacial — Cortesía de Javier Pérez Buján

Silverio Rivas. Mente/Materia. Vista pacial — Cortesía de Javier Pérez Buján

sábado, 26 de septiembre de 2020

DOS EXPOSICIONES EN PONTEVEDRA HASTA ENERO

 

El Museo de Pontevedra abre la última de las grandes exposiciones temporales de este año, 'O Universo de Xaime Quessada'

El Museo de Pontevedra ha abierto este jueves la última de las grandes exposiciones temporales de este año, 'O Universo de Xaime Quessada', que se podrá visitar hasta el próximo 10 de enero de 2021.



El director del Museo de Pontevedra Xosé Manuel Rey, ha agradecido todas las facilidades dadas por la compañera vital de Quessada María Jesús Blanco, a la Fundación Xaime Quesada Blanco y también a todas las instituciones que colaboran cediendo obra. Además, ha destacado su gratitud a Pilar Corredoira, comisaria de la exposición, "por compartir con nosotros su experiencia y buen hacer".

Rey ha subrayado que "O universo de Xaime Quessada" es una retrospectiva del artista ourensano, al que rinde un homenaje "con un atrayente y sugestivo recorrido, que atraviesa la intensa actividad creativa desarrollada durante cinco décadas de prolífico trabajo". Ha hecho hincapié en que "es difícil entender el arte de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI en Galicia sin considerar la obra de Quessada", ya que su producción artística toca los diferentes movimientos artísticos.




La exposición, ha recordado el director, está acompañada de visitas guiadas, talleres y tertulias o espacios de debate durante los próximos meses, además incluirá un catálogo que quedará como un bien tangible una vez que la exposición se clausure.

Por su parte, la comisaria Pilar Corredoira ha destacado que la muestra contiene las piezas más significativas de la trayectoria de Quessada, "dejando claro cuáles eran sus intereses estéticos, ideológicos y humanos". Ha insistido la comisaria en la lucha y posicionamiento del autor contra la dictadura franquista -llegando a ser incluso juzgado por el Tribunal de Orden Público por injurias al dictador, según se recoge en el libro Galicia en transición-, y su militancia en el PCE y en la UPG.

En la rueda de prensa de este jueves ha participado también el vicepresidente de la Fundación Xaime Quesada Blanco, José Gómez Alén, y la cuñada de Quessada, Josefa Blanco, que disculpó la ausencia de la viuda del artista, María Jesús Blanco, por problemas de salud. Con todo, ha asegurado en su lugar su gratitud por el "entusiasmo" a la hora de llevar a la práctica la muestra.






HASTA EL 10 DE ENERO




Castelao, en el Café Moderno

La exposición podrá verse hasta finales de enero y habrá visitas guiadas gratuitas

Afundación, la Obra Social de Abanca, acogió el pasado jueves la rueda de prensa de la exposición "Castelao grafista (facsímile)". En el acto estuvieron Miguel Fernández Cid, comisario de la exposición; Teresa Saiz, directora de la Fundación Gonzalo Torrente Ballester; Manuel Quintana Martelo, presidente de la Real Academia Galega de Belas Artes; Anxo Lorenzo, director general de Políticas Culturais de la Xunta de Galicia; y M.ª Teresa Cores, coordinadora del Área de Cultura de Afundación.




"Castelao grafista (facsímile)" se puede visitar de lunes a viernes de 17.30 a 20.30 horas y sábados de 11.00 a 14.00 y de 17.30 a 20.30 horas. Además, están previstas visitas guiadas gratuitas para el público general los días 1 de octubre, 5 de noviembre, 3 de dic iembre y 7 de enero a las 18.00 y a las 19.30 horas para todas aquellas personas que se inscriban previamente.

En esta exposición se refleja la segunda etapa de un proyecto expositivo más amplio, fruto, inicialmente, de la colaboración entre la Fundación Gonzalo Torrente Ballester y la Real Academia Galega de Belas Artes, para promover la difusión y el conocimiento de la obra de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao en diferentes ciudades y países.

El Café Moderno, donde el intelectual gallego solía participar de las tertulias literarias y políticas allí organizadas, abre sus puertas para acoger esta muestra hasta el 23 de enero de 2021.

La exposición, comisariada por Miguel Fernández-Cid y con piezas procedentes de las colecciones de arte de Abanca y Afundación, se compone de una selección rigurosa de obras en las que se refleja la evolución tanto del compromiso ético, social y político del artista rianxeiro, como de sus recursos plásticos y su querencia por la ilustración. Estos dos intereses confluyeron en las colaboraciones que, a partir de 1924, empezó a publicar en medios como Galicia, Faro de Vigo o Vida Gallega , en las cuales la ilustración y el texto reflejan la ácida crítica de un Castelao cada vez más comprometido. Esta forma de arte y denuncia acabaría articulando obras tan relevantes como Cousas da vida (1930) y los álbumes de guerra Galicia mártir (1937), Atila en Galicia (1937) y Milicianos (1938).

En el año 1945, tras casi una década viviendo en el exilio, Castelao terminó el que sería considerado como su testamento pictórico, A derradeira leición do mestre, una tela en la que se retoma una ilustración de guerra elaborada en 1937. En ella, Castelao funde ilustración y pintura en homenaje a las maestras y maestros asesinados tras el golpe de Estado de 1936. 




HASTA ENERO

jueves, 24 de septiembre de 2020

MUSEO UNIVERSIDAD DE NAVARRA

 

Una exposición recorre, a través de 115 obras, 25 años del arte de Vik Muniz


El artista brasileño cuenta con un gran reconocimiento internacional por sus obras evocadoras y su concienciación social




El Museo Universidad de Navarra alojará hasta el 21 de marzo de 2021 una extensa exposición de 115 obras del artista brasileño VIK MUNIZ, cuyo trabajo se basa en la fotografía y en los valores de representación, es decir, entre la realidad y su representación, generando a través de sus piezas interesantes juegos de percepción con el público, al que invita a resolver la relación entre la forma y el contenido. Y es que, muchas de ellas recrean conocidos emblemas de la historia del arte, así como iconos sociales mediante el uso de la fotografía y de materiales no convencionales como chatarra, chocolate, juguetes, recortes de revistas, etcétera.

La muestra del MUN es una oportunidad única para recorrer 25 años de carrera de este creador, ya que el de Pamplona será el único museo europeo en albergar esta propuesta cuyo viaje desde Estados Unidos ha sido propiciado por Gabriela Wilson, mecenas y patrona de la entidad navarra, coorganizadora de la exposición junto con la Foundation for The Exhibition of Photography (Minneápolis/Nueva York/París/Lausana) y el High Museum of Art (Atlanta). 



La galería Elba Martínez de Madrid también ha colaborado, al igual que el Ayuntamiento de Pamplona, que ha cedido la obra de Muniz propiedad de la Colección Municipal de Arte Contemporáneo. En su representación acudió ayer a la presentación a los medios la concejala de Cultura e Igualdad, María García-Barberena, que anunció que este es el "punto de partida de nuevas colaboraciones".

Tal y como explicó ayer el director artístico del MUN, Valentín Vallhonrat, la exposición culmina un proceso de trabajo de cuatro años con Vik Muniz, que no ha podido viajar a Pamplona y lo hará a comienzos del mes de marzo del año que viene con motivo de su participación en el proyecto Tendiendo puentes. De hecho, esta muestra tenía que haberse inaugurado en primavera, pero la pandemia la ha aplazado hasta ahora, lo cual, a juicio de Vallhonrat, tampoco está mal, porque permitirá disfrutar al público de esta "rica, abundante, hermosa y gloriosa" muestra durante el otoño y el largo invierno. Una propuesta "para todos los públicos" que comparte con el Museo Universidad un mismo interés, un concepto que es también un interrogante: ¿Cómo se construye la imagen del mundo y del arte? O, lo que es lo mismo, "cómo los relatos que plantea el arte nos ayudan a comprender el arte mismo, pero también nuestra psique y nuestra percepción del mundo", agregó.


una peripecia particular 

Vik Muniz nació en una favela de Sao Paulo en 1961 y con 14 años recibió una beca para asistir a clases de dibujo y escultura en una academia. Con 20, y gracias a su habilidad traduciendo las palabras a imágenes y a que estaba convencido de las posibilidades de manipulación que estas tenían, entró a trabajar en una agencia de publicidad. Con 22 años, recibió un disparo fortuito en una pierna y con la indemnización viajó a Estados Unidos, donde se quedó a vivir, aunque nunca ha perdido la conexión con su país; es más, ahora vive a caballo entre Nueva York y Río de Janeiro. Como indicó Ignacio Miguéliz, director curatorial y de colecciones del MUN, Muniz defiende que la fotografía está en el mismo punto en el que estaba la pintura en el siglo XVIII, precisamente cuando apareció la nueva técnica, sobre todo debido al ingente tráfico actual de imágenes digitales. "Tiene claro que hoy hay que replantearse la representación de la realidad", incidió Miguéliz, aunque, en realidad, ese replanteamiento está en la base de todo el trabajo del artista brasileño, cuyas formas de expresión han ido evolucionando, pasando de obras pequeñas al gran formato, aunque siempre han estado vinculadas "a un interés por el mundo de la mente y de lo tangible, de la imagen y de lo material".

A lo largo de las 115 obras que exhibe en esta exposición, se aprecia cómo ha ido investigando diferentes formas de representación, de entre las que cabe subrayar su trabajo traduciendo obras icónicas de la historia del arte –Mona Lisa, de Da Vinci; Los borrachos, de Velázquez; Un bar aux Folies Bergére, de Manet, etcétera–, que en ningún momento considera copias. Más bien plantea en estas piezas un diálogo con el original, "al que rinde homenaje recreándolo con materiales no convencionales". Como señala Arthur Ollman, comisario de la muestra, Muniz "actualiza nuestra percepción de la imagen cambiándola. En sus obras vemos cuál es su inspiración, ya que, al contrario que otros artistas, no lo oculta, sino que lo resalta, de forma que somos conscientes de ello a simple vista". En ese sentido, y según Miguéliz, "juega con la realidad, su percepción y los materiales" y, en palabras de Ollman, también "juega con el sentido de memoria colectiva vinculado a la percepción del espectador". "Le interesa que se reconozca tanto la imagen de la obra de arte como el modo en que está hecha su traducción", y tiene claro que el público "diferencia entre ambas cosas, el icono y los materiales con los que lo ha recreado, la forma del contenido, "de tal manera que los disocia y no los percibe como un todo, alterando la materialidad de la obra de arte". Para conseguir ese efecto, es fundamental contemplar las piezas desde distintas distancias, aconsejó ayer Miguéliz. Y es que al brasileño le gusta sorprender a los observadores, lograr su atención e "implicarle en la resolución de la pieza", siempre con un sentido lúdico, no exento de ironía. Y es consciente de que cada una de sus obras tiene diferentes estratos, "y cada persona percibirá significados diferentes".


compromiso social 

A la vez, Vik Muniz está "muy comprometido con el entorno que le rodea" y "cree en el poder del arte para regenerar la vida y la sociedad", apuntó Ignacio Miguéliz. De hecho, en la exposición se pueden ver algunas obras de las series Imágenes de Chatarra e Imágenes de Basura, realizadas entre 2005 y 2010 con trabajadores del vertedero Jardim Gramacho de Río de Janeiro, que no solo ejercieron de modelos, sino que también le ayudaron a crear las piezas y con los que compartió el dinero que recibió cuando estos proyectos resultaron premiados. Y en la Bienal de Venecia de 2015, instaló un gran barco de papel en el Gran Canal, forrado con recortes de periódicos con noticias de la llegada de inmigrantes a Lampedusa. Y es que "él mismo se considera un inmigrante en Estados Unidos", concluyó Miguéliz, que indicó que, por estas y otras acciones, el brasileño es embajador de buena voluntad de la Unesco.


HASTA EL 21 DE MARZO

miércoles, 23 de septiembre de 2020

ARTE CONTEMPORÁNEO NA COSTA DA MORTE



MACMO: El Museo de Arte Contemporáneo de Costa da Morte con 700 tesoros de 200 autores


La creación del MACMO está muy relacionada con el pintor de origen coruñés Julio Pujales Rivas, cuya viuda decidió crear las instalaciones que acogen toda su obra pictórica.


El Museo de Arte Contemporáneo de Costa da Morte (MACMO) es el gran reclamo y motor cultural de esta zona. Es un espacio abierto y dinámico para la cultura que alberga una amplia colección de arte con más de 700 obras de 200 autores tanto nacionales como internacionales. El edificio donde está ubicado el museo también es singular en cuanto a su arquitectura, ya que en su interior cuenta con una escalera de acceso a las plantas superiores y a la pirámide de la terraza, que son a su vez esculturas en sí mismas.

 


La creación del MACMO está muy relacionada con el pintor de origen coruñés Julio Pujales Rivas (1939-1998) que refleja en sus obras la esencia de Galicia a pesar de que encontrase en Madrid su segunda casa, pero nunca perdió el vínculo con sus orígenes debido a la nostalgia de su alma emigrante. El artista pasó muchos veranos en la aldea de Corme con su familia, razón que llevó a tener claro a su viuda que habría que dedicar un edificio emblemático de este lugar al arte contemporáneo.

 

 


Las instalaciones albergan toda la obra pictórica de Pujales a parte de otros centenares de obras y para que esto fuera posible en 2006 se creó la Fundación Torre-Pujales Museo de Arte Contemporánea Costa da Morte con sede en el museo, que está concebido como motor cultural y apoyo de la sociedad civil a la creación y al debate en la Costa da Morte. El recinto ofrece a los visitantes exposiciones permanentes, temporales e itinerantes, a parte de conciertos, conferencias, talleres o encuentros culturales con la revalorización de la artesanía de la zona y un turismo de calidad como metas para complementar esta casa del arte. 


La Fundación convoca a su vez estancias de artistas y bolsas que permiten una interrelación entre creadores que enriquece la colección con aportaciones de nuevos profesionales de distintas partes de Europa, Estados Unidos o Argentina. El centro contiene obras de Saura, Arroyo, Antoni Clavé, Lucio Muñoz, Daubresse, Laxeiro, Abelenda, Colmeiro, Julián Casado, David Lechuga, Paco Llorente, Uschi Birger- Precht, Mohé Boissel, Totte Mannes, Rafael Úbeda, Celso Villalobos Ferrer, Herbert Golser, Manuel Kuperman o Margherite Serra, entre otros. 



Asimismo, el MACMO gracias a la calidad de su material y las oportunidades que ofrece a los creadores, se erige como un punto de encuentro cultural muy necesario que crece cada día gracias al talento de la gente de la zona y a todos aquellos que aportan un pequeño legado.




MASSA SOLÍS



 Colección Massa Solís en Cáceres



La casa Massa Solís fue inaugurada en 1996 con motivo del X Aniversario de Cáceres como ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad. La sala acoge una exposición permanente y monográfica de las obras del pintor Massa Solís, natural de Miajadas. La obra está repartida en dos salas diferentes y forma parte de las Series “Cáceres” y “Extremadura”. La muestra recoge los trabajos de Massa Solís que se caracterizan por su intenso colorido y originalidad, gracias a los cuales divulgó el patrimonio monumental y paisajístico de la comunidad extremeña.

MASSA SOLÍS (Miajadas, Cáceres) es un pintor contemporáneo español. Miembro Emérito de la Academia Francesa de las Artes, Ciencias y Letras y la Internacional de Lutèce, además de la Academia Internacional de Arte Moderno de Roma.

Sus primera lecciones las recibió de la mano de su tío, el pintor y dibujante de ABC, Solís Ávila, quien despertó en él, sus primeras inquietudes artísticas y le orientó en su verdadera vocación, la pintura.
 
A los catorce años se marchó a Cáceres, becado por el gobierno Civil, donde cursó los estudios de Dibujo Artístico en la Escuela de Bellas Artes. De 1950 a 1960, realizó en Madrid los cursos Nacionales de Orientación y Especialización Artística, Artes Plásticas y Artesanía.
 
En 1961 viaja al extranjero, residiendo en las ciudades de París y Frankfort, por un período de cinco años, lo que le posibilitaría el conocer, in situ, las últimas tendencias artísticas. A su regreso a España pasó cuatro años en Madrid y Valencia donde inició los estudios de Arquitectura, que más tarde abandonaría para dedicarse de lleno a la pintura.
 
 
 

miércoles, 16 de septiembre de 2020

GALERÍA HAN-UL (MADRID)

 

 

TSCHOON SU KIM - Nombres azules

 
 

La Galería Han-ul localizada en el Centro Cultural Coreano acoge del 26 de agosto al 25 de septiembre una exposición compuesta por 80 nuevas obras del autor TSCHOON SU KIM inspiradas en sus viajes por distintas regiones de España. Una galería que se puede ver por primera vez en nuestro país y que recupera su uso del pincel, tras 25 años de labor pictórica meramente corporal.

 
Nacido en 1957 en Corea del Sur, TSCHOON SU KIM es un pintor famoso por realizar sus composiciones solo o fundamentalmente utilizando el color azul. Se formó en la Universidad de Seúl, la Universidad Estatal de California y la Escuela de Graduados de la Universidad de Nueva York. KIM tuvo su primer contacto con España en 2003 cuando decidió realizar su investigación académica en la Universidad de Alcalá. Desde entonces se ha convertido en un enamorado de la cultura y los paisajes españoles.
 
Su trabajo se basa en la exploración de los diferentes tonos del color azul mediante series llamadas Ultra Marine, Blanco y Azul o Weiss und Blau, donde genera asociaciones con el agua, el cielo o los árboles. En esta ocasión utiliza el formato Ultra Marine y trata de indagar en el significado de la acción de pintar. Además, las escenas narran los momentos más evocadores que el artista vivió en su aventura por España. Por otra parte, desde 1996 también es profesor de Bellas Artes en la Universidad Nacional de Seúl.
 
 

sábado, 12 de septiembre de 2020

MEMORIAS DE ANTICUARIO




El pequeño arte de enmarcar un cuadro




Es extraña la relación entre el marco y la pintura pues en muchos casos constituye la historia de una separación hasta el punto de que muchos de los marcos antiguos que nos encontramos hoy en día no sabemos realmente para qué obra fueron fabricados. En no pocas ocasiones cada miembro de la relación-obra de arte y marco- se va, forzosamente, por su lado sin que sepamos la razón puesto que quizás sucedió hace mucho. De hecho, son bastante menos de lo que se piensa, los casos de una pintura antigua que llegue a nuestros días con su marco original. El pack completo, vamos. Por las más diversas razones las obras de arte en un momento dado son despojadas del marco que las protegía, ennoblecía y éste se destina a otros menesteres quizás, como diremos, a enmarcar una pieza producida un par o tres de siglos después. Incluso en algunos otros casos ese marco sufre una triste mutilación al ser reducido en algunos de sus listones para adaptarlo a una nueva pintura de menor tamaño que la original.
 
Les explicaré el porqué de este fin de una vida en común. En primer lugar, debemos tener en cuenta que la pintura es más susceptible de sufrir daños que el marco, que en realidad una de sus funciones es la protección de la primera. Si aquella no tenía una calidad suficiente y encima su estado dejaba mucho que desear solía ser despojada del marco que en ocasiones era una magnífica obra de ebanistería y dorado o policromía. A ello hay que añadir que hoy en día el marco antiguo es un objeto preciado, muy preciado, por determinados coleccionistas. Antiguamente más que un objeto codiciado, que también, lo habitual es que el marco tuviera una relevancia más que significativa en el conjunto del proceso, por lo que se fabricaban miles de estos, empleando para ello ciencia y trabajo como no se hace ya, salvo en escasos talleres de museos o externos dedicados a reproducir fielmente marcos de época. Por contraste, hoy en día es raro que los artistas se preocupen por la enmarcación de sus obras. Hay contadas excepciones y se nota en su resultado.
 
 
Quienes bien conocen el pequeño arte del enmarcado saben el innegable efecto que produce un buen marco hacia la obra que contiene. Curiosamente en pocos campos de las antigüedades y el arte se ha producido una simbiosis entre dos piezas de épocas tan distantes en el caso de enmarcación de obras de vanguardia con molduras antiguas. Aquí no hay época que valga: un marco del siglo XVII creado para acoger un Santo o un Ecce Homo puede ser formidable para recibir entre sus muros de madera una obra cubista o directamente abstracta. El buen marco antiguo se cotiza por encima de lo que la pieza nos podría hacer creer. La razón principal es bastante evidente: hay menos marcos antiguos que obras que esperan ser enmarcadas, por lo que un buen marco se convierte en un oscuro objeto de deseo. Piensen también lo siguiente: si un coleccionista con posibilidades acaba de adquirir un buen dibujo de Picasso o de Francis Bacon, por hablar de dos artistas que parten de una cantidad accesible para pocos, es decir, cientos de miles de euros, no se pensará mucho invertir algún que otro millar en un bonito marco antiguo donde acoger su tesoro. Y el caso es que hace medio siglo un buen marco español del siglo XVII no era algo a lo que se le hiciera mucho caso. De hecho, se ha venido practicando sobre estos, toda clase de tropelías como pintarlos y modificarlos al gusto del cliente, lo que nos obliga a agudizar la vista para descubrir una moldura antigua bajo una amalgama de repintes y purpurinas.
 
Marco dorado y tallado antiguo

Tengo devoción por los marcos incluso  como elemento aislado de las pinturas, como pieza en sí mismo, y creo que es el único “arte” que practico con modesto éxito: el de la enmarcación. No doy para más. En realidad, no es siquiera un arte que ejecuto yo, sino que simplemente aporto la parte intelectual: véase “este marco le irá bien a esta obra y con este paspartú”. El taller de enmarcado hace el resto. Mi acercamiento al marco ha sido paulatino y lo considero en muchos casos una obra de arte per se, pero, finalmente, no puedo discernirlo de su relación con aquello que enmarca. En este sentido tengo algunos cuadros en busca de marcos que todavía no han llegado y marcos que esperan apoyados en cualquier lugar viendo pasar los días sin que llegue algo que les permita “completarse”. A quienes nos preocupa cómo enmarcar una obra, esta, a priori, bagatela, que en realidad no lo es, y se convierte en un dolor de cabeza. Hay coleccionistas que pueden tener meses sino años un dibujo o un cuadro esperando ese marco que seguro que anda por ahí pero que hay que coger al vuelo. Cada par de semanas recibo la visita de mi compañero Martín que me aborda con cierta desesperación a la búsqueda de uno o varios marcos para alguno de sus clientes, de una medida y características determinadas. Clientes que a su vez viven con impaciencia embellecer su dibujo, grabado o pintura con una moldura apropiada.
 
Seré claro: hay quienes tienen un don especial para enmarcar y otros que se empeñan en enfrentar el marco elegido con la obra enmarcada. He conocido galeristas y buenos coleccionistas con un excelente gusto para el arte y dudoso para enmarcar las piezas. De hecho, hay ocasiones en que hay que agudizar la vista para apreciar la estimable obra que hay detrás del espantoso marco lo cual repercute negativamente a la hora de venderlo.
 
Con el arte contemporáneo el marco se uniformiza y tiene a desaparecer para ser un mero complemento de protección.
No le den más vueltas al asunto y admítanme este doble consejo: el marco debe permitir que veamos sin dificultad la pintura, el grabado o el dibujo sin que, a su vez percibamos la belleza en su enmarcación. Con una buena enmarcación nuestra mente no debe hacer un esfuerzo para percibir la relación entre formas, composición y colores de la obra. No podemos estar intentando borrar la omnipresente visión de un marco inapropiado cuya poco agradable presencia se impone al conjunto. Un marco nunca puede ser parte de la obra. En segundo lugar, el marco ha de embellecer la obra y sacar a relucir todo lo bueno que esta tenga. Si estas dos premisas no acontecen, algo no funciona y ese marco no es para ahí.
 
Sin embargo, la historia del marco es un camino hacia el minimalismo y en la actualidad, incluso la eliminación de éste. De las molduras arquitectónicas del siglo XVI, los importantes trabajos en la talla y el dorado de los siglos XVII y XVIII, la finura del XIX, la moldura se va despojando de decoraciones hasta llegar a nuestros días en los que el marco de nuestro tiempo es el simple listón por metro lineal, despojado, desnudo. El signo de los tiempos.
 
(CULTURPLAZA)  
 
Joaquín Guzmán

jueves, 10 de septiembre de 2020

FERROL CON ARTE

 

Las Meninas, en el punto de mira del mejor arte urbano


Las creaciones de este año elevan el caché de Canido y ponen la guinda a un barrio con una «escenografía alucinante»


¿Quién ha dicho que la cultura no interesa? Puede que esta edición de Las Meninas de Canido marcadas por las medidas «anticovid» no hayan llevado a sus calles las riadas humanas de otros años, pero aún así siguen siendo muchos los que este fin de semana -guardando siempre las distancias y cumpliendo las normas-, se han querido asomar a las paredes y muros del barrio para empaparse del mejor arte urbano. «Estamos muy contentos, porque tanto la gente como los artistas están siendo muy respetuosos con las medidas de seguridad. De esta edición yo destacaría ese comportamiento, la afluencia ordenada del público y también el elevado nivel artístico de los participantes. Tras doce años de trayectoria, a estas alturas podemos decir que Canido se ha convertido ya en una escenografía alucinante para buscar esa foto ansiada y maravillosa», comenta satisfecho Edu Hermida, impulsor del festival.

             

   La edición de este año cuenta con casi cuarenta artistas, algunos de ellos de prestigio, como Shfir, Pastron#7, Da2puntocero, Tardor o El Rojo. Precisamente este último se afanaba ayer en retratar una llamativa menina «popera» de gran formato, con el pelo azul y las uñas pintadas de colores, en la pared de una de las casas del corral del Chapón. Y no lejos de allí, Pastron#7 agitaba el aerosol para dibujar la palabra «Canido» en un muro desconchado. «Yo no soy muralista, sino grafitero, que no es lo mismo. Los grafiteros escribimos letras, mientras que los muralistas son unos artistazos, como ese que tengo ahí al lado», aclaraba mientras señalaba a El Rojo. Y como él, no dejaba de agradecer los esfuerzos realizados para que el festival se haya podido mantener este año, aunque para ello se hayan tenido que suspender todos los conciertos y actividades paralelas. «Es lo que toca ahora. En cualquier caso me alegra que Las Meninas se hayan podido celebrar finalmente, porque sino todo sería muy triste y muy gris. Al menos de esta forma le ponemos color a situación tan complicada», apuntaba a renglón seguido Pastron#7.


           
La historia del Barrio de Canido en Ferrol es la historia de un artista local que, tras una genialidad de la que él no es todavía consciente, ha conseguido crear un fenómeno social a nivel mundial de tal nivel que ha suscitado la atención del mayor referente del street art, Banksy.


Se trata de Eduardo Hermida, quien llevado por el amor a su tierra y la crítica social, ha ayudado a cambiar el destino de una ciudad inmersa en una crisis industrial, con un proceso despoblación y de deterioro de algunas de sus zonas urbanas.  

  Hace un tiempo tuvimos la oportunidad de viajar a Galicia para visitar Ferrol y conocer su ruta del Modernismo, descubriendo los numerosos ejemplos de edificios de este estilo arquitectónico que puedes encontrar en el céntrico barrio de la Magdalena.
 
 
 
Ya en su momento llamó nuestra atención esta historia, pero en nuestro reciente viaje por los alrededores de Ferrol, zona que se conoce como Ferrolterra, hemos podido ver otra vez cómo las Meninas de Canido siguen cambiando la ciudad.
 
 

Historia de las Meninas de Canido

 

Pero empecemos por el principio para poder entender bien la magnitud y la repercusión de esta historia que puede inspirar a mucha gente a cambiar la situación que le rodea.
 
Eduardo Hermida es un artista que ha sido capaz, a través del arte, de cambiar la dinámica de deterioro que tenía Ferrol tras la crisis sufrida por unos astilleros que se se remontan al siglo XVIII, un icono de la provincia de A Coruña.
 
Este artista, cansado de la deriva que estaba tomando su localidad, decidió sacar el arte de los museos y llevarlo a la calle para dar color a su gris ciudad, pintando en una fachada una menina.
                                           

Eligió Las Meninas de Diego Velazquez por su admiración a la crítica social de uno de los iconos de la cultura española, un pintor al que el siempre ha admirado.
 
Un chispazo de genialidad unido a un acto reivindicativo ha hecho que a día de hoy haya más de 300 meninas pintadas por las fachadas de las casas del Barrio de Canido en la antigua ciudad industrial de Ferrol.
 
Hoy en día son cientos los artistas de todo el mundo que contactan con Eduardo para ofrecerse a plasmar sus obras aportando su propio estilo a esta temática común que él puso en marcha.
 
Es un fenómeno artístico que ha salido en todas las televisiones del mundo a raíz de una campaña publicitaria de un marca de cerveza  que invitó a pintar en una de sus fachadas al famosísimo y controvertido artista del arte urbanoBanksy, cuyas obras siempre están rodeadas de polémica.
 

Historia del Barrio de Canido

 

El Barrio de Canido es una antigua aldea que ahora está integrada en la parte más alta de la estructura urbana de Ferrol.


 
A mediados del siglo pasado, Canido mantenía hábitos propios de una aldea, con casas bajas junto a las que había huertos, y donde los vecinos vivían en la calle, y las puertas de las casas estaban abiertas.
 
Tras la crisis de la industria naval sufrida en Ferrol, poco a poco Canido se fue deteriorando y sus casas abandonando.
 
Casi se convirtió en un barrio marginal de Ferrol, donde apenas iban los ferrolanos dado el esfuerzo que además supone subir andando las empinadas cuestas desde el Barrio de la Magdalena para llegar a Canido.
 

Fiesta de las Meninas de Ferrol en septiembre

 

Consciente de esta situación, en septiembre de 2008 el pintor ferrolano Eduardo Hermida, residente en Canido, tomó la decisión de convocar a otros artistas amigos para, en una jornada festiva, decorar las fachadas de algunas de las casas con pinturas que evocaban el famoso cuadro de Las Meninas de Velázquez.
 
 
 
 
Desde entonces, cada primer fin de semana de septiembre se ha venido repitiendo esta fiesta cultural de Ferrol, cada vez con mayor participación de artistas, aunque a día de hoy no solo se hacen nuevas obras en ese día festivo.
 
El resultado es que año a año las fachadas de las cada vez más cuidadas casas de Canido han ido adquiriendo un imagen característica con obras de los más diferentes estilos, pero siempre con una mayor o menor vinculación a las citadas Meninas.
 
Durante nuestro paseo por las calles del Barrio de Canido, el propio Eduardo Hermida, con orgullo, nos explica como ahora numerosos artistas de todo el mundo, conocedores de esta iniciativa artística de regeneración urbana, piden participar en esta fiesta.
 
De esta forma, lo que empezó siendo una reunión de amigos ha pasado a convertirse en un evento cultural apoyado por el propio Concello de Ferrol, una auténtica fiesta con música, lectura de poesía y degustaciones gastronómicas, entre otras actividades.
 

Ruta de las Meninas de Canido en Ferrol

 

El hecho es que ahora la Ruta de las Meninas del barrio de Canido es una atracción para las excursiones y cruceros que con turistas llegan a Ferrol.
 
 
Ahí encuentran plasmadas las más diversas propuestas artísticas sobre la más famosa pintura de Velázquez.
 
Y, además, gracias a este proceso de regeneración, las casas de Canido poco a poco se han ido rehabilitando y el precio de las mismas ha ido subiendo, de forma que el barrio se ha convertido en un lugar de moda donde profesionales y artistas quieren fijar su residencia.
 
Durante tu paseo por la ruta de las Meninas no te sorprenda descubrir que el mobiliario urbano que el ayuntamiento está instalando en los últimos años también tiene a las citadas Meninas como icono gráfico.
 
 
 
Ruta como tal no hay, no esperes encontrarte una lista de meninas que visitar, porque la idea es que recorras el barrio y te vayas dejando sorprender.
 
Además son obras cambiantes y efímeras ya que al haber edificios que se están reconstruyendo van surgiendo nuevas a medida que desaparecen otras.
 
 

Las Meninas en Realidad Aumentada

 

Un aspecto que le da un mayor valor añadido a las visitas, sobre todo cuando viajas con niños, es la aplicación de móvil que han sacado para poder hacer una verdadera inmersión en estas obras de arte.
 
Solo hay que descargarse la aplicación gratuita VISUAR para los móviles con sistema IOS y VISUAR REALIDAD AUMENTADA para los móviles Android.
 
Una vez instalada, el móvil se coloca frente a algunas de las Meninas que llenan de color la ciudad, y tras escanearla, la aplicación te muestra una animación personalizada para cada obra.
 
En algunas obras se modifican los colores, en otras los personajes se mueven; sin duda una curiosidad que hace que la inmersión artística en las obras sea diferente a la mera contemplación.
 
En suma, el paseo por las Meninas de Canido se ha convertido en un imprescindible en tu visita de Ferrol.