domingo, 28 de junio de 2020

CRISTINO DE VERA



Cristino de Vera nació en 1931, en Santa Cruz de Tenerife. En 1946 inició su formación artística en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal, donde tuvo a Mariano de Cossío como maestro, quien le hizo conocer el postcubismo y la poesía de la generación del 27.
 
En 1951, a los 20 años, decidió irse a estudiar a Madrid, donde frecuentó el taller de Vázquez Díaz. Completó su educación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y en el Círculo de Bellas Artes. A los 22 años decidió empezar de cero, y llevarse por su propia intuición.


En los 50, debido a su participación en una muestra colectiva en la galería Xagra (1952) y a su primera individual en la galería Estilo (1954), su pintura se conoció dentro del panorama artístico madrileño.
 
Realizó otras exposiciones individuales en la capital de España: Sala Alfil (1956 y 1957), Ateneo de Madrid (1959). En 1960 obtuvo una beca de la Fundación Juan March por la cual viajó a Bélgica y Holanda. Al año siguiente recorrió Italia y Francia.
 
En los 60 y 70 participó en exposiciones colectivas en casi toda España, y también en exposiciones internacionales, como  la II Bienal de París en 1961,  la Bienal de Venecia en 1963 y la Feria de New York en 1964.
 
En 1974 presentó una exposición en la Rutland Gallery de Londres Ese mismo año visitó por primera vez los Estados Unidos. Fue un artista que viajó mucho, en 1975 conoció India y Brasil; en 1977, Rusia, y en 1978, México.
 
En abril de 1976, el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria presentó una antológica de su obra en el Castillo de la Luz. Cristino de Vera recién volvió a exponer en 1982.
 
En los 90 participó en tres ediciones de ARCO (1990,1992 y 1994). En octubre de este último año, el Gobierno de Canarias organizó una antológica -en el Centro de Arte la Regenta de Las Palmas de Gran Canaria-, compuesta por obras realizadas en los últimos 40 años.
 
En 1996, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, le dedicó una exposición sobre su obra en papel, a la que le siguió una muestra sobre sus dibujos en el Centro Atlántico de Arte Moderno.
 
El artista reconoció la práctica, en sus procesos creativos, de meditación cercana a la mística cristiana y oriental. Con frecuencia ha sido llamado “místico”, debido a que su trabajo “nace de la austeridad y la poesía”, y se sostiene en un estilo muy personal que siempre “conduce a una reflexión espiritual”. La temática de su producción artística se centra en su obsesión por la muerte.
 
Según él “el arte es una forma de rezar, de expresar un sentimiento de religiosidad indefinido, sin un dios con nombre declarado. Necesito pintar como ejercicio espiritual. Los artistas de todas las épocas hablan de rapto de la inspiración, de momentos en que no son del todo conscientes de lo que hacen. Son momentos de éxtasis, en los que el artista es un médium”. El misticismo de su pintura fue elogiado por los poetas Gerardo Diego, Carlos Edmundo de Ory, Ángel Crespo y José Hierro.
 
Su obra se inició en la línea del expresionismo, más inclinado hacia el color. En esa primera etapa cultivó el paisaje y el dibujo. Sin embargo, el haber pasado por el taller de Vázquez Díaz hizo que redujera su paleta, como ha manifestado en los bodegones que realizó en esos años, utilizando los sienas, azules y grises. Por otro lado, entre 1960 y 1962 se dedicó a la abstracción, y luego en sus cuadros aparecieron figuras y naturalezas muertas. Manifestó su admiración por algunos pintores abstractos contemporáneos, como Rothko o Pollock, “capaces de pintar la nada con unos simples colores”.
 
Su obra se encuentra en el Museo Provincial de Tenerife y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En 1997 cedió gran parte de su producción artística al Gobierno de Canarias, y puso como condición que ésta fuera expuesta para disfrute y conocimiento de todos los canarios. Ya en el nuevo milenio ha dado muestras de su generosidad donando al IVAM parte de su trabajo.
 
Ha sido galardonado con el Premio Canarias de Arte, y en1998 recibió la Medalla de Oro de las Bellas Artes y el Premio Nacional de Bellas Artes.
 
 


 
 
 
 

jueves, 25 de junio de 2020

MURALES DE PICASSO




Los murales de Picasso en Oslo, condenados al derribo


El edificio que sufrió un atentado en 2011 está siendo vaciado y se planea retirar las obras



El Bloque Y, histórico edificio de Oslo con murales de Picasso y objeto de un atentado en 2011, parece condenado al derribo tras años de movilizaciones, recursos administrativos, trámites parlamentarios y demandas judiciales.
 
La Dirección General de Obras Públicas (Statsbygg) ha comenzado a vaciar el interior, planea retirar los murales -dos de los cinco diseñados por el artista español para el complejo gubernamental en el que se incluye- en un mes y completará el derribo a fines de año.
 
'La gaviota' , uno de los murales de Picasso, que se encuentra en el Bloque Y, histórico edificio de Oslo que parece condenado al derribo tras años de movilizaciones, recursos administrativos, trámites parlamentarios y demandas judiciales (Hans Fredrik / EFE)
 
”Los murales están integrados en el edificio, son una unidad arquitectónica. Es el conjunto lo que constituye la obra de arte, sacarlos y colgarlos en otro sitio es destruirla”, dice a Efe Ellen De Vibe, directora de planificación urbana de Oslo de 1998 a 2019.
 
De Vibe ha participado en las protestas iniciadas en 2014 por el Grupo de apoyo para conservar el Bloque Y, organizador de sentadas, manifestaciones y una acampada: hace dos meses fue una de las activistas que se encadenó a su entrada, lo que le costó una multa.
 
La importancia del Bloque Y, construido en 1969, es su condición de símbolo de la creación del estado de bienestar noruego, aparte de su valor arquitectónico, sostiene De Vibe.
 
”Tiene un gran valor simbólico para la socialdemocracia y la reconstrucción de Noruega tras la II Guerra Mundial, vínculos con la ONU y la paz y es una memoria del 22 de julio”, dicen Kjersti Hembre y Hanne Sophie Claussen, portavoces del grupo, en referencia a los atentados cometidos por el ultraderechista Anders Behring Breivik.
 
Breivik puso una bomba en el 2011 en el complejo gubernamental que mató a 8 personas y cometió luego en la isla de Utøya una masacre en el campamento de las Juventudes Laboristas, con 69 muertos.
 
Hembre y Claussen resaltan que Los pescadores fueron un regalo de Picasso al pueblo noruego para un lugar concreto, la fachada, mirando a la plaza y “visible para los peatones”, aparte de la interacción entre el Bloque Y y Høyblokka, el edificio principal.
 
El Gobierno quería derribar todo el conjunto, las críticas hicieron sin embargo que en 2014 decidiera conservar el segundo edificio, no el primero, a pesar de que este apenas sufrió daños.
 
Miembros del grupo de apoyo para conservar el Bloque Y se manifiestan junto al mural 'Los pescadores' fruto de la colaboración entre Picasso, autor del diseño, y el noruego Carl Nesjar frente al Bloque Y, histórico edificio de Oslo (Melissa Hegge / EFE)
Planificación urbana había propuesto en 2013 una alternativa al derribo, pero Statsbygg no la estudió, recuerda De Vibe, mientras se continuó con un plan para toda el área aprobado por el Parlamento en junio de 2019 y al que el ayuntamiento dio permiso un mes después.
 
Ahí empezaron los recursos administrativos por fallos en el proceso, pero distintas instancias los rechazaron, a pesar de instar al Gobierno a recapacitar, por un motivo: el proyecto es legal porque se basa en un plan original que solo contempla el derribo.
 
El Gobierno apela a temas de seguridad, porque bajo el Bloque Y pasa una circunvalación y a que aplazar el derribo aumentaría un presupuesto ya disparado: los críticos contestan que el edificio es varias décadas anterior al vial y que hay soluciones técnicas, además de que mantenerlo y reducir el área total del complejo sería más barato.
 
Operarios trabajan en el Bloque Y del famoso edificio de Oslo con una vista del mural 'El pescador' que realizó Pablo Picasso (Heiko Junge / EFE)
La lucha por conservar el bloque y evitar el traslado de los murales a otro inmueble ha implicado a grupos de defensa del patrimonio y a organismos como la UNESCO, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) y el museo estadounidense MoMA.
 
Entidades catalanas impulsaron un manifiesto en su defensa, lideradas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña (COAC), que tiene varios murales ideados también por Picasso y Nesjar.
 
Pero el Gobierno conservador que manda desde 2013 ha desoído las críticas, con el apoyo del Partido Laborista, líder de la oposición, una postura que De Vibe, al igual que otros críticos, cree se debe a que la “precipitada” decisión del derribo se tomó ya en 2011, con el país en “estado de choque”, sin que hubiese “un análisis racional”.
 
”Al tomar tan pronto la orden de derribo, se dejó fuera al Bloque Y, hay compromisos que dificultan cambiar de idea. Para algunos es una cuestión de principios y sería una derrota dar marcha atrás”, apuntan Hembre y Claussen.
 
Cuando el Parlamento rechazó hace dos semanas una moción para frenar el derribo, al igual que había hecho antes un juzgado de Oslo, varios colectivos retiraron la demanda presentada por la abogada Berit Reiss-Andersen, presidenta del Comité Nobel Noruego.
 
Cuando las vías parecían agotadas, la semana pasada surgió un halo de esperanza para los opositores al derribo: las familias de Nesjar y de Erling Viksjø, el arquitecto del edificio, han enviado una carta a las autoridades municipales denunciando que no se les preguntó en su día sobre si los murales podían ser reutilizados.
 
Las leyes noruegas exigen el consentimiento del artista para usar de nuevo una obra, pero solo lo dio la familia de Picasso, ya que tras estudiar el tema con Cultura y la organización de derechos de propiedad intelectual, se consideró a este el único autor, ha argumentado el ministro de Administración Local, Nikolai Astrup.
 
 
”Han tenido mucho tiempo, esta carta aparece a última hora”, ha dicho Astrup, que asegura que el derribo sigue adelante.
 
Gro Nesjar Greve defiende en cambio que es una obra conjunta de Picasso y de su padre y que la correspondencia entre los dos así lo prueba, además de anunciar que llevarán el caso a los tribunales. Si la Oficina de Planificación Urbana cree que se ha violado la ley, podría retirar el permiso y paralizar el derribo
 
El 22 de julio del 2011 fallecieron 77 personas en la mayor masacre cometida en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial. El doble atentado del ultraderechista Anders Behring Breivik puso además en riesgo una parte importante del patrimonio artístico en las paredes de la sede del Gobierno, que se vio seriamente dañada por la bomba.
 
La furgoneta bomba que el terrorista colocó justo debajo del despacho del primer ministro provocó serios daños en el complejo gubernamental, especialmente en dos bloques que cuentan con varias obras monumentales de Picasso, que milagrosamente sobrevivieron prácticamente intactas a la explosión.
 
 
Según informó en su momento Glòria Moreno para La Vanguardia, los edificios quedaron inservibles, obligando a los ministerios a trasladarse, pero los análisis realizados a posteriori demostraron que su estructura resistió a la explosión, lo que a priori hace que no sea necesario derribarlos.
 
A pesar de ello, el Gobierno barajó en el 2013 la posibilidad de tirarlos al suelo, por lo que encargó un estudio para acabar de determinar las ventajas y desventajas que conllevaría esta opción, no sólo desde el punto de vista cultural, sino también teniendo en cuenta otros aspectos como el económico o los nuevos estándares de seguridad y la funcionalidad de unos inmuebles de los cincuenta.
 
 
 
En total, el artista malagueño realizó cinco murales, La playa , Pescadores y Sátiro y el Fauno danzante , que se encuentran en el interior del bloque H, y Gaviota y otra versión más grande de Pescadores, en el interior y exterior del edificio Y respectivamente.
 
Los de Oslo, de hecho, fueron los primeros murales monumentales de hormigón que realizó y a los que seguirían más tarde otros en Barcelona, Nueva York, Estocolmo, París y Jerusalén. Además de los Picasso, las paredes de los bloques afectados también contienen murales de los artistas noruegos Inger Sitter y Kai Fjell, así como del propio Nesjar, que a pesar de la potencia de la bomba tampoco sufrieron daños.


(LA VANGUARDIA)

MÁS INFORMACIÓN

miércoles, 17 de junio de 2020

EXPOSICIÓN EN MÁLAGA



Toulouse-Lautrec y el circo

Museo Carmen Thyssen de Málaga

 

 
     
Durante un breve período de convalecencia en un sanatorio en Neuilly, en las afueras de París, en 1899, Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901), el gran retratista de la bohemia parisina del fin-de siècle, compuso una serie de treinta y nueve dibujos sobre uno de sus temas predilectos, los espectáculos circenses, como los del parisino circo Fernando que habían protagonizado algunas de sus mejores pinturas en los años precedentes. Retoma entonces esos asuntos, como ejercicio de memoria de sus vivencias de Montmartre, en un momento en que la enfermedad le acosa.
 
Equilibristas, domadores, amazonas, trapecistas, payasos, gimnastas y caballos en complicadas posturas centran su atención en estas imágenes llenas de la personalidad del artista, de su peculiar mirada a los entretenimientos populares y, sobre todo, a sus esforzados y osados protagonistas. Realizados con lápices de colores, los dibujos componen una suerte de secuencia animada de una sesión de circo, de la que nos convertimos en espectadores, como si ante nuestra mirada, desde las gradas, a pie de pista o entre bambalinas, transcurrieran las escenas en movimiento.
 
Algunos de los dibujos originales de Lautrec se publicaron en abril de 1902 en Le Figaro Illustré. El conjunto completo, conservado por su amigo Maurice Joyant, fue reproducido con una técnica fotomecánica (la goma bicromatada o foto-aguatinta) para su edición en dos tiradas póstumas, bajo el título Au cirque: la primera, con veintidós láminas, realizada en 1905 por Joyant y Adolphe Goupil, marchante de arte y responsable de una exitosa empresa multinacional de edición de estampas, y la segunda, también a instancias de Joyant, con diecisiete grabados, en 1931, por la imprenta parisina Librairie de France.
 
Procedentes de la colección de Jean Pierre Gimbergues, estas dos series de láminas y otras ilustraciones circenses de Lautrec, publicadas en la prensa de la época o en otros portfolios, conforman esta exposición, mostrando no solo la producción más personal de Toulouse-Lautrec sino también un extraordinario precedente de un tema que fascinó a los artistas de la vanguardia.
 
 
 
HASTA EL 13 DE SEPTIEMBRE

domingo, 14 de junio de 2020

NOTICIA DE LA VOZ DE GALICIA



Aparece y sale a la venta «La mesa herida», la gran obra perdida de Frida Kahlo


«La mesa herida» se encontraba en paradero desconocido desde 1955. Un marchante de arte gallego, de Rianxo, la ha puesto a la venta





La mesa herida está considerada como la obra principal de la pintora mexicana Frida Kahlo y el máximo exponente del surrealismo. Además de ambas consideraciones, en el interés del cuadro confluyen también las tribulaciones de la autora, que se pueden deducir en el contenido; el motivo de su elaboración, donarlo a una Unión Soviética que la rechazó por considerarla «burgués, formalista y decadente»; y el misterio de su desaparición, en 1955, en Varsovia.
 
Cuentan que la propia Kahlo vivió con amargura la pérdida y que México trató por todos los medios de localizar la pintura para devolverla al patrimonio nacional, pero la realidad fue que nada se supo de ella hasta ahora que un marchante de arte gallego, concretamente de Rianxo, la ha puesto a la venta atendiendo al interés de su propietario, un mexicano asentado en Europa.

Cristian López Márquez es esa persona que afirma haber dado fin a 65 años de misterio. Con otros dos socios mexicanos, es propietario de la empresa The Billion Art, dedicada a la compra-venta de obras de arte. Explica que, durante las seis décadas y media sin saberse nada de la que está considerada la obra maestra del surrealismo, esta pasó por dos importantes colecciones privadas antes de llegar a manos de la actual propiedad.

Analizada por expertos

 
El marchante no tiene duda de que se trata de la buscada obra de Frida Kahlo. Expertos contratados por su empresa se encargaron de comprobarlo contrastando la pintura con la de otras obras de la artista mexicana. Calcula que el valor de La mesa herida ronda entre los 40 y 50 millones de euros: «El propietario busca un comprador dentro de los círculos del arte europeos, en los que grandes coleccionistas de obras se hacen con cuadros de este estilo», afirma Cristian López.
 

El marchante calcula que el valor de La mesa herida ronda entre los 40 y 50 millones de euros

 
Algunas de las pruebas que atesora el intermediario gallego son las etiquetas que se pueden observar en la parte posterior de la obra y que se corresponden con las tres únicas exposiciones en las que se pudo ver el cuadro. Estas muestras se encuentran bastante deterioradas, pero en una de ellas se puede observar nítidamente que se trata de la Muestra Internacional de Surrealismo celebrada en la Ciudad de México en 1940, en la que efectivamente estuvo la obra principal de Frida Kahlo.
                  
Explica López que en dos años después de la muerte de la pintora, su esposo, Diego Rivera, quiso recuperar el cuadro con el apoyo de su amigo Ignacio Márquez Rodiles, que finalmente fue «uno de los responsables de la desaparición, además de los encargados del manejo del cuadro entre México y la Unión Soviética». A la obra se le perdió la pista en Varsovia, pero nunca llegó al destino ni tampoco regresó a su origen

«El cuadro se encuentra en perfecto estado»

 
Apasionado de la pintura, Cristian López Márquez (Rianxo, 1998) optó por una formación distinta, abandonando los pinceles, pero regresó hace dos años entrando en el mundo de la compra-venta de obras de arte.
 
 
       

EXPOSICIÓN VIRTUAL



 «El mar en las colecciones de Arte ABANCA y Afundación»




En ABANCA y su Obra Social, Afundación, trabajamos en favor de un modelo sostenible que una los esfuerzos de tod@s para crear e impulsar soluciones en pos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Así, el ODS 14 «Vida submarina» es para nosotr@s un objetivo prioritario: proteger y restaurar la salud del océano es parte de nuestra responsabilidad.
En la exposición virtual «El mar en las colecciones de Arte ABANCA y Afundación» ahondamos en estas cuestiones a través de obras pertenecientes a estas colecciones de arte, incidiendo en la importancia que el mar tiene en la vida y la cultura de las comunidades humanas. La piezas mostradas son las siguientes: Recolectoras de Francisco Leiro; Mariña gaivoteira de Correa Corredoira; Vista isométrica del continente antártico desde el mar de Weddell de Pamen Pereira;, Mulheres no cais de Di Cavalcanti; Cosedoras de redes II de Mario Granell; faro de cabo Home, fotografía sin título de Andrés Pinal; Joaquín Sorolla, Maruja Mallo y entre otros, cuatro tablas sobre fondos marinos de Urbano Lugrís; Costa de la Belle-Île de Germán Taibo; Marina de Tino Grandío; Estrellas de mar de Maruja Mallo; Después del baño, Asturias de Joaquín Sorolla; y Le feu sur la plage de Miquel Barceló.
Cuatro secciones conforman la muestra: «Cuidar, proteger y preservar»«Las profesiones del mar»«Naturaleza. Costas y fondo marino» y «Presencias, mitos y leyendas»Así, el mar ejerce de musa o modelo inspirador para algunos creadores y también como espacio de trabajo y de reivindicación de determinados oficios, para otros.
Esta exposición virtual se exhibe en Agalería, un espacio de ocio, cultura y educación que representa un novedoso proyecto nacido desde la premisa de ofrecer experiencias museográficas dinámicas y que evolucionará a medida que lo vayan haciendo la tecnología, las demandas de las personas visitantes y las exigencias de los contenidos para tratar.
¡Esperamos que la disfrutéis!

(NOTA DE ABANCA)
 

jueves, 11 de junio de 2020

ALFONSO ALBACETE



ALFONSO ALBACETE, PINTURA CON MAYÚSCULA




Alfonso Albacete (Málaga, 1950) es uno de los pintores más relevantes del arte contemporáneo español a día de hoy. Su obra ha sido expuesta en numerosos museos y galerías, teniendo el placer la Galería Ana Serratosa de poder incluirse entre ellas.
 
Este artista de origen andaluz, que pasó la mayor parte de su infancia en Murcia, fue discípulo del artista Juan Bonafé. Esto, unido al hecho de crecer junto a la costa levantina, harán de la luz y el color elementos fundamentales en su obra.
 
Albacete cuenta además con una formación en arquitectura.  Aunque terminó sus estudios, nunca llegó a ejercer de manera profesional, pues tan solo dos años después de licenciarse presentó su primera gran exposición individual en Madrid. Con ella recibió un gran abrazo de la crítica y la oportunidad de dedicarse completamente al arte de manera profesional.
 
Durante sus primero años tuvo una breve etapa conceptual, como muchos artista de su generación, pero pronto se decantó por la pintura, donde cuenta con una prolífica trayectoria.
 
El mar de la china, Dorado
 


Alfonso Albacete pertenece a una generación de pintores españoles que comenzaron sus andaduras a principios de los 70. En todos ellos se aprecian claros estilos personales que los hacen fácilmente diferenciables, pero también están presentes ciertos elementos comunes.
 
Es frecuente el uso de una paleta de colores vibrantes, así como un discurso apolítico en sus obra. Todos ellos apostaron por la pintura como medio de expresión, refiriéndose a ella con mayor o menor intensidad dentro de su obra.
 
En el caso de Albacete, la reflexión sobre la pintura es constante, y ha ido ganando intensidad con el paso de los años.
 
Destiempo 13, Primera siesta
 

Principales características de sus obras


Dentro de la generación de Alfonso Albacete existen varios artistas como Villalta, Gordillo o Manolo Quejido con unos estilos personales muy claros y diferenciadores. Por ello nos centraremos en destacar aquellos aspectos que resaltan dentro de la obra de Albacete.
 
El autor reconoce que el componente lumínico es una de las claves dentro de su obra. En ella predomina una luz blanca, propia del levante español, y que recuerda en más de una ocasión a los cuadros del también levantino Sorolla. Gracias a este elemento, Albacete consigue hacernos reflexionar sobre el paso del tiempo, así como dotar al cuadro de la vitalidad tan propia de su estilo.
 
Otro elemento a destacar es el uso de una paleta de colores vivos, tan recurrente entre su generación. Albacete tiende a sobresaturar esta paleta, como muestra de su admiración por culturas asiáticas como la India.
 
Para el autor, la relación entre lo real y lo imaginario es lo que se produce dentro de la obra, por lo que su estilo presenta ese equilibrio entre la figuración y abstracción que tanto lo caracteriza.
 
Por último cabe señalar que el uso de la figura humana en sus obras no es de una manera directa, sino simbólica. No pretende que se conviertan en el centro de atención del cuadro, sino una parte más dentro del mensaje. Es por ello que se representan figuras sin cara, desnudas o difuminadas, despojándolas así de los prejuicios del que mira.
 
El mar de la china, cadmio
 

Principales influencias artísticas en sus obras



En la obra de Alfonso Albacete se pueden encontrar referencias muy variadas. Algunas son muy claras y directas, como puede ser la importancia de la luz de Sorolla, pero otras necesitan una reflexión más sosegada.
 
El padre del artista se dedicaba al mercado de la seda, lo que supuso que a lo largo de su infancia recibiera visitas de mercaderes asiáticos con cierta frecuencia. El impacto de ver a empresarios de Japón o India en un niño de la España rural de 1950 sería extraordinario, lo que terminó despertando un temprano interés del artista por estas culturas.
 
Los colores sobresaturados son un claro reflejo de estas culturas, que llegarán a expresarse de una manera más clara en colecciones como “El mar de la China”, o en aquella dedicada a los jardines japoneses.
 
También podemos apreciar influencias de los expresionistas abstractos, con una figuración que tiende a abstraerse, o con la clara importancia de la luz en sus obras.
 
También se muestran trazas del Pop Art, Duchamp o incluso Pollock , con las recurrentes salpicaduras de pincel tan presentes en sus cuadros.
 
 Natura trece, Especulacción
 

Temas presentes en sus cuadros


Uno de los aspectos a destacar dentro de la obra de Alfonso Albacete es la temática, que se mantiene constante a lo largo de los años. En ella se ve una clara influencia de sus primeros años de arte conceptual, al trabajar minuciosamente sobre el concepto y el boceto antes de ponerse a representar.
 
La temática que más lo caracteriza es la reflexión sobre la pintura, cuyo fin es expandir sus límites. Como muestra de ello encontramos la figura del estudio del pintor que se repite a lo largo de los años. Albacete nos muestra la realidad que se produce dentro del estudio, el proceso creativo que tan frecuentemente tendemos a idealizar.
 
Otro de los elementos que aluden a esta temática son las pinceladas salvajes, o los intencionados chorretones, que nos recuerdan las materias primas con las que trabaja el artista y las vuelve más presentes.
 
Por último no podemos olvidarnos de la metapintura que tanto a repetido a lo largo de los años. Con ello nos referimos al hecho de incluir cuadros antiguos en sus obras, lo que vuelve a jugar con la idea del tiempo, y el trabajo del artista como creador.
 
También es importante señalar la recurrencia del paisaje en su obra. Estos paisajes suponen recreaciones de momentos o vivencias pasadas, donde se emplea de manera recurrente la línea del horizonte, así como la orilla del mar. 
 
Por último, no podemos pasar por alto el uso de la naturaleza muerta por medio de bodegones, ya sean clásicos o más actuales que sigue presente desde sus inicios. Estos bodegones funcionan como guiños para el espectador, que lo acercan al proceso de creación y lo ubica en el tiempo.

Variante-2016

Análisis de sus obras u obras más representativas


Como ya hemos señalado, Alfonso Albacete cuenta con una larga producción pictórica. Es por ello que hemos querido comentar algunas de sus obras más conocidas, para así poder conocer la artista más al detalle.
 

En el estudio

En el estudio podría considerarse como una de las obras más representativas de su trabajo, en parte porque es la que le dio a ser conocido a un mayor público, y por otro lado porque reflexiona sobre un tema muy frecuente en su discurso: el proceso creativo y la figura del pintor en pleno proceso de creación.
 
Esta obra se caracteriza por sus colores vivos, por el cuidado uso del cuadrado que se rompe por un arco que funciona como metáfora y punto de unión entre lo real y lo que ocurren en la cabeza del autor. 
 
Además cabe señalar la mancha blanca que representa al artista, y que al no estar definida pretende hacernos pensar en las idas y venidas del artista sobre el lienzo.
 
En el estudio


El mar de la China

El mar de la China es una obra compuesta por más de 20 lienzos que funcionan como una transición cromática, y que como muchos otras obras del autor, reflexiona sobre una misma idea, de ahí el sentido de la repetición.
 
En ella se aprecia un mar visto desde vista aérea, en donde aparecen salpicados unos barcos de la costa china. En ella el autor pretende reflejar tres realidades y hacernos reflexionar sobre cada una de ellas.
 
En primer lugar están las profundidades marinas, una presencia que puede pasar desapercibida pero que en todo barco se tiene muy presente. Por otro lado está la superficie del agua, que cambia de color a lo largo de la obra, y que también fruto de unos cambios.
 
Por último, sobre esta superficie acuática hay una serie de elementos que flotan, se relacionan con ella y dejan un reflejo sobre ella. Todos estos son los elementos presentes en esta obra, y sobre los que el autor trabaja de manera repetitiva.
 
 
Mar de la China y Cueva Negra
 




lunes, 8 de junio de 2020

ARTE EN LAS PAREDES



 Lula Goce:  El arte que florece en las fachadas




Lula Goce nace en Baiona, Galicia, creció entre aires salobres, morriña, percebes y poalla. A los 18 años se fue a Salamanca, donde se lincenció en Bellas Artes en la especialidad de pintura. Su trabajo artístico siempre estuvo vinculado al arte efímero especialmente en espacios urbanos, con murales e intervenciones en espacios públicos. En Barcelona realizó un Máster de creación artística y el DEA en la Facultad de Bellas Artes de la UB de Barcelona. Estudió Diseño Gráfico en la BAU e Ilustración en la Escola de la Dona, además de trabajar en centros de producción artística como Hangar, en Poblenou, y formar parte del espacios artísticos como Caminal o La Escocesa.
 
Tiene una tendencia cada vez mayor a profundizar en lo íntimo a partir de lo público, momentos personales y acciones solitarias que muestra en las fachadas, en la calle, expuestos a la mirada de transeúntes y curiosos. Para Lula Goce es primordial la interrelación con el espectador, el diálogo establecido con el entorno cuando trabaja, la reacción de los transeúntes durante todo el proceso son parte de la obra misma, que convive diariamente con el espacio público y aquellos que lo habitan. Además tiene un alto inetrés por el carácter efímero de las intervenciones urbanas, se crean, se deterioran y finalmente desaparecen borradas por el tiempo, dejando apenas una huella, la vuelta a la ruina.
 





 
 

domingo, 7 de junio de 2020

DESDE MÁLAGA




El confinamiento que volvió a inspirar los dibujos del malagueño Lorenzo Koubi


Lorenzo Koubi, junto a algunos de sus dibujos.
Lorenzo Koubi Jan no recuerda su infancia sin sus lápices y colores, dando forma con ellos a sus pensamientos en un papel. Ya con dos años, este malagueño recuerda que su madre le guardaba cuidadosamente los dibujos que pintaba a todas horas; una pasión que le acompañó también en la adolescencia y que le llevó a cursar sus estudios en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Málaga.
 
En los años 80 y 90, se dedicó al dibujo artístico pintando principalmente murales en la calle, elaborando logos..., trabajos que compaginaba con el negocio familiar. Lorenzo Koubi Jan es hijo del que fuera dueño de la discoteca Borsalino, en Torremolinos, uno de los lugares más emblemáticos de la movida malagueña de los 80. Sus padres, de origen francés, llegaron a Málaga en 1966 y, un año después, nació Lorenzo. Cuando tuvo edad no dudó en servir copas y también desplegar su lado más artístico organizando las fiestas temáticas en el mítico Borsalino.
 
La crisis de 2008 obligó a Lorenzo a dejar la pintura artística que cambió por «la de brocha gorda». Había que sacar a la familia adelante. De hecho, reconoce que se le quitaron las ganar de pintar. «Me casé, después llegaron los hijos y el trabajo artístico no da para todos los días, mientras que en la pintura industrial salen más cosas», comenta.
 
 
 
Pero, el destino es caprichoso, y mientras una crisis alejó a Lorenzo Koubi de su gran pasión, otra, la del coronavirus, lo empujó a volver a ella. «Al estar confinado me surgieron ideas. Sentado tranquilamente en el sofá frente a la tele o escuchando los titulares que mi mujer me leía de SUR, las noticias sobre la pandemia me sirvieron de inspiración», señala Lorenzo. Tomó lo que tenía a mano -los lápices de colores, rotuladores o ceras de sus hijos, y también acuarelas y temperas que tenía guardadas- y se dejó llevar por las musas.
 
Sus dibujos transmiten mensajes diferentes con un estilo muy personal. Lorenzo quiere plasmar en sus dibujos elaborados en folios Din A4 -«me hubiera gustado tener un buen papel», confiesa- las distintas fases del confinamiento, la lucha contra el coronavirus, el trabajo sin descanso de los sanitarios, la transición hacia la nueva normalidad...,y también darle un toque de esperanza y color a esta compleja situación a través de sus creaciones. Y, sobre todo, «quiero expresar lo que creo que la gente está sintiendo», apunta.
 
 
 
«Cuando me viene una idea, lo primero que hago es poner título al dibujo». Y así nacieron 'Salir', que realizó en pleno confnamiento, cuando solo se podía ir a la calle para realizar la compra o acudir a la farmacia. En este dibujo, Lorenzo representa a las personas como «hombres planta metidos en el coronavirus, que van saliendo poco a poco, como ahora con la desescalada, y una pared se rompe para que entre la luz de un sol radiante», explica.
 
O 'El fin de la cita', en el que intenta escenificar cómo era su día a día: «se me hacía muy largo hasta llegar a las ocho de la tarde, el momento de aplaudir». O 'Vamos a cortarle las antenas al virus', con el que quiso transmitir el mensaje esperanzador de que, entre todos, se puede combatir esta pandemia. Y uno de los más recientes, 'La nueva normalidad', en el que una paloma de papel, «frágil como la libertad que ahora tenemos», aparece enganchada al símbolo del euro y sobre una barra de pan, poniendo de manifiesto la crisis económica que ha provocado la Covid-19, y coronado con un globo en forma de corazón con una clara referencia a los sanitarios que han luchado contra esta enfermedad.
 
En definitiva, un diario gráfico de la cuarentena que Lorenzo Koubi piensa guardar como recuerdo de lo vivido durante estos meses. «No los pienso vender. Son dibujos que guardo para mis hijos, como un recuerdo personal. Además, si los vendiera podría hacer otros similares, pero los primeros son los primeros. Irremplazables».
 
(DIARIO SUR)

viernes, 5 de junio de 2020

LA BELLEZA DEL DÍA



 

“Homenaje a Francis Bacon", de Takashi Murakami


En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

 

"Homenaje a Francis Bacon (Estudio de George Dyer)" (2004), de Takashi Murakami

Lo llaman el “Andy Warhol japonés” por esa cosa tan occidental de intentar colocar etiquetas que generen algún tipo de apropiación a aquello que no les pertenece. Pero el pintor Takashi Murakami tiene una obra y un estilo lo suficientemente sólido como para desprenderse de cualquier asociación innecesaria. 

 

 Este polifacético artista trabaja en escultura, pintura, grabado e instalación. Es verdad que se estilo es Neo Pop, que tiene sus raíces en la vertiente que internacionalizaron Liechtenstein y el propio Warhol, pero su influencia es la de su historia, la de su herencia, y no sale de una lata de sopas.

 

Murakami nació y creció en Tokio y, como muchos jóvenes, deseó trabajar en la industria del manga, por lo que estudió en la Tokyo University of the Art, especializándose en Nihonga, el estilo tradicional de pintura japonesa.
 

Con el tiempo comenzó a experimentar con las leyendas de la cultura popular, denostada por no ser clasista, siempre con una mirada al animé y al manga). Nacía así el Superflat, término que describe características estéticas de la tradición artística japonesa y la naturaleza de la cultura posguerra. También se utiliza para describir el estilo artístico propio de Murakami y de otros artistas japoneses que han tomado su antorcha.
 

Muchos de sus trabajo giran en torno a Mr. Dob, un personaje creado que es en sí ya una marca reconocible a nivel global y que puede tomar distintas características, pero que no deja de aparecer, como en Homenaje a Francis Bacon (Estudio de George Dyer).
 

En sus obras, Murakami expresa una mirada crítica al consumismo y el fetichismo sexual, que emergió con fuerza tras la occidentalización producida después de la Segunda Guerra, la neurosis capitalista, la repetición y la distorsión de la mirada.
 

Los trabajos de Murakami se encuentran entre los más valorados del arte contemporáneo, sobre todo sus esculturas. Hiropon, una escultura satírica de tamaño natural de un carácter anime con pechos gigantescos lactando, fue vendido por USD 427,500 en la casa de subasta Christie’s en mayo de 2002, mientras que Miss Ko2, fue vendida por 567,500. Su trabajo ha seguido elevándose en valor y en mayo de 2008, My Lonesome Cowboy, una pieza inspirada en anime, de un muchacho que se masturba, fue vendida en 13.5 millones de dólares en Sotheby’s.