viernes, 27 de octubre de 2023

MARCO (VIGO)




El Museo Marco de Vigo inaugura la exposición "más extensa" dedicada al artista Juan Giralt


El 22 de septiembre se inauguró en el MARCO la exposición más extensa celebrada hasta la fecha de Juan Giralt (Madrid, 1940-2007), conspicuo representante de lo que el historiador del arte Víctor Nieto Alcaide llamó la vanguardia desplazada –aquella que protagonizó en España la ruptura estética en tiempos previos a la transición democrática– y uno de los artistas más sugestivos y singulares de la generación pictórica que protagonizó en España el cambio de siglo.

Pintor de pintores, respetado e influyente (la huella de su desinhibido eclecticismo y de su peculiar tratamiento del espacio pictórico es rastreable en muchos artistas posteriores), Juan Giralt no ha obtenido sin embargo la proyección institucional que su brillante trayectoria merecería. La exposición que le dedicó el Centro de Arte Reina Sofía en la temporada 2015/2016 contribuyó de forma muy importante a revertir la tendencia, pero todavía hay camino por recorrer.

Formado en el informalismo de los años cincuenta, reactivo a la solemnidad, afecto al humor y al juego metapictórico, virtuoso del color, ya en su etapa juvenil demostró una voluntad de búsqueda, de huida de los estereotipos y los encasillamientos que lo llevó a experimentar con diversos lenguajes, desde el expresionismo post CoBrA al pop, desde la abstracción de pulso geometrizante a la neofiguración, de la que fue uno de sus principales exponentes en el Madrid de mediados de los setenta.

Y de esta a los ochenta, años en los que recogió velas y se apartó de la escena para explorar nuevas vías. Fue en esa década menos prolífica de su carrera cuando fraguó el estilo que definiría su espléndida etapa de madurez. Pintura en el alambre, de síntesis, de conciliación entre extremos, desembocadura y culmen de sus experimentos previos entre abstracción y figuración, entre exploración formal y gesto. Si antes había avanzado dialécticamente, incorporando en cada nueva etapa el bagaje de las anteriores, ahora los aglutina, los desacraliza, los revuelve y despoja de jerarquías en un mismo espacio pictórico. Geometría y gesto, pintura construida a la vista. Emocional y fría, abstracta y elusivamente figurativa, salpicada de palabras pintadas, de inesperados dibujos estereotipados de objetos de la vida cotidiana, de ventanas tras las que se insinúan colinas, de trozos de carteles publicitarios y láminas escolares incorporadas mediante la técnica del collage; pintura sobre pintura en la que  cada equilibrio, es cuestionado, subvertido por su contrario. 

Al igual que la exposición del MNCARS, referente ineludible, la muestra del MARCO se centrará en esos años de plenitud en los que su estilo –siempre reconocible– alcanzó un peso de clásico. El espacio (las amplias salas de la 1ª planta) permitirá hacerlo en extenso, desarrollando vías que en aquella, por su menor tamaño, apenas se vislumbraban. Por ejemplo, si aquella incluía un recorrido inicial por su obra más radical de los setenta, la del MARCO arrancará un poco más atrás, en los sesenta, y llegará hasta los ochenta. Una mini retrospectiva desgajada del cuerpo principal de la exposición que, planteada como un prólogo, cumplirá el doble propósito de ofrecer un panorama más completo de su trayectoria, sacando a la luz la profunda lógica interna común a todas sus etapas, con constantes como el uso indistinto, en un mismo rango, del lienzo y del papel como soportes principales.






 cada equilibrio, es cuestionado, subvertido por su contrario. 

BRÉTEMAS

 


«Ardora», nueva exposición en la galería Stoupa de Cee



Son obras de la autoría del carballés Josecho González, visitables hasta el 28 de noviembre



Cambian las tonalidades y experiencias de la galería Stoupa de Cee con la llegada de esta estación otoñal. Hasta el 28 de noviembre penderán de sus paredes obras del artista carballés Josecho González, una muestra que lleva por título Ardora y que tendrá como piedra angular el fenómeno de bioluminiscencia que tanto dio que hablar este verano. Casi una quincena de obras pictóricas —acrílicos sobre lienzos o papel— en las que volúmenes geométricos son protagonistas, al igual que tres colores poco saturados que derivan en un «conxunto sereno e potente». Arte abstracto, lo complejo a través de lo sencillo y un tributo artístico a la costa.

Begoña González, a responsable da galería, explícanos a exposición: "A obra do coñecido artista Josecho González, trasládanos unha orixinal serie Brétemas formada por 14 obras, máis frías pero igual de hipnóticas, aínda que se manteña fiel ao seu estilo particular, configurada a modo engrenaxe coa superposición de volumes xeométricos e o uso dunha paleta constrinxida, marca un cambio de paradigma en canto ao que sensorialmente refírese. 

Josecho mostra as diferentes formas en acrílicos sobre lenzos e papel, xogando coa disposición, o tamaño dos soportes e os perfís cromáticos. Reduce o seu rango visual a unha paleta na que conxuga tres colores pouco saturados que comulgan xerando un conxunto sereno e potente. 

Concédenos nesta exposición, que se poderá visitar ata o 28 de novembro, a confirmación da verdadeira sensibilidade da arte abstracto, o complexo a través do sinxelo e, por suposto, unha homenaxe artística cargada do espírito das nosas costas".




viernes, 20 de octubre de 2023

TRES ARTISTAS

 

Tres exposiciones para quitarse el sombrero: Felipe Arturo, Vicente Blanco y Javier Arbizu

Motivos vegetales, esculturas cinéticas y objetos cotidianos protagonizan las propuestas de estos tres artistas en sendas galerías de Madrid.





Felipe Arturo. El objeto y el pensamiento


Vista de la exposición de Felipe Arturo en la galería Formato Cómodo



Galería Formato Cómodo. Madrid. 

Hasta el 28 de octubre. 

De 3.700 a 8.500 €


Pura vida. La exposición de Felipe Arturo (Bogotá, 1979) en la galería Formato Cómodo es una experiencia sensorial, un baile de esculturas vegetales al ritmo que marcan los ventiladores. Estas piezas cinéticas están hechas con fibras naturales, cintas trenzadas o sueltas manufacturadas junto a comunidades locales colombianas. El material es el mismo que el que se emplea para elaborar los sombreros con los que nos resguardamos del sol. Arturo reúne varias tipologías en las paredes de la sala y los transforma en lienzos interviniéndolos con diagramas que responden a distintos casos de evasiones fiscales de jefes de Estado y personajes conocidos.

El bajo continuo que riega todo el proyecto es el rumor que produce el movimiento, y la brisa que despierta. La lectura es más compleja que lo meramente sensorial. Nos habla también del extractivismo sufrido en Latinoamérica. Queda patente en una delicada escultura hecha con varios ejemplares de La vorágine (1924), el libro de José Eustasio Rivera sobre la fiebre del caucho.



Vicente Blanco. Los cuerpos inesperados



Vicente Blanco. Galería Silvestre



Galería Silvestre. Madrid. 

Hasta el 11 de noviembre. 

De 3.000 a 10.500 €


Más cercanos resultan los paisajes por los que Vicente Blanco (Cee, 1974) transita a diario, en una aldea a escasos 10 km de Lugo. Condensa en estas obras de gesso pigmentado y lápiz de color sobre lino varias escenas en las que las microviolencias, esas mismas que veíamos en la película As Bestas, acechan. Se mueve entre lo naif y lo grotesco, con una tensión de la que no conseguimos desprendernos, y no pierde detalle en las composiciones. Algunas de ellas las vemos a través de vallas de alambre, tras las que proliferan los insectos y animales amenazantes –garzas, saltamontes, caracoles–, y unos vecinos que todo lo inspeccionan.

La sexualidad está también muy presente y hacen cameos personajes fantásticos de alargadas siluetas. Dos de los lienzos se presentan enmarcados con madera maciza tallada, y toda la sala está cubierta por una malla blanca que esconde los vacíos naturales de la arquitectura y genera una nueva


Javier Arbizu. Pyramid Song



Javier Arbizu. Galería La Cometa



Galería La Cometa. Madrid. 

Hasta el 11 de noviembre. 

De 1.500 a 15.000 €


Crea también un espacio único Javier Arbizu (Estella, 1984) en La Cometa, transformando el suelo de la galería con toscos listones de madera que nos reconcilian con la preciosidad de su material fetiche: el bismuto, ahora con menos brillos que los que vimos en Generaciones 2020 en La Casa Encendida o en la galería Ángeles Baños. Se desprende poco a poco de la representación del cuerpo para recrearse en el juego de dobles, transformando objetos cotidianos en piezas inservibles.


Todo arranca con una maqueta de la galería en la que pesa la huella de Juan Muñoz, y termina con la propia puerta del espacio, intervenida hasta hacerla inservible (aparentemente no se puede cerrar). Fragmentos de cerraduras, tuberías y tijeras, todo vale. Una verdadera sorpresa que hace de Arbizu un nombre al que no perder la pista.


TEXTO: EL CULTURAL (EL ESPAÑOL)





MUSEO HELGA DE ALVEAR

 

Sandra Guimarães, la nueva directora llamada a transformar el Helga de Alvear: "Los museos son lugares para mejorar nuestra salud mental"

Tras permanecer al frente del de Bombas Gens Centre d'Art, (Valencia) durante tres años, la comisaria y gestora cultural aterriza en Cáceres para impulsar la mayor colección de arte contemporáneo de Europa: "Los museos nos ayudan a hacernos preguntas necesarias".



La comisaria y gestora cultural portuguesa Sandra Guimarães acaba de ser nombrada nueva directora del Museo Helga de Alvear en Cáceres, donde se encuentra la colección privada de arte contemporáneo más completa de Europa, con más de 3.000 obras de artistas contemporáneos.

Nacida en Oporto, llega al cargo después de resolverse un concurso público internacional, cuyos expertos valoraron "la carrera internacional de la candidata, la cual le aporta una amplia experiencia y una red de contactos con instituciones museísticas, artistas y profesionales que se consideran determinantes para la proyección internacional que se pretende dar al afamado museo". Poco después de su elección, atiende a YO DONA: "Asumir la dirección es un honor y una responsabilidad y haber sido elegida por un comité de expertos entre candidatas de todo el mundo me hace confiar en que, objetivamente, estoy donde tengo que estar".

Su carrera en las artes visuales abarca alrededor de 20 años e incluye cargos tan significativos como la dirección artística, durante tres años y hasta hace unos meses, de Bombas Gens Centre d'Art, (Valencia). A su vez, Guimarães ha sido curadora en el Museu Serralves (Oporto), entre 1998-2010, así como directora fundadora de programas en Remai Modern (Saskatoon, Canadá), entre 2015-2019.

La relación de Sandra Guimarães con el arte empezó a través de la literatura y los viajes: "Desde muy joven he tenido la suerte de viajar con mi madre, quien siempre me llevaba a museos. Visitábamos exposiciones en diferentes lugares y descubrí obras y museos. Siempre fui muy curiosa, me interesaba todo lo que era diferente y descubrir nuevos artistas que añadían a una historia del arte. Me interesaba todo lo que pudiera poner en duda mis propias certezas y no hay nada como el arte para eso, para hacernos pensar, reflexionar y disfrutar generando a veces más preguntas que respuestas. No me imagino haciendo otra cosa".

Primero, estudió Historia del Arte en la Universidad Libre de Bruselas, donde se especializó en Arte Contemporáneo y luego realizó un Máster en Gestión Cultural: "Siendo historiadora del arte siempre quise trabajar en un museo, con arte y con artistas, investigar y organizar exposiciones. Por ese motivo, volví a Oporto, mi ciudad natal, donde empecé mis prácticas con Vicente Todolí, un año antes de que se inaugurase el museo. Allí aprendí todo, trabajando más de cinco años con él y con los artistas, haciendo decenas de exposiciones".

Con esta amplia trayectoria, la directora portuguesa considera que "los museos, y en concreto el Helga de Alvear, ha de ser un instrumento crítico, capaz de crear una comunidad de relaciones a través del arte contemporáneo y donde absolutamente todas las personas se sientan bienvenidas, es el lugar de libertad, propiciando encuentros entre el arte, los artistas y la gente, en toda su diversidad". En su opinión, y desde la experiencia en la gestión cultural, se debe colocar siempre el arte y los artistas en primer lugar con la capacidad de generar encuentros y relaciones entorno en torno al hecho artístico.

"¿Somos realmente conscientes del poder transformador del arte?, ¿entendemos el potencial de un museo del s. XXI?", se pregunta para asegurar que "parte de mi trabajo es investigar y llevar a cabo acciones que nos transformen y nos permitan seguir avanzando como personas a través del arte y, en este contexto literario, hacerlo siempre en libertad porque siempre me he sentido libre a la hora de tomar decisiones".

Sandra Guimarães es firme defensora de los museos como espacios de apertura de espíritus, de cuestionamiento permanente de ideas y conceptos: "Para expresarlo de otra forma diferente, los museos son lugares indispensables porque nos confrontan el arte y a la realidad de nuestro mundo, ayudan a hacernos preguntas necesarias, nos permiten salir de nuestra individualidad, abren nuestra mente al mundo e incluso contribuyen a mejorar nuestra salud mental"

Para saber con exactitud a qué se refiere, la experta invita "a venir al Museo y dejarse llevar; lo veo en otras personas cada día". A nivel personal, visitar cualquier espacio artístico "supone un refugio, oxigena el cerebro y permite que nuestra mente respire, nos hace pensar y una gran obra de arte nunca se agota. Tiene varias capas -continúa- y su misterio es inagotable, de hecho, en muchas ocasiones, salimos del museo con más energía, con más esperanza y con nuevas experiencias enriquecedoras que nos llevamos con nosotros".

LA FUNDACIÓN

La galerista y coleccionista alemana -residente en España desde hace décadas- Helga de Alvear, impulsó la galería y el museo que llevan su nombre, convirtiendo a Cáceres en referencia mundial del arte contemporáneo gracias a la colaboración entre entidades públicas y privadas para que el proyecto fuese una realidad en 2021. Antes, en 2006 se constituyó la Fundación Helga de Alvear y cuatro años después se inauguró el Centro de Artes Visuales: "Helga no sólo es una de las galeristas y coleccionistas más relevantes del panorama artístico actual, sino que además ha tenido la generosidad de hacer posible este museo, donando su colección, financiando parte de la construcción del nuevo edificio y encargándose al 100% de la construcción de los almacenes que finalizará pronto. Es una persona admirable en todos los sentidos. Además, nos une una profunda pasión por el arte contemporáneo. Es algo visible y contagioso, que ambas esperamos trasmitir para que otras personas también se enamoren del arte como nos ocurre a nosotras".

Dos mujeres, dos líderes (Helga y Sandra), dos generaciones distintas pero unidas por un nexo común, el arte contemporáneo, -cada una en su espacio, posicionadas en cargos muy influyentes en el mundo de la cultura, y el del arte, en particular: "Soy consciente de que he podido disfrutar de grandes progresos respecto a las anteriores generaciones gracias a las contribuciones del feminismo a lo largo de la historia, pero por supuesto aún queda mucho por hacer". Aun así, matiza que "el progreso de los derechos de las mujeres y su visibilidad profesional no está garantizado en todas partes y debemos seguir trabajando por eliminar brechas. Algo que me gustaría destacar es el porcentaje excepcional de trabajadoras en el museo, circunstancias ejemplares que esperamos mantener".

Es esta misma línea, recuerda que "la historia del arte tiene sus zonas grises debido a la representación de diferentes desigualdades, ya sea por cuestiones de género o por otras discriminaciones y abusos de poder, como el legado del colonialismo con el que ahora convivimos. Desde el museo también debemos contribuir a saldar la deuda histórica de discriminación y nos toca integrar nuevas historias en un contexto polifónico", explica.

LIDERAZGO

Las condiciones de liderazgo y de trabajo en equipo son para la directora del Museo Helga de Alvear requisitos indispensables para cumplir sus objetivos: "Se trata de creer en un mismo proyecto compartido y cooperar, aprender unos de otros y seguir empujando en la misma dirección, con los trabajadores del museo, pero también con los artistas y las personas que nos visitan. El trabajo en equipo forma parte de la filosofía que impulsamos y va más allá de las oficinas. Aplica también a crear proyectos en conjunto con otras comunidades desde una perspectiva democrática, participativa, crítica y por supuesto, artística".

Precisamente, entre esas metas en su nueva etapa se encuentra que "una visita no sea suficiente, y que las personas vuelvan al Museo Helga de Alvear una y otra vez. Para eso, quiero posibilitar proyectos ambiciosos que puedan proporcionar experiencias transformativas para seguir teniendo un museo vivo, activo, que sea inclusivo, centrado en el artista, y que desarrolle la investigación a varios niveles. La próxima exposición estará dedicada a Carlos Bunga y compartiremos más información acerca de la futura programación más adelante".

Mientras prepara la siguiente muestra, Sandra Guimarães deja una última reflexión: "Espero que en el futuro podamos echar la vista atrás y asombrarnos de lo conseguido, el pensar que este museo es de todos, un espacio abierto que proporciona proyectos de arte ambiciosos, inclusivos y transformadores". Tiene al menos cuatro años para ello, tiempo que establecido en su contrato recién estrenado.

DAVID VIGARIO (EL MUNDO)


ARTE CONTEMPORÁNEO

 

ESTAMPA 2023: QUÉ VER EN LA GRAN CITA DEL ARTE CONTEMPORÁNEO DE ESTE OTOÑO EN MADRID



Este fin de semana IFEMA Madrid vuelve a convertirse en el hogar del arte contemporáneo. Desde el jueves, el pabellón 4 acoge la nueva edición de la feria Estampa, que tras 31 años celebrándose se alza con el título de la gran cita de otoño del mercado del arte en España, así como una referencia para el galerismo y el coleccionismo en nuestro país.

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domingo, 15 de octubre de 2023

PROYECTO ECOARTÍSTICO

 

ISLA: arte contemporáneo entre encinas, setas y praderas



Lucía Loren. ‘Hongos’. Foto: Javier Pérez Pla


La galerista madrileña Lucía Mendoza llevaba años dándole vueltas a un proyecto eco-artístico –”quizá desde hace más de lo que somos capaces de recordar”–. Algo que rompiera formatos y tiempos demasiado rígidos y apresurados en el mundo de la creación contemporánea. Hace 11 días puso la primera piedra con la presentación en sociedad de su original proyecto ISLA, en una finca de 11 hectáreas en la sierra madrileña, en Robledo de Chavela.

Su definición:  “Espacio de investigación, desarrollo y experimentación de ideas en la intersección entre arte, sostenibilidad y ecología”.

Su declaración de principios: “El proyecto, además de aunar dos de los pilares más importantes sobre los que sustentamos nuestro trabajo como son el arte y la sostenibilidad, engloba la percepción, en ocasiones idílica pero no imposible de alcanzar, que tenemos sobre la vida, las artes visuales, el medio que nos rodea. Al fin y al cabo, se trata de buscar equilibrio, de sanar, recuperar, investigar, proponer y enriquecer a través de prácticas artísticas sensibles al medioambiente”.

Para embarcarse en esta nave de creación artística entre prados, encinas, rebollos y sauces, Lucía Mendoza se ha hecho acompañar de la comisaria Blanca de la Torre.

Lo que nos contó Lucía Mendoza, a la sombra de una regia encina protegiéndonos de un sol exagerado en otoño, por mucho veranillo de San Miguel que sea: “Yo siempre he tenido como ideal montar una especie de Bauhaus, un espacio y un proyecto para el desarrollo, el conocimiento, la creación y la sostenibilidad”. La idea de ISLA, que quiere dar cabida con el tiempo a residencias artísticas, navega también hacia el archipiélago, estableciendo redes y colaboraciones con otros proyectos vinculados a la creación en las periferias como Cancha, en Chile; 3piedras, en Ara (Huesca), y la Fundación Díaz Caneja, en Palencia. “Vamos a buscar otros ritmos, escuchar primero a los expertos en el territorio, ornitólogos, geólogos, botánicos…, y a partir de ahí programar los proyectos artísticos”.

Blanca de la Torre, la comisaria, subrayó (bajo la encina y mientras nos tomábamos croquetas, tortilla y queso): “Lo importante ahora es existir. Ya hemos dado este primer paso. Hoy presentamos El Comienzo. Y a partir de ahí, trabajar en la intersección del arte y la ecología, trabajar de manera orgánica y transversal, creando nodos de investigación y experimentación. Es un proyecto que parte del territorio y ha de estar muy vinculado a él”.

Escuchar el territorio y cuidar el entorno. Crear otros calendarios y otros ritmos, frente al frenesí de aperturas, ferias e inauguraciones, la absoluta mercantilización del arte, absorbido por las ansias, prisas y ansiedades del capitalismo, que todo lo fagocita.


Tohiro Yamaguchi. ‘Infinite Butterfly’. Foto: Javier Pérez

“Siempre hemos reivindicado las periferias”, sigue De la Torre. “Y por ese camino vamos a seguir. Estamos convencidas de que de la periferia han de surgir las nuevas ideas, metodologías, discursos… Las nuevas formas de hacer”. “El trabajo de ISLA abordará algunos de los retos principales que afrontamos como sociedad, como la soberanía alimentaria, la protección del agua, la acción climática, la preservación de la biodiversidad, la contaminación o el cuidado de hábitats naturales, entre otros. Además, ISLA tiene el propósito de construir un decálogo de sostenibilidad, un marco específico de actuación para cuidar la huella ecológica de todo el proyecto y de sus actividades a lo largo de su ciclo de vida”.

Para presentarlo en sociedad, a un centenar de asistentes entre periodistas, artistas, comisarios y agentes culturales de diverso tipo, desde la danza a la arquitectura, ISLA (aparte de lo atractivo del nombre en sí, juega también a eso que se lleva ahora tanto a la hora de bautizar: es el acrónimo de Ideario de Sostenibilidad y Laboratorio de Arte) nos mostró 11 piezas artísticas muy bien distribuidas por la magnífica parcela, protegida como ZEPA y situada entre dos montes emblemáticos de la Sierra de Guadarrama: El Almojón y La Almenara. Desde la obra Traviesas (1989), de Agustín Ibarrola, porque, como dijo Mendoza, fue pionero en el arte conectado con la naturaleza, traviesas de ferrocarril intervenidas y dotadas de un carácter totémico; a Hongos (2023), de Lucía Loren, una atractiva composición en mimbre que recuerda tanto a las setas (Robledo de Chavela es uno de los municipios madrileños con mayor tradición micológica) como a las antenas que la NASA tiene colocadas en este pueblo para el seguimiento del Espacio Profundo, y cuya estación fue decisiva  en la recepción de señales de la llegada de la misión Apolo a la Luna en 1969.

Agustín Ibarrola. ‘Traviesas’ Fotografía cortesía de ISLA.

Más arte entre rebollos y encinas: Las infinitas mariposas escarlatas de Toshiro Yamaguchi; esta obra se inspira en el pensador chino Zhuangzi, quien en El sueño de la mariposa narra cómo un día, tras soñar que estaba revoloteando como un lepidóptero, pensó: “¿Realmente soñé que era una mariposa, o ese animal que vi en mi sueño es en realidad mi verdadero yo y la persona que soy ahora es el sueño de una mariposa?”. Y obras site specific de Juan Zamora, una instalación de bebederos para la fauna a partir de cáscaras de sandía tratadas con resina ecológica; Miguel Sbastida, instalación de piedras de roca de sal, y Elena Lavellés, instalación a partir de cores o testigos, que, mediante una barrena de Pressler, extrae muestras de los árboles de la zona; se trata de una aplicación artística de la dendrocronología, disciplina científica que estudia los cambios ambientales registrados en los anillos de los árboles como resultado de su crecimiento anual. Artistas muy vinculados a la galería que Lucía Mendoza tiene en el barrio de Las Salesas de Madrid, y que han mostrado especial interés en buscar la conexión y reflexión con la naturaleza y la sostenibilidad.

Sobre las obras site-specific que los artistas ya han sembrado por la parcela de Robledo, De la Torre apunta: “Las intervenciones que han realizado para ISLA hablan de buscar nuevos modos de reconectar con la naturaleza y el territorio, de reflexionar sobre el tejido que sostiene la vida, desplazando la mirada antropocéntrica en busca de fórmulas nuevas de cohabitar el planeta”.  “Todas ellas proponen una mirada ecocéntrica que trata de regeneración, de simbiosis, de despertar nuevas formas de imaginación ecopolítica para experimentar con otros modos de coexistencia y, en definitiva, de ser y estar en el mundo”.

Juan Zamora. ‘Aflorar las piedras’. Foto: Cortesía del artista.

RAFA RUIZ  (PÚBLICO)


OBRAS EN MOVIMIENTO

 


Las obras oníricas de Vincent Leroy hipnotizan al mundo




«Encuentro en la música un eco en mi trabajo». Toda una declaración de intenciones del artista francés Vincent Leroy para que entendamos su arte basado en la experiencia visual más que en las palabras. Son obras en movimiento que contienen un matiz poético y onírico capaz de eclipsar incluso al mismísimo Bad Bunny y Becky G. En el último festival de Coachella llegó con una impresionante instalación de esculturas reflectantes que acapararon todas las miradas. La más reciente creación tampoco se queda atrás. Se llama ‘Echo Lens’ y se encuentra a orillas del lago Esmeralda en Canadá. Descubrimos esta y otras de sus más espectaculares instalaciones.

Molecular Cloud x Coachela. Foto: Lance Gerber


Las instalaciones artísticas de Vincent Leroy son famosas por combinar tecnología avanzada y una estética visualmente impactante. Sus obras se suelen inspirar en elementos naturales, como el viento, las nubes y la luz, y las transforma en experiencias poéticas.

Slow lens, Shanhai. Foto: Vincent Leroy

La obra de Vincent Leroy está escribiendo las páginas del arte contemporáneo. «Mis instalaciones desafían las nociones tradicionales de espacio y tiempo, transportando a los espectadores a un estado de contemplación, explica.

Halo Boreal. Foto: Vincent Leroy

Su uso de la tecnología para crear experiencias visuales únicas ha inspirado a otros artistas a explorar nuevas posibilidades en el mundo del arte.





lunes, 9 de octubre de 2023

OTOÑO CON ARTE

 

Estas son las quince exposiciones que marcan el otoño artístico


Desde Picasso (siguen las celebraciones de su año) a Monet, pasando por los fotógrafos Sebastião Salgado y Chema Madoz, repasamos lo mejor de la cartelera de los museos y centros de la 'rentrée' artística



Imágenes de las exposiciones de Sebastião Salgado, Luis Gordillo, Antonio López y 'Popular'


Septiembre marca el nuevo curso y con él llega la esperada rentrée. Museos y galerías de nuestro país tachan ya los días que faltan para volver a abrir al público las exposiciones que marcarán el otoño.

Como cada año, Apertura Madrid Gallery Weekend y Barcelona Gallery Weekend, que este año comparten fechas, sincronizan sus relojes para abrir de manera conjunta las puertas de las principales galerías de arte. Los museos y centros nos se quedan atrás e inauguran entre septiembre y noviembre algunas de sus mejores muestras. 

Repasamos quince de las principales exposiciones que podremos ver en las diferentes instituciones españolas.

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ALGO SOBRE GUSTAV KLIMT

 

Obra y vida de Gustav Klimt



Gustav Klimt es reconocido como uno de los pintores más importantes del movimiento modernista de finales del siglo XIX y principios del XX. Sus obras se caracterizan por su estilo único y su fascinación por retratar la belleza femenina. A lo largo de su vida, Klimt desarrolló una amplia gama de estilos y técnicas que lo convirtieron en uno de los artistas más influyentes de su época.

Orígenes y primeros pasos

Nacido el 14 de julio de 1862 en Baumgarten, cerca de Viena, Klimt mostró un talento artístico desde temprana edad. Después de completar sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Viena, comenzó a trabajar como pintor decorativo junto con su hermano Ernst y su amigo Franz Matsch. Juntos, formaron el «Compagnie des Artistes», un grupo de artistas que se especializaban en la decoración de edificios públicos.

A medida que Klimt se desarrollaba como artista, empezó a experimentar con diferentes estilos y técnicas. Su primer gran éxito llegó en 1894 con la pintura «Filosofía», una obra que marcó el comienzo de su período dorado. Durante esta etapa, el artista utilizó una técnica decorativa y ornamental, caracterizada por el uso de patrones geométricos y el empleo de pan de oro.

Llega ‘el beso’ y otras obras

Una de las obras más famosas de Klimt es «El beso», pintada entre 1907 y 1908. Esta pintura muestra a una pareja abrazada, envuelta en una misteriosa atmósfera dorada. «El beso» es considerada una de las representaciones más icónicas del amor romántico en el arte. Esta obra también es representativa de la transición de Klimt hacia un estilo más simbolista, donde exploró temas como la sexualidad, la muerte y la espiritualidad.

A lo largo de su carrera, Gustav Klimt realizó numerosos retratos, especialmente de mujeres. Sus retratos se caracterizan por la sensualidad y la belleza que lograba plasmar en sus modelos. Uno de los retratos más conocidos es «Retrato de Adele Bloch-Bauer I», también conocido como «La dama dorada». Esta pintura, terminada en 1907, muestra a Adele, una de las musas del autor, vestida con un espléndido vestido dorado que se funde con el fondo de la obra.




Otros encargos y trabajos

A medida que Klimt ganaba reconocimiento y prestigio, también comenzó a recibir encargos de instituciones y clientes privados. En 1897, fue comisionado para realizar los murales del techo del edificio principal de la Universidad de Viena. Estos murales representan la filosofía, la medicina y la jurisprudencia, y son considerados una de las obras maestras de Klimt.

Además de su trabajo como pintor, también fue cofundador de la «Secesión de Viena», un movimiento artístico que buscaba romper con las tradiciones conservadoras del arte y promover el arte moderno. Como parte de la Secesión, Klimt participó en exposiciones colectivas y también fue presidente de la asociación durante varios años.

Vida personal y legado

La vida personal de Gustav Klimt estuvo marcada por su dedicación al arte. Aunque se sabe poco sobre su vida privada, se le atribuyen numerosos romances y relaciones con sus modelos y musas. Sin embargo, él nunca contrajo matrimonio ni tuvo hijos.

El legado de este pintor tan especial perdura hasta el día de hoy. Sus obras son admiradas por su belleza estética y su capacidad para transmitir emociones. Sus retratos y paisajes han dejado una huella imborrable en el mundo del arte, y su influencia se ha extendido a lo largo de generaciones de artistas.

Francisco María (OK DIARIO)