lunes, 27 de enero de 2020

SUSANA SOLANO . ACTA (DOS)



La obra de Susana Solano se da un homenaje en Valladolid




Nacida en Barcelona en 1946, Susana Solano alcanzó relevancia internacional a partir de los años 80. Cuenta con tres de sus obras en el haber de la Colección Arte Contemporáneo, las cuales estarán presentes en la exposición.
 
Acta (dos) es una exposición producida por el Institut Valenciá d’Art Moderno (IVAM), que tras su paso este verano por Valencia recala ahora en Valladolid adaptándose a los espacios del Museo Patio Herreriano. La muestra, realizada gracias a la colaboración entre estas dos entidades, ocupa las salas 3, 4 y 5 de la segunda planta además de la Capilla y en la Sala 9.

 
 
La exposición está comisariada por Ramón Escrivá, conservador del IVAM y responsable de la muestra en Valencia, y Javier Hontoria, director del Museo Patio Herreriano. A la obra que formó parte de la exposición valenciana se aporta aquí una mirada complementaria que satisface la voluntad del museo vallisoletano de revisar y reverdecer las obras de la Colección Arte Contemporáneo.
 
Susana Solano plantea lo escultórico no como objeto tridimensional, sino como espacio y forma abierta, permeable y de dimensiones progresivamente más grandes.
 
La muestra está dividida en diferentes climas que se desprenden de la gran variedad de materiales que ha utilizado Susana Solano en este casi medio siglo de trabajo. El hierro, el mimbre, el aluminio, el yeso, el plomo… La suya ha sido una investigación de una profundidad y una magnitud descomunal. Al tiempo que acotaba y producía espacio, la artista examinaba la materia y sus diferentes estados forjando una metáfora de lo sólido y lo líquido, de lo que fluye y se desplaza, deslizándose, derramándose, desbordando un espacio o apenas sugiriéndolo. Asimismo, la exposición revela el interés que por otras culturas ha mostrado Solano, infatigable viajera, y el modo en que los gestos, formas o verbos de tradiciones lejanas en el espacio y en el tiempo se han ido incorporando a su trabajo.

MÁS INFORMACIÓN
 
 
 

HASTA FEBRERO

miércoles, 22 de enero de 2020

NOTICIA ARCO 1



ARCOmadrid 2020 quiere reforzar su carácter como feria con más de 200 galerías

ARCOmadrid 2020 quiere reforzar su carácter como feria con más de 200 galerías
Imagen de la pasada edición de ARCOmadrid.


ARCOmadrid 2020 celebrará su 39ª edición del 26 de febrero al 1 de marzo y reforzará su carácter como feria para el conocimiento de creadores nacionales e internacionales, con un total de 210 galerías de 30 países.
 
Además, el evento, organizado por IFEMA, incorpora como tema central el concepto ‘It’s Just a Matter of Time’ (es solo una cuestión de tiempo), desde el que se observarán prácticas artísticas a partir de la obra de Félix González-Torres.
 
De acuerdo con IFEMA, ARCO "goza de buena salud" al contar con la confianza del sector en la Feria y en el mercado español, que se ha visto reflejado en el interés de las galerías por participar en la próxima convocatoria, en la que se ha producido un crecimiento de las solicitudes de participación y en la presentación de proyectos "más arriesgados" para sus espacios.
 
De este modo, ARCOmadrid potenciará la participación de los artistas dándoles más voz durante su celebración, a través de charlas, visitas guiadas y de un mayor número de proyectos de artista. Entre las galerías que han depositado su confianza en ARCO, destacan Massimo Minini y Francesca Minini; Perrotin, Barbara Weiss o Jan Mot, entre otros.
 
Por último, la participación de galerías españolas ha registrado un ligero incremento hasta sumar un total de 70 de diferentes ciudades españolas, como Ángeles Baños (Badajoz), Nordes (Santiago de Compostela) o Art Nueve (Murcia). Por su parte, Latinoamérica será de nuevo una de las principales representaciones internacionales de la Feria. Un 22 por ciento de la participación internacional (67%) lo acapara la presencia artística del continente americano, con especial presencia de Brasil y Argentina.

PREMIO DE ARQUITECTURA




CRISTINA IGLESIAS PREMIO  DE ARQUITECTURA DE LA ACADEMIA REAL 2020

 
La Royal Academy of Arts de Londres anunció que la artista española Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) recibió el premio de este año, en honor a su inspiradora contribución a la cultura de la arquitectura.
 
 
Para conmemorar el tercer año del premio anual, que cuenta con el apoyo de la Fundación Dorfman, el distinguido jurado internacional ha reconocido la tradición duradera y vital del arte público para mejorar la calidad de los espacios cívicos abiertos. Las obras de Iglesias, como la serie "Ríos y espacios públicos" (2006-2018), crean una sensación de reunión pública, con su llenado y vaciado de agua que combina espectáculo y un antídoto contra el ruido y el ritmo de la vida urbana que lo rodea. Sus colaboraciones inspiran y sirven de recordatorio para los arquitectos sobre el papel crucial de la provisión de espacio público en las ciudades. Dado que las ciudades albergan a más y más personas, el espacio público generoso es cada vez más necesario para la reflexión y el descanso. Las obras de Iglesias existen en diálogo con los edificios a su alrededor, pero van más allá al invitar a sus audiencias, habitantes de la ciudad, a contemplar su entorno a través de la introducción de agua corriente e imágenes naturalistas que recuerdan las hojas caídas.
 
Cristina Iglesias ha tenido la oportunidad de trabajar con algunos de los arquitectos más importantes de finales del siglo XX y principios del XXI, creando obras comprensivas que recompensan la reflexión sostenida.
 
En el Centro Botín, su obra Desde lo Subterráneo (2017) rodea el dramático edificio de Renzo Piano en 2017. En Toledo, adquiere un contexto dramáticamente diferente con Tres Aguas (2014) sentada dentro de una torre de agua recuperada, un convento y la plaza del ayuntamiento, respectivamente. Y en Madrid, Umbral de entrada (2006-7) establece una nueva dinámica entre el espacio público y el interior del Museo del Prado.
 
Estas intervenciones son representativas de un cuerpo de trabajo que está reformando cuidadosa y convincentemente la forma en que los habitantes de la ciudad experimentan sus entornos urbanos. Su trabajo inspira nuevas formas de pensar en arquitectura, donde sea que surjan.
 
 
 
 

viernes, 17 de enero de 2020

CURSO ONLINE GRATUITO



¿Qué es el arte contemporáneo? MoMa responde en un curso online gratuito



El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) ofrece “una mirada en profundidad” a más de 70 obras de su colección que datan entre el 1980 y la actualidad.
 
El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) anunció este miércoles, 15 de enero, el lanzamiento de un curso por internet gratuito para explicar qué es el arte contemporáneo.
 
El taller estará disponible a través de la página Coursera y ofrece una mirada “en profundidad” a más de 70 obras de la colección del museo que datan entre el 1980 y la actualidad, con especial énfasis en el arte producido en la última década.
 
Los alumnos podrán escuchar directamente a los artistas, arquitectos y diseñadores de todas las partes del mundo sobre sus procesos creativos, materiales e inspiración.
 
El curso se organiza en torno a cinco bloques temáticos que tratan asuntos como:
  • Los medios.
  • La televisión e internet.
  • Los territorios y los movimientos migratorios.
  • Los materiales y la producción del arte.
  • El poder.
Los temas se exploran a través de obras de arte y los ejemplos incluyen la opción de ver obras en 3D o realizadas con la ayuda de inteligencia artificial.
 
Entre los recursos a los que se podrá acceder destacan películas inéditas de Sheila Hicks, Arthur Jafa, Pope L. o Rael San Fratello, que actualmente cuentan con obras en exposición en el MoMA.
 
Los alumnos también podrán escuchar más de 30 audios y leer entrevistas escritas con artistas de la colección del MoMA como Beatriz González, Xiao Lu, Dayanita Sighn o Amanda Wlliams, entre otros.
 

“Los alumnos desarrollarán un conocimiento más profundo de las prácticas de los artistas y de cómo éstos responden a los asuntos y cuestiones de nuestro tiempo”.

jueves, 16 de enero de 2020

ALGUNAS EXPOSICIONES EN MADRID




Las nuevas citas con el arte en Madrid para 2020: arte latinoamericano, fotografía y moda


Exposición Colección Engel. Obra de Juan Downey
La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Cultura y Turismo, ha programado para el primer semestre de 2020 siete muestras dedicadas al arte contemporáneo, la fotografía y la moda en sus salas de exposiciones.
 
La Sala Alcalá 31 acogerá en febrero su ya clásica cita con el arte latinoamericano con la exposición ‘Gran Sur: Arte contemporáneo chileno en la colección Engel’, que indagará en la extraordinaria escena de varias generaciones de artistas chilenos, tanto dentro como fuera de su país. Comisariada por Christian Viveros-Fauné, la muestra contará con nombres como Juan Downey, Fernando Prats, Voluspa Jarpa o Pilar Quinteros.
 
A partir de mayo, la artista Azucena Vieites llegará a Alcalá 31 con la muestra ‘Playint Across Papers’, comisariada por Mariano Mayer. En esta exposición se ofrecerá la reflexión de la artista sobre las jerarquías del dibujo convencional, a través de obra en papel, con el fin de componer distintos conjuntos fragmentarios y construir diversas repeticiones rítmicas y aleatorias.
 
Por su parte, la Sala Canal de Isabel II dedicará sendas exposiciones a dos talentos españoles dentro del campo de la moda y la fotografía. Entre febrero y mayo, David Delfín será el protagonista de una retrospectiva que incluirá sus colecciones más emblemáticas y que estará comisariada por Raúl Marina. La muestra realizará un recorrido por las obras de este polifacético creador, que realizó diversas incursiones en el ámbito de las artes visuales, la música o la televisión.
 
A continuación, coincidiendo con el Festival PhotoESPAÑA, la Sala Canal de Isabel II acogerá una monográfica sobre Juan Valbuena, fundador de NOPHOTO. Un fotógrafo cuyos proyectos están muy relacionados con el viaje, el territorio y la memoria, a la vez que están influenciados por otras disciplinas como la edición, el vídeo y la literatura. Comisariada por Sandra Maunac, esta muestra será la primera individual de Valbuena.

La Sala de Arte Joven, especializada en arte emergente, inicia su actividad de 2020 con la exposición ‘Una imagen que no duela ni cueste mirar’, uno de los proyectos ganadores de la última convocatoria de ‘Se busca comisario’. Entre enero y marzo, los comisarios Anne Françoise Raskin y Víctor Aguado presentarán una antología crítica de la noche madrileña desde el arte y otros ámbitos culturales como la poesía, la performance y la música, con artistas como Jesús Madriñán, Elisa Pardo Puch o Paula García Masedo.
 
Otro proyecto ganador de ‘Se busca comisario’ protagonizará la programación de la Sala de Arte Joven entre marzo y mayo: ‘Del todo imposible’. Comisariada por Christian Fernández Mirón, es una revisión de la memoria y la historia de la Sala de Arte Joven a través de una nómina de artistas ya consagrados que reinterpretarán y revisarán proyectos precedentes realizados por ellos mismos en este espacio expositivo, que cuenta con 30 años de trayectoria.
 
Cerrando su oferta del semestre, esta sala expondrá el proyecto ganador de la tercera edición de ‘Primera fase’, una convocatoria destinada a artistas emergentes, en colaboración con DKV Seguros, y cuyo fallo del jurado se conocerá durante el mes de febrero.      

                           





 

domingo, 12 de enero de 2020

MUSEO PROVINCIAL DE LUGO




                 A métrica do ilusionismo. Caxigueiro





A MÉTRICA DO ILUSIONISMO é unha proposta que revisa as series máis representativas de Caxigueiro dende o 2005 -última exposición individual en Lugo- ate a actualidade.
 
A evolución do seu traballo pasa por indagar en espazos que sempre lle espertaron interese pero que só nos últimos anos adquiriron unha relevancia maior. Tanto a fotografía como a poesía estiveron presentes na súa traxectoria discretamente, aportando matices, enriquecendo e ampliando a contorna que ían marcando a escultura e a instalación. Hoxe comparten tempo e procesos e, con frecuencia, establecen relacións tan próximas que resulta difícil saber onde está realmente a orixe dalgunhas creacións. Cada disciplina dispón de autonomía dabondo para achegarnos a experiencias perceptivas ben diferentes.

 
 
Esta mostra, aínda que pode sorprender, resume á perfección os cambios que se foron dando, dun xeito pausado, sen guión previo, deixando aflorar unicamente as necesidades estéticas e conceptuais de cada momento. Seguen presentes as mesmas teimas: o interese por narrar, a seriación, o social, etc.














ENTREVISTA CON EL ARTISTA
 
Ata o 25 de febreiro de 2020.

viernes, 10 de enero de 2020

EXPOSICIÓN EN RIBEIRA

         
 

Exhiben obras de Toulouse-Lautrec ata o 22 en Ribeira    

Poden contemplarse no Museo do Gravado de Artes // Están expostas trinta e seis litografías

 
 
 
O Museo do Gravado de Artes (Ribeira) acolle dende o pasado día 13 ata o vindeiro 22 de xaneiro unha nova exposición, titulada Toulouse-Lautrec: Elles (1890)-Litografías (1893-1900), que amosa trinta e seis obras litográficas do artista francés Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec-Montfa (1864-1901).
 
Comisariada por Daniel Buján e coordinada por Pastor Rodríguez, director do centro museístico ribeirense, a mostra foi inaugurada o venres nun acto que contou ademais coas intervencións de Javier Expósito, vicepresidente da Fundación Museo de Artes; da tenente de alcalde de Ribeira, María Sampedro; e da deputada provincial Sandra González.
 
Numerosas persoas quixeron estar presentes nesta apertura dunha exposición que integra dúas coleccións denominadas Elles, composta por once obras a cor coas que, en palabras de Daniel Buján, o artista "chega ao seu cénit" situándose á altura de xenios como Goya, e Litografías, con creacións que abranguen dende o ano 1893 a 1900.
 
Por outra banda, no mencionado museo estase a desenvolver esta fin de semana o primeiro curso sobre a técnica de estampación denominada V33, ideada polo catedrático da Universidade de Salamanca José Fuentes Esteve, encargado de impartilo xunto co artista Antonio Navarro.
 
Para conmemorar o 140 aniversario da publicación do poemario Aires da miña terra, o centro quere realizar unha exposición e editar en 2020 un volume ilustrado desta obra, primeiro libro dun dos grandes poetas do Rexurdimento, Manuel Curros Enríquez. E, con tal fin, os alumnos e alumnas participantes no obradoiro están a realizar as ilustracións coas que se editará un volume especial de dito poemario.

O taller chegará hoxe ao seu fin coa entrega de diplomas, ás 14.00 horas, que serán entregados polo presidente da Fundación Museo de Artes do Gravado e o alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz Rivas. Aos resultados obtidos nesta primeira edición sumaranse os da segunda quenda, que terá lugar no vindeiro mes.
 
HASTA EL 22 DE ENERO

EXPOSICIÓN EN LALÍN




El Museo Municipal de Lalín presenta una exposición con 43 obras de Maruja Mallo y Luis Seoane


En la tarde ayer se iniciaron los trabajos de montaje de la exposición "Creacións máxicas de medidas exactas. Maruja Mallo e Luis Seoane en Bos Aires (1936-1965" que se inauguró esta tarde en el Museo Municipal, a  las 20.30 horas, con la presencia de, entre otros, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y el alcalde de Lalín, José Crespo, y el comisario de la muestra, Antón Castro. La cita se ha querido enmarcar desde el Ayuntamiento dentro de la programación de la LII Feira do Cocido que este año tiene como cartelista a otra gran figura del arte contemporáneo gallego como es el cambadés Francisco Leiro.
 
Las tareas de instalación de la exposición fueron supervisadas por el propio Antón Castro. En total son 43 obras pictóricas de los dos máximos exponentes del vanguardismo histórico como Maruja Mallo y Luis Seoane. De Mallo se pondrán contemplar 18 cuadros, mientras que de Seoane hasta el 13 de mazo cuelgan del Museo de Lalín 25 magníficos exponentes de su imaginario creativo. Castro estuvo acompañado por la edil de Cultura de Lalín, Begoña Blanco, durante unos trabajos que se prolongaron a lo largo del día.
 
La exposición tiene la particularidad de que reúne obras que nunca antes han sido expuestas, puesto que desde que fueron realizadas por los dos artistas en su etapa bonaerense pasaron a manos de coleccionistas privados y, por lo tanto, gran parte de ellas serán colgadas públicamente por vez primera. Desde el Concello se recordaba ayer que, aunque cualquiera podrá visitarla en el horario habitual del museo hasta el 13 de marzo, a lo largo de los meses de enero y febrero tendrán lugar actividades en torno a ella.
 
 
 
HASTA EL 13 DE MARZO
 
(FARO DE VIGO)

miércoles, 8 de enero de 2020

MAESTRO DEL SUPERREALISMO




Claudio Bravo Camus, el maestro del superrealismo que nunca pintaba vacas

 

El autodidacta artista chileno destacó por el efecto de extremo realismo en sus trabajos, siempre influenciados por pintores del barroco español



Hace décadas era más difícil triunfar al traspasar fronteras, pero Claudio Bravo Camus lo consiguió. Incluso logró vender en 2004 su cuadro White Package, de 1967, por más de un millón de dólares. Además de un amplio legado artístico, el pintor chileno, que llegó a decir que era sudamericano solo por el pasaporte y sin influencias artísticas del continente que lo vio nacer, también dejó un importante patrimonio inmobiliario y de obras de arte en diferentes países que echaba por tierra la creencia de que del arte era imposible vivir…
 
Su primer contacto con el arte lo tuvo a los nueve años, visitando una exposición junto a su madre y a su hermana. Se quedó prendado de los vaciados de yeso de esculturas antiguas y la experiencia marcaría su vida. Desde aquel primer instante siempre sintió admiración por las esculturas antiguas, que incluso llegó a coleccionar.
 
Sus pinturas pusieron siempre el virtuosismo técnico al servicio de una imaginación formada por la pintura maestra antigua, especialmente el trabajo de artistas españoles del siglo XVII como Zurbarán, Cotán y Velázquez, aunque también con influencia de notas surrealistas de Dalí.
 
Claudio Nelson Bravo Camus nació el 8 de noviembre de 1933 en Valparaíso (Chile), aunque pasó gran parte de su infancia en el campo, en Melipilla. Su padre era un adinerado terrateniente con tres fincas y su madre había sido una artista aficionada en su juventud. Fue una familia numerosa de ocho hijos, con una hermana mayor y Claudio el mayor del resto de hermanos, todos varones. Esa situación lo convirtió por decreto en el heredero de las propiedades familiares, aunque él nunca mostró interés alguno ni por las fincas ni por las vacas que poseía la familia, hasta el punto de no querer pintar jamás a ese animal, al que calificaba como “el más feo del mundo” al verlo en cuadros de los maestros holandeses.
 
El pequeño Claudio siempre quiso ser pintor. Estudió con los jesuitas en el Colegio San Ignacio, donde ya despuntó con dibujos realistas en sus cuadernos e ilustró la revista colegial. Sin embargo, su padre se negó a que fuera artista antes de acabar los estudios y le auguró el peor de los futuros: “Te morirás de hambre, serás un fracaso, un vagabundo”, le repetía a menudo, e incluso en una ocasión le quemó sus herramientas de pintura.
 
Fue precisamente en la escuela cuando un jesuita que se convirtió en su confesor, el padre Dusuel, lo animó a pintar y lo recomendó al maestro Miguel Venegas, que era el único profesor de arte en la ciudad. Con él estuvo tres años y se familiarizó con todo tipo de obras de arte y artistas europeos a través de libros y periódicos, razón por la que a lo largo de su carrera tuvo mucho de autodidacta y ninguna influencia hispanoamericana.
 
A los 17 años Bravo realizó su primera exposición en el prestigioso Salón 13 de Valparaíso. Durante su adolescencia y parte de su juventud también compaginó su vocación pictórica con el baile en la Compañía de Ballet de Chile, pero después de mudarse a Concepción dejó el baile y lo cambió por las artes visuales, convirtiéndose en un retratista muy solicitado.
 
En la década de los 60 se estableció como retratista en Madrid, donde obtuvo un inmediato y unánime reconocimiento por su asombrosa capacidad de crear verosimilitud en sus obras. Su habilidad para representar objetos y formas complejas hicieron que fuera comparado con Velázquez. Siempre recordó como una de sus mayores satisfacciones ver las obras del Prado a tamaño natural, cuando antes siempre las había visto en revistas y periódicos.
 
A finales de la década, en 1968, Bravo Camus recibió una invitación del dictador filipino Ferdinand Marcos para pintarlos a él y a su esposa, Imelda Marcos, así como a miembros de la alta sociedad filipina, pero acabó rechazando la oferta porque se negaba a que sus trabajos fueran realizados a partir de fotografías y prefería tener al modelo presente. Siempre defendió que había que "capturar la esencia del objeto a pintar, y eso solo se puede realizar teniendo en frente al modelo”.
 
En 1970 realizó su primera exposición en la Staempfli Gallery de Nueva York y su fama internacional se convirtió en mundial. En este periodo empezó a pintar paquetes envueltos y atados con cuerdas en un estilo realista realzado. “Los fotorrealistas, como las máquinas, copiaron directamente de las fotografías”, dijo a la revista Américas en 2001 para defender su autodefinición de pintor superrealista: “Siempre he confiado en el tema real porque el ojo ve mucho más que la cámara: medios tonos, sombras, pequeños cambios en el color o luz”.
 
Tras conocer Marruecos junto al escultor Raúl Valdivieso, estableció su lugar de residencia en Tánger en 1972. Allí compró una mansión de tres pisos del siglo XIX. Con el tiempo, las adquisiciones patrimoniales se hicieron una constante al tener un gran éxito y no tener que depender de los retratos para vivir: tenía cuatro villas en Marruecos, un apartamento en Manhattan y otro en París.
 
Aunque la fuerte demanda de sus pinturas lo liberó de tener que trabajar para vivir, siempre aceptó los encargos ocasionales, como en 1978, cuando pintó un retrato de Malcolm Forbes vestido con un mono de piloto de motos y rodeado de cascos de moto.
 
En 1994 el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile organizó una exposición retrospectiva de su obra por la que pasaron más de 280.000 visitantes. Nadie imaginó que asistirían tantas personas después de haber pasado las últimas décadas viviendo en Marruecos y ser prácticamente un desconocido en Chile.
 
Años más tarde, en 2000, donó al Museo del Prado 19 esculturas grecorromanas. Fue precisamente el 24 de mayo de aquel año cuando, después de inaugurar la muestra La donación de Claudio Bravo, los ahora reyes eméritos de España, don Juan Carlos y doña Sofía, le impusieron la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio.
 
Bravo realizó a lo largo de su vida una cincuentena de exposiciones individuales y participó en muchísimas colectivas, formando parte sus obras de las colecciones de una treintena de museos.
 
Desde 2000 fijó su residencia de invierno en Marrakech y el resto del año lo pasaba en Tánger. Su última exposición tuvo lugar en octubre de 2010 en la Galería Marlborough de Nueva York. El 4 de junio de 2011 sufrió un ataque de epilepsia en Marruecos. Trasladado de urgencia al hospital, le sobrevinieron dos infartos que le causaron la muerte. Tenía 74 años. 
 
Su fallecimiento le impidió hacer frente a los proyectos que tenía en mente, como crear una fundación en España y hacer un museo en Chile con su colección privada y objetos personales, como las esculturas romanas, sus obras de Andy Warhol, de Francis Bacon o de Manolo Valdés, sus lacas chinas antiguas y sus vidrios romanos, las esculturas de Botero, Rodin, Benjamín Lira y Vicente Gajardo, y su fantástico conjunto de muebles contemporáneos.
 
Su consolidada trayectoria internacional de más de 50 años convirtió a Claudio Bravo Camus en uno de los pintores con mayor prestigio en todo el mundo gracias a su estilo realista muy cercano al hiperrealismo.







lunes, 6 de enero de 2020

MUSEO DE BELLAS ARTES DE BILBAO



Isabel Baquedano, la historia más hermosa de una perla rara en el arte del S. XX

Detalle de Autorretrato con vestido blanco (Introspección), c. 1980. Colección particula


La pintura de Isabel Baquedano (Mendavia, Navarra, 1929 – Madrid, 2018) es sobrecogedora y, sobre todo, complicada de clasificar en un sólo movimiento artístico concreto. El Arte Pop procedente de Reino Unido y EEUU se aprecia en su obra, por ejemplo, ‘Peluquería de señoras’, el Simbolismo está absolutamente presente en su obra a la hora de usar el color y los volúmenes, el Futurismo impregna sus coches y sus solitarias estaciones de autobús, tan bellas e introspectivas, mientras el conocimiento del Renacimiento primitivo se percibe indudablemente en sus escenas religiosas que pinta sin cesar hasta el final de sus días.
 
El universo interior de Baquedano es, créanme, indescriptible y aún desconocido, sobre todo porque la artista, como se ha dicho en diversas ocasiones sobre ella, vivía por y para la pintura rehusando participar en las exposiciones donde, sin duda, debía estar. No sólo por la calidad de su obra y por su contemporaneidad, sino por su aportación a la Historia del Arte, la aportación de un lenguaje artístico que se revisaba una y otra vez de manera incansable hasta dar con algo asombrosamente siempre novedoso.
 
Su obra es un vaivén de sensaciones, es emotiva, a veces irracional, a veces tremendamente cotidiana. Cada paso por su trayectoria permite ver algo que no se había visto antes. Sólo una mirada a sus composiciones, todas aparentemente inacabadas, basta para que esa mezclar entre lo cotidiano y lo espiritual azote, sin saber la razón, el alma. Por su engañosa sencillez es posible pensar que se está ante una obra formalmente plana, pero sólo una persona con un conocimiento intenso y puro de la Historia del Arte es capaz de dar soluciones artísticas y pictóricas como las que hace la artista navarra a cada uno de sus cuadros.
 
Despedida, 1976. Colección Mercedes Navarro Latorre

Ahora, merecidamente, el Museo de Bellas Artes de Bilbao ha dedicado una gran exposición a Isabel Baquedano bajo el nombre de ‘De la belleza y lo sagrado’ que podrá verse hasta el mes de enero de 2020. “Tengo el gusto de presentar esta primera retrospectiva, exactamente lo que prometí a Isabel que no iba a hacer cuando hablamos semanas antes de su repentina muerte con motivo de una exposición que estábamos preparando. Se resistía a exponer, pero quiero pensar que tras esa negativa siempre tuvo una escondida ilusión", comentó Miguel Zugaza, el director del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
 
Así era Baquedano, una artista que, tal y como ha comentado su entorno, se vendía fatal, llegaba tarde a sus propias exposiciones individuales y, además, rechazaba siempre las visitas a su estudio porque le quitaban tiempo para pintar. “La pintura de Isabel es una aventura, ver trabajar a Ángel Bados, su íntimo amigo y comisario de la muestra, ha sido extraordinario y, en definitiva, esta es una exposición que se merece la maravillosa trayectoria artística de Isabel”, comentaba Zugaza.
 

La historia más hermosa


Otro de los títulos que se barajó para esta muestra ‘La historia más hermosa’, por la cantidad de matices autobiográficos que encierra la obra de la artista navarra. La historia de amor de una familia –sin padre, ya que éste muere de una pulmonía en 1938–que en plena posguerra, con la dureza que eso conllevaba, se traslada de Zaragoza a Madrid para que Baquedano, en la que se vislumbraba una genialidad emergente desde muy pequeña, se formase en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de San Fernando tras su paso por la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza.
 
Pareja, 1978. Colección particular

Se instala con su madre, Irene Elvira –de la que hay un pequeño retrato a lápiz en la muestra–, y con su hermana Mayte en Madrid para que la artista pudiera seguir desarrollándose en el mejor de los ambientes y una escuela por la que únicamente pasaban los mejores ya que, recordemos, las pruebas de acceso eran harto complicadas. Picasso, incluso, fue rechazado en una ocasión a entrar al no superar las expectativas de los academicistas.
 
Miriam Alzuri, comisaria de la exposición, explica la problemática de personalizarse como artista en una época en la que los demás están indagando en otros mundos. “Se dedicó de una manera intensa y apasionada. No atendió a las modas, sino que fue fiel a su búsqueda. Por ello, sus piezas son singulares y enigmáticas, a veces también complicadas de contextualizar”, explica Alzuri.
 
Esta es otra de las problemáticas con las que se han encontrado a la hora de abordar la obra de la navarra, contextualizar de manera detallada la obra de Baquedano porque era ingobernable.
 
“Trabajar sobre Baquedano ha sido una gran ilusión, aunque podría haber sido un gran susto porque”, reconoce la historiadora Moya, “ha sido difícil porque es una artista radical dejó de interesarle muy pronto ponerle fecha y firma a su obra”.
 
“Una actitud que no es casual”, según la experta Moya, porque de un modo u otro la asumieron muchos artistas de su tiempo, “comprometidos con una idea antielitista del arte, ya fuese trabajando en grupo o usando herramientas distanciadoras”. En el caso de Baquedano, según se argumenta en el delicioso catálogo de la exposición, realizaba un realismo que comenzaba por cualquiera de las 24 horas del día, pretendían que, en lugar de ser la obra un objeto de especulación, se valorase su utilidad social.
 
Destacan en este aspecto, por ejemplo, las obras cotidianas que reflejan la soledad del individuo en sus figuras solitarias en espacios industriales, las despedidas cargadas de emoción de sus personajes de espaldas o los objetos y lugares cotidianos que pintaba como la ‘Capilla domiciliaria’ que pintó en los años 50.
 


Capilla domiciliaria, 1950. Colección Herederas de Isabel Baquedano

 
 
Esta obra, que podría pasar desapercibida ante la ingente producción de Baquedano, es una pintura que con sólo un gesto retrata toda una época en la que la religión estaba presente e instalada, no sólo en el interior de las iglesias, sino también en el seno de los hogares españoles. Es una composición resuelta con gran ligereza, ella tenía esa capacidad de hacer sencillo lo complicado a la hora de dibujar, pero que retrata algo mundano ya desaparecido que evoca aspectos muy populares de la sociedad española.
 
Es una artista que vive en su época, pero que, sin embargo, y aunque coquetea con las modas, de su interior y de su intensa búsqueda emerge una pintura marginal que no es posible encerrar en ningún movimiento artístico. Un espíritu que comparte con Juan José Aquerreta, artista y alumno de Baquedano en la Escuela de Artes de Pamplona donde la artista dejó una huella imborrable, según los expertos, y desde donde impulsó lo que se conoce como la ‘Escuela de Pamplona’. En definitiva, es una obra muy depurada sin concesiones a los superfluo, muy humilde en apariencia, incluso en los formatos.
 
“Sin concesiones a la moda, y la sorpresa, ha sido encontrar a una mujer muy libre que se plantea todavía experimentar con temas y técnicas muy poco habituales en su tiempo. Posee la capacidad para desdeñar lo que sabe hacer, es una persona muy dotada”, concluye Alzuri. Además de su lenguaje puramente formalista, el que tiene que ver con las formas y los colores, está su capacidad de ignorar las modas anticlericales de sus contemporáneos y no dejar de pintar escenas religiosas hasta el final de sus días. Moya explica que Baquedano era “muy religiosa, le dolía la degradación de la pintura y la representación religiosa que se hacía. Ella, por eso, quería salir delante de ese feísmo”.
 

Dinamitaba su capacidad de realismo


No obstante, y a pesar de ser capaz de pintar con maestría a los clásicos como El Greco o Velázquez, da muestra de ello un retrato de Felipe VI hecho cuando Baquedano tenía 18 años, según me contó en una ocasión su hermana Mayte, la mayor experta de la obra de Baquedano, “aunque algo seguro que se le escapa”, decía Bados en una presentación cargada de cariño y amor por una eterna amistad, ella se empeñaba en dinamitar “su capacidad de realismo porque era tremendamente exigente”.
 
Anunciación, 1995. Colección particular

En este sentido, Bados confirma que se enfrenta con gran tensión a sus obras, las aborda dinamitando su propia capacidad de retratar la realidad. Prueba de ello”, explica, “son las representaciones de María Magdalena que hay en la exposición, eso sólo sabe hacerlo alguien que posee un gran conocimiento del arte y de la técnica artística” porque, detalla, “cada una de las obras de Isabel tiene una solución artística distinta, ninguna es igual”.
 
Hasta este año, hasta 2019, no se le ha dedicado una retrospectiva individual a Baquedano, ni tampoco un estudio monográfico como el que ha surgido de ‘De la belleza y lo sagrado’. Es una desconocida para el gran público, pero ha conquistado el alma de unos pocos, que pronto serán muchos, con su intangible capacidad de imponer la reflexión a todo aquel que se enfrenta sin prejuicios a su obra. Es cierto, con esta exposición en el Museo de Bellas Artes de Bilbao se ha faltado a la palabra de la artista navarra, empeñada en difuminar su firma como difuminaba sus obras, pero menos mal que lo han hecho.

EXPOSICIÓN PRORROGADA HASTA EL 20 DE ABRIL