miércoles, 27 de noviembre de 2019

AFUNDACIÓN VIGO




                    Proyecto Sonoro empeño. Vigo




Después de pasar por Ferrol, A Coruña y Santiago de Compostela, el proyecto Sonoro empeño se instala ahora en la Sede Afundación en Vigo. Participa del 10 de octubre al 4 de enero de un paquete fascinante de actividades para todos los públicos que trata el arte en todas sus manifestaciones, partiendo de la pintura y la música, hasta la gastronomía, la poesía o el cine. Todo tiene cabida en un programa que inspira y reúne al público en encuentros muy sugerentes con base en la exposición del mismo nombre, en la que se da una selección increíble de obras de gigantes internacionales y nacionales como Picasso, Castelao, Kandinsky o Luís Seoane.
 
Vive una experiencia única asistiendo a un nuevo concepto de exposición con el que podrás activar todos los sentidos. De octubre a enero, puedes participar de conciertos, encuentros poéticos o degustaciones culinarias alrededor de la exposición homónima.
 
¡El arte como nunca antes lo habías vivido!
 
LA EXPOSICIÓN

La relación entre música y artes plásticas es una constante que ha suscitado un enorme interé a lo largo de la historia. A pesar de tratarse de disciplinas distantes que se mueven por diferentes canales sensitivos, las conexiones y puntos de encuentro son evidentes no solo en cuanto a objetivos expresivos comunes, sino también en el intercambio de conceptos como ritmo, movimiento, cromatismo o variación. La cuestión sobre las conexiones de música y artes plásticas ha sido motivo de reflexión, teorización y ensayo, dando lugar a vínculos de muy diversa naturaleza y a nuevas formas creativas.
 
Sobre esta premisa, se establece una clasificación en cuatro secciones que abordan el tema desde diferentes perspectivas para ilustrar estas confluencias:
Iconografía musical. Una de las relaciones más evidentes entre artes plásticas y sonoras es la que atinge a la representación visual de escenas o instrumentos musicales. Las piezas expuestas aquí ilustran tres temas básicos: el músico, el instrumento musical y su representación aislada como único protagonista de la obra.



Sinestesia. La utopía de formular una pintura auditiva o una música visual, presente en toda la historia del arte, alcanza un desarrollo más significativo con los movimientos de vanguardia, que materializan a través de la hibridación sensorial la experiencia de ver los sonidos y escuchar las imágenes.

Fiestas y danzas. La representación pictórica de la danza presenta uno de los terrenos más propicios para la relación entre música y pintura, pues permite introducir en un arte espacial los conceptos de dinamismo, ritmo y sonoridad, propios de un arte temporal.

Música en la infancia. La vinculación de imágenes de niños y niñas a escenas o instrumentos musicales, que cuenta con una larga tradición pictórica, va muchas veces ligada a las ideas de inocencia, espontaneidad y candidez, y asociada a instrumentos de timbre dulce


HASTA EL 4 DE ENERO
 
VISITAS GUIADAS de asistencia libre | 24 y 31 de octubre, 7, 14, 21 y 28 de noviembre, 5, 12 y 19 de diciembre y 3 de enero
 
 

jueves, 21 de noviembre de 2019

DIÁLOGOS DO LODEIRO




 “Os Montes de Lodeiro” de Xabier Correa Corredoira





“Os Montes de Lodeiro” é unha exposición individual do artista coruñés Correa Corredoira, na que nos presenta unha pequena retrospectiva da súa obra en homenaxe a o seu amigo Xosé Lodeiro.

 
«O día 14 de decembro de 2007, paseando con Berta Cáccamo pola mostra LODEIRO no CGAC compostelá, ficamos cravados diante de “Geo nº3,1977”, respirando en empático silencio un espazo levado pola luz ata o sublime. Este cadro vai a estar na presente mostra en Apóstrophe por cortesía da familia Lodeiro, acompañando as pinturas feitas por min en homenaxe a un dos artistas máis auténticos que tiven en sorte coñecer. No mesmo ano 2007 pintei “Montes de Lodeiro”, iniciando a presente serie,  aberta  o día de hoxe. Expúxenna en galería Atlántica e fundación Luís Seoane, ambas na Coruña, mais agora  é cando teño ocasión de mostrala en Vigo, cidade e ría que foron berce, camiño e mais estrela do noso admirado pastor de “silencios lumínicos”.»
Correa Corredoira
 
A exposición permanecerá aberta ao público ata o 28 de novembro, en horario de 18:00 a 21:00 h de martes a sábado.
 
Apo’strophe.arte en CC Praza Elíptica. Esperamos su presencia.
 
 
 
XABIER CORREA CORREDOIRA
 

Nacido en A Coruña, en 1952, Xavier Correa Corredoira es, ante todo, un pintor hecho a sí mismo. Su madurez artística y vital está sostenida por una noble dedicación a las humanidades y una confianza apasionada y sincera hacia lo artístico, entendido como una fórmula que, frente al automatismo deshumanizado, busca el reencuentro con la belleza.
 
Junto a otros artistas coruñeses con inquietudes comunes de la década de los setenta, Correa Corredoira inicia su andadura en el mundo del arte ligado a la agrupación La Galga: un colectivo artístico que, partiendo de una actitud crítica y comprometida, se forma con el afán de modernizar y liberalizar el arte de aquel momento.
 
A principios de la década de los ochenta, Correa Corredoira se integra en la creación del colectivo Atlántica, con el que participa en las célebres muestras de Baiona, Madrid, Salvaterra de Miño y Compostela. Artista inquieto y capaz, Corredoira experimenta con diversas disciplinas artísticas como la escultura, cerámica, mural, pintura de caballete o grabado. Esta última, perfeccionada gracias a una beca concedida por el Ministerio de Cultura que le permite disfrutar de una estancia de un año en México.
 
Ya en la década de los ochenta constituye, junto a otros artistas coruñeses, el emblematico GrupOrzán, fundamentado en una voluntad democratizadora del mercado artístico. Con este colectivo participa en la edición de ARCO 87, y en años sucesivos con otras galerías de Madrid y Santiago.
 
El arte de Correa Corredoira podría definirse como universal. Sus obras son referencias constantes a la naturaleza, a la literatura y al propio subconsciente, reflejadas en unas obras que, partiendo de una sinopsis formal y cromática, son interpretadas con un lenguaje neofigurativo animado por un expresionismo sin estridencias y una fuerte carga de sensibilidad. En los últimos años dedica gran parte de su trabajo a la escultura y a grandes composiciones cerámicas en espacios abiertos, como medios de vinculación más directa con la propia vida.
 
ALGUNAS DE SUS OBRAS
 














 
 

domingo, 17 de noviembre de 2019

MULLERES DO SILENCIO

 

       "Mulleres do silencio", la voz de las artistas

Un catálogo para visibilizar el talento de las artistas gallegas del siglo XX

 

Presentación del catálogo "Mulleres do silencio"
© Deputación de Pontevedra

De Maruja Mallo a Ángela de la Cruz. Es el recorrido que propone el catálogo que ha editado la Deputación de Pontevedra para visibilizar el talento de las artistas gallegas del siglo XX. Se trata del proyecto "Mulleres do silencio", primera acción programada en el marco de los actos con motivo de 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
 
Se han editado 1.000 ejemplares de este catálogo de 175 páginas, en gallego y castellano, basado en la exposición que tuvo lugar en el Museo MARCO de Vigo entre octubre de 2016 y abril de 2017 y en la que se dio a conocer la obra y trayectoria de diecinueve artistas gallegas vinculadas a la pintura. 
 
La obra recoge una reseña bibliográfica e imágenes de las obras más representativas de Maruja Mallo, Julia Minguillón, María Victoria de la Fuente, Elena Fernández-Gago, Fina Mantiñán, Beatriz Rey, María Antonia Dans, Mercedes Ruibal, Elena Colmeiro, Soledad Penalta, María Xosé Díaz, Menchu Lamas, Rosalía Pazo Maside, Berta Cáccamo, Pamen Pereira, Ángela de la Cruz, Mónica Alonso, Almudena Fernández Fariña y Tatiana Medal. 
 
El catálogo se divide en cuatro bloques, siguiendo la propia propuesta formulada por la exposición.
 
A través de los bloques se hace hincapié en cuestiones como su insignificante protagonismo en los movimientos de vanguardia anteriores a la Guerra Civil, la posguerra y la obligada emigración hacia otros centros artísticos fuera de Galicia, la llegada de la democracia y el impulso dinamizador que conocieron las artes plásticas en Galicia y, finalmente, los nuevos escenarios formativos en los que estas artistas comenzaron sus trayectorias en los inicios del siglo XXI.
 
La presentación de esta publicación, que se celebró en el Palacete de las Mendoza, fue un acto lleno de arte, imagen y música y los asistentes estuvieron sentados en originales bancos de cartón.
 
La comisaria de la exposición, Rosario Sarmiento, destacó la importancia del catálogo que "recolle ás artistas mulleres do século XX en Galicia, dende as primeiras xeracións que teñen acceso a unha formación académica ata as últimas xeracións, que xa puideron facelo na súa terra, a través da Facultade de Belas Artes de Pontevedra".
 
Sarmiento insistió en la importancia de apostar por la formación "para garantizar a profesionalidade" pero reivindicó que "pese a ser un 70% as mulleres que rematan Belas Artes e un 30% os homes, cando acceden ao mercado laboral as cifras cambian porque o sistema do poder da arte segue marcado pola invisibilidade e escasa presenza das mulleres".
 
También tuvo la oportunidad de mostrar su opinión una de las artistas, Almudena Fernández, que incidió en la necesidad de escribir textos sobre mujeres artistas "como único xeito de facer historiografía. Sempre houbo mulleres artistas, pero as que pasaron o filtro da historia da arte é porque existen textos e historiografía sobre elas". 
 
En la misma línea habló Soledad Penalta, otra de las artistas que componen "Mulleres do silencio", que destacó que a lo largo de la historia "houbo mulleres que lles custou moito chegar pero que o conseguiron. A sociedade vai cambiando, pero aínda non estamos no 50% de todo que é o único que pedimos".
 
Por último, la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, destacó la necesidad de "poñer voz ao silencio" y dejar una "proba viva" del trabajo de las mujeres, "porque o que non se nomea non existe e o que non se escribe non queda na memoria".
 
De este modo, con este catálogo "estamos a poñerlle unha tirita á fonda ferida da desigualdade, pero temos que curala, temos que ir ao fondo da ferida para curala e iso se fai coa educación", ya que recordó que las niñas y los niños tienen que tener referentes femeninos "e hoxe en día fáltanlle porque soamente temos unha mirada masculina".
 
La presidenta incidió también en la "revolución cultural" que vive la cultura y que tiene nombre de mujeres "cun gran recoñecemento e que son a vangarda da cultura", pero lamentó que la mayoría de la sociedad no conozca sus nombres.
 
(PONTEVEDRA VIVA)
 
Entre las artistas que figuran en el catálogo, aparece nuestra profesora en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra ALMUDENA FERNÁNDEZ FARIÑA.
 
Como consecuencia de un trabajo que tuvimos que realizar en su clase nació este blog en el que humildemente seguimos dando noticias de eventos de Arte Contemporáneo.
 
Nos acordamos de ella y le deseamos muchos éxitos en su vida artística y personal.
 
¡GRACIAS ALMUDENA!
 
 
 
ALGUNAS ARTISTAS GALLEGAS EN EL CATÁLOGO
 
Soledad Penalta. Sons da historia, sen fin, nin límites, 2014
 
Mónica Alonso. Angustia fría – Angustia quente, 2009-2010.
Mª Antonia Dans. La frutera, 1960
Angela de la Cruz. Clutter with Wardrobes, 2004. Superclutter (red/purple), 2004. Loose Fit
María Xosé Díaz. Sen título, 1993
Dolores Díaz Baliño. Hada, 1925 (detalle).
Almudena Fernández Fariña. Guárdate de ese mal genio, 2000-2016

Menchu Lamas. Cabalum, 1997
Maruja Mallo. Basuras, 1930. Grajo y excrementos, 1931. El espantapeces, 1931
Tatiana Medal. Sen título, 2001
Rosalía Pazo Maside. Espazo reversible, da serie Holograma roto, 2000

Pamen Pereira. Mar glacial, 2008

viernes, 15 de noviembre de 2019

NOTICIA DE " EL PAÍS "



Arte urbano sin barrotes. La visión del mundo del grafitero Pejac


Pejac trabaja en su taller de Carabanchel, en Madrid

 Tokio, Nueva York, Estambul, Milán… Con el dinero que gana a través de sus lienzos, Pejac viaja para pintar en las calles de medio mundo. Su último trabajo: tres murales en la cárcel cántabra de El Dueso que los reclusos le han ayudado a terminar.

 
 
EL ARTISTA Pejac ha convertido su estudio en un lugar para los descolocados. De una de sus paredes cuelga el lienzo de un astronauta que observa un ancla encallada en la Luna. En el muro de enfrente, el dibujo de un hombre con una antorcha sobre una montaña de maderos. Con sus cuadros se puede jugar a encontrar el elemento que está fuera de lugar. “Yo soy otro descolocado más”, dice. Sin embargo, Pejac ha encontrado su sitio en el arte. Desde hace ocho años puede vivir de su trabajo y con el dinero que saca de su obra de estudio se dedica a viajar para pintar a pincel muros callejeros.
 
En la cabecera del taller ha ubicado una mesita gris de oficina con archivadores y una silla negra de respaldo alto que, si el artista se encuentra en faena, mira directamente a su cogote. “Es el sitio de mi asistente”. Una mesa pulcrísima en medio de un caos ordenado que tiene las únicas sillas de todo el taller que no están cubiertas de pintura y un bote de cristal con 24 bolígrafos rojos. Entre todos ellos, uno azul. El descolocado. “El arte es la manera que tengo de sentirme parte de esta gran locura que es la sociedad actual. Muchas veces veo cosas a mi alrededor, no hace falta ni poner el telediario, y me siento un marciano. Yo no utilizo el arte para desconectar, sino para conectar con la gente, con las cosas que me preocupan o que llevo dentro, con otras sensibilidades”.
 
Carboncillo, lápices, pinceles, pintura pastel y demás material del artista
Pejac es alto, corpulento, tiene carboncillo hasta en la frente y fuma unos cigarros casi tan finos como el palo de un chupachups que apaga con la punta de su zapatilla en el mismo suelo de su taller. Y para ir de punta a punta del estudio, se sube a un patinete. Como muchos grafiteros, prefiere no decir su nombre. Tampoco su edad. Le rehúye al fotógrafo los primeros planos que dejen ver nítidos sus rasgos. “En mi caso no es por legalidad o ilegalidad. No va por ahí. Es para darle importancia a mi trabajo. Creo que habla por sí solo y muchísimo mejor que yo”. Sí revela que nació en Santander y con la inquietud de la pintura. En el colegio dibujaba en la parte de atrás de sus cuadernos para disimular ante los profesores. Pero pasaba que las últimas hojas avanzaban más que las de delante. Para él, estudiar Bellas Artes no fue una elección, era la única opción posible. Se formó entre Salamanca, Barcelona y Milán. En Salamanca aprendió la técnica y a jugar al mus. En Barcelona a defender su trabajo frente a las creaciones de sus compañeros. Y Milán despertó su inquietud por dibujar en la calle. “Era raro porque no trabajábamos en clase, lo hacías en tu casa. Quizás es que no lo entendí, pero la gente pintaba donde buenamente podía y luego llevaba el resultado a clase para defenderlo ante el profesor”. El sistema le resultaba extraño y decidió que, si no podía usar el aula para crear sus trabajos, lo haría en la calle. Se inició con salidas nocturnas y dibujando sombras en los muros de Milán. “Empecé a entender la complejidad de pintar de manera ilegal. En cuanto a infraestructura y rapidez. Verlo de día y trabajarlo de noche. Y documentarlo al día siguiente. Al final del proceso las fotos que hacía se las llevaba al profesor. Me daba la sensación de que a la gran mayoría de ellos les parecía hasta casi ofensivo. No les encajaba muy bien el arte de calle”.
 
El grafitero dibuja sobre una de las ventanas de su estudio cinco rayas, símbolo con el que los presos cuentan su condena
 
Terminó su formación y le llegó a Pejac un momento de cierto desencanto. Crear ya no le provocaba ilusión ni adrenalina. Y se pasó al otro lado. Se volvió público. Se dedicó entonces a consumir arte. “Compré mucha novela gráfica. En paralelo estuve varios años haciendo collage. Solo collage. Ni dibujaba ni pintaba. Era una manera de trabajo muy fría y casi quirúrgica. Me dedicaba a ella cuando los empleos que tenía me dejaban algo de tiempo. Y ahora veo todo eso y pienso que estaba cogiendo carrerilla. Me sirvió para que me entraran ganas de volver a ese nivel de autoexigencia. Al final de esa época me volví a meter de lleno en el arte urbano, que era una manera de no añadir cosas nuevas. Tatuar el muro, meter algo diferente, pero sobre algo que ya existía”.
 
 Cuenta Pejac que antes de poder ganarse la vida con el arte trabajaba de todo menos de astronauta. Encargos que a veces tenían que ver con el arte y otras veces no. Pero superada la fase no creativa, empezó a obtener poco a poco beneficio económico de su obra de estudio. Ahora, gracias a la venta de cuadros, puede financiarse viajes para pintar los muros del mundo. Sus grafitis se ven en las calles de Nueva York, París, Moscú, Tokio o Londres. “Lo que más recuerdo de mis viajes es la gente. Las obras son importantes, pero siempre son un pretexto para tener vivencias profundas con personas que no conoces”. Experiencias que al principio pueden resultar tensas. Cuenta que viajó a Estambul para dibujar tres ventanas ciegas en tres paredes diferentes. Quería pintarlas para reflejar la opresión de la mujer en países musulmanes. Resolvió la obra rápido, pero sentía que le faltaba algo y decidió volver al día siguiente a retocar unas sombras. Y entonces aparecieron los dueños de la casa. “Padre, madre e hija. La familia al completo. Y me pillaron con las manos en la mesa. Estaban indignados porque un desconocido había manchado su propiedad. No paraban de repetir: ‘Yes, yes. But this is my house (Sí, sí. Pero es mi casa)”. Pero Pejac quiso explicarles por qué estaba pintando su muro y qué significaba aquel dibujo. Consiguió que apreciaran su obra y acabó tomando té con pastas en el salón de la casa de aquella familia.



Pejac ha pintado el mundo escurriéndose por una alcantarilla. Naturaleza convertida en ladrillos. Un esquimal pescando en un polo derretido. La temática ecologista resulta recurrente tanto en su trabajo de calle como de estudio. Es un grafitero de pincel y pintura acrílica, pero si el trabajo requiere rapidez, echa mano del bote de spray. “Cuando es una obra ilegal y tengo que trabajar rápido, voy con plantillas y spray, que es la mejor forma de resolverlo. No se puede comparar lo que contamina un grupo de chavales haciendo un grafiti con los gases que emite un coche, un avión o una fábrica de papel. A veces nos fijamos en lo pequeño. No me parece que el problema del cambio climático lo estén generando los grafiteros”.

Ahora presenta su último proyecto: Mina de oro. Dos semanas de trabajo y tres grafitis en los muros de la cárcel de El Dueso, en Cantabria. La obra más grande de las tres, un árbol hecho a base de cinco palotes (el símbolo con el que los reclusos cuentan sus días de condena), le resultó al artista más complicada de lo que pensaba. Por más rayas que añadía, no cogía volumen. Era un mural insaciable y acabó necesitando la ayuda de los reclusos, que, entre palote y palote, compartieron con él sus historias. “No me han hecho sentir invasivo y han agradecido que yo trabajara en su espacio. Y, además, se han ido implicando. Al final lo que he hecho es convivir con ellos y me parecía hasta injusto que ellos me dieran las gracias a mí”. Los tres trabajos, ya terminados, permanecen también presos en la cárcel para que solo sus inquilinos puedan disfrutarlos. “Estas obras son las únicas que solo ve la gente que está dentro. Por mucha influencia que tengas económica o políticamente, no puedes verlas. Solo las disfrutan los presos. Que se sientan afortunados en este mundo. Hay gente que puede llegar a viajar para ver mis murales o los de cualquier otro artista urbano que admire. Y estos son para ellos”.

 

AFUNDACIÓN LUGO



Mostra «Oswaldo Guayasamín 1919-1999. Dúas series. Dous aniversarios». Lugo




ONDE:Sede Afundación Lugo
Praza Maior, 16 / Praza Santa María, s/n. Lugo (Lugo)
  • DATAS:

    26 de setembro ao 11 de xaneiro 2020
  • HORARIO:

    Luns a sábados de 18.00 a 21.00 h
  • ENTRADA:

    Gratuíta

  •  
    De esta misma exposición podéis encontrar más información en una entrada de este  blog publicada el día 7 de junio de este mismo año ya que también estuvo expuesta en Afundación de Santiago de Compostela.
    Si no tuvisteis ocasión de disfrutar de ella y estáis interesados tenéis ahora otra oportunidad en Lugo. 

    viernes, 8 de noviembre de 2019

    FUNDACIÓN MAPHRE MADRID




               Boldini y la pintura española de fin de siglo

     
     
     
    La Fundación Mapfre organiza una exposición dedicada al trabajo de Giovanni Boldini, uno de los mejores retratistas italianos del cambio de siglo. Comisariada por Francesca Dini y Leyre Bozal, la muestra explora algunas de sus piezas más destacadas.

    Además, la exhibición evidencia, por primera vez, la influencia y diálogo artístico que Boldini tuvo con otros pintores españoles que formaron parte de la Belle Époque, como Raimundo de Madrazo, Joaquín Sorolla, Rogelio de Egusquiza, Martín Rico o Francesc Masriera.
     
    Nacido en Ferrara (Italia) en 1842, Giovanni Boldini cultivó su amor por la pintura de la mano de su padre, un pintor de matriz purista, pupilo de Tommaso Minardi. En 1862 se inscribió en la Academia de Bellas Artes de Florencia, donde fue alumno de Stefano Ussi y Enrico Pollastrini. Tras viajar por Europa, en 1871 se asentó en París, abriendo un estudio y conviviendo con la modelo Berthe. Además, comenzó a trabajar para el marchante más importante de la capital gala, Goupil.
     
    Se convirtió en uno de los retratistas más demandados de Europa y entre sus grandes composiciones destacan los cuadros que realizó a Giuseppe Verdi, a quien retrató en 1886 sobre tela. Aunque no contento con el resultado lo volvió a intentar nuevamente utilizando pastel sobre papel.
     
    Boldini murió en París, el 11 de enero de 1931, y sus restos descansan junto a los de su familia en el Cimitero Monumentale della Certosa di Ferrara.
     
    Sus piezas cuentan con una predilección por la frescura y el colorido, desarrollados siempre con una ejecución rápida, suelta y alegre. A ello se unen sus insólitas posiciones y ángulos de vista, una concepción que condujo a un punto de inflexión dentro de este género milenario.
     
     
     
    HASTA EL 12 DE ENERO

    MUSEO NACIONAL THYSSEN BORNEMISZA



               La Bauhaus en las colecciones Thyssen


    Con motivo de la conmemoración del centenario de la Bauhaus, el museo organiza una pequeña exposición con obras de artistas vinculados históricamente a la escuela y pertenecientes a la colección permanente. La muestra pondrá un especial énfasis en aquellas creadas en el periodo de actividad de la Bauhaus (1919-1933) y, en algún caso, mostradas en exposiciones organizadas por la escuela.
     
    El proyecto, comisariado por el equipo curatorial del museo, incluye la publicación de un pequeño catálogo explicativo. Además, con la colaboración de la Embajada de Alemania, educaTHYSSEN ha desarrollado el programa educativo Vorkurs, inspirado en el curso de acceso a la Bauhaus de igual nombre y creado por el artista Johannes Itten, figura central en el periodo de fundación de la famosa escuela.
     
    En 2019 se celebra el centenario de la Bauhaus y a lo largo del año hemos podido asistir a numerosas exposiciones y eventos relacionados con esta efeméride, e, incluso, a la inauguración de dos nuevos museos dedicados a la famosa escuela alemana —una de las iniciativas de educación artística más innovadoras del siglo XX—, en Weimar y Dessau. En Madrid, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha querido unirse a esta celebración y presenta una pequeña muestra con 14 obras de su colección, realizadas por destacados artistas vinculados a la Bauhaus.
     
    En la sala Balcón-mirador de la primera planta, podemos contemplar pinturas de Johannes Itten, Lyonel Feininger, Paul Klee, Wassily Kandinsky, Lászlo Moholy-Nagy, Oskar Schlemmer y Josef Albers, en las que se pone de manifiesto la evolución desde el lenguaje expresionista inicial hacia otro más próximo a las corrientes constructivistas de comienzos de la década de 1920. Junto a ellos, todos profesores de la escuela, encontramos también a Sándor Bortnyik, artista húngaro muy próximo a los ideales de la Bauhaus, que residió en Weimar hasta 1924 y que de regreso a Hungría fundaría el Teatro de vanguardia Zöld Szamár, inspirado por Schlemmer y el taller gráfico y de publicidad Műhely, réplica de la Bauhaus, basado en el diseño funcional, la tipografía moderna y el trabajo con la fotografía.
     
    La muestra, que se completa con cinco publicaciones adquiridas por el Barón Thyssen para profundizar en el conocimiento de la Bauhaus, pone el énfasis en el sentido didáctico y pedagógico y el Área de Educación del Museo ha organizado una actividad inspirada en el curso preparatorio Vorkurs de Johannes Itten.
     
    A pesar de su breve existencia (solo 14 años, entre 1919-1939), la Bauhaus, su metodología y los valores de modernidad que transmitía, trascendieron más allá de su época, convirtiéndose en un caso de extraordinario éxito póstumo, como ha recordado hoy Guillermo Solana. Tampoco hay que olvidar que tras su disolución, motivada por el ascenso al poder del nacionalsocialismo alemán, algunos de sus miembros, como Moholy-Nagy o Mies van der Rohe, emigraron a Estados Unidos, donde convertirían definitivamente la Bauhaus en una marca cultural de enorme repercusión.
     
    Johannes Itten. Grupo de casas en primavera, 1916. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid

    Paul Klee. Casa giratoria, 1921, 183, 1921. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid


     
     
     
     
    HASTA EL 12 DE ENERO

    domingo, 3 de noviembre de 2019

    EXPOSICIÓN EN LUGO




    O Vello Cárcere de Lugo acolle as esculturas e grabados de Xavier Costa




    O Vello Cárcere de Lugo acolle as esculturas e grabados de Xavier Costa ata o 20 de xaneiro de 2020. Trátase da serie escultórica “Bernarda Espida”, composta por 51 pezas esculpidas en pedra, madeira e ferro e 51 grabados en augaforte que son o relato pictórico da historia desta heroína.

     
     
     
    Organizada pola Concellería de Cultura, Turismo e Promoción da Lingua, a mostra «Bernarda Espida» está composta por 51 pezas esculpidas en pedra, madeira e ferro, que se amosan acompañadas por 51 grabados en augaforte que son o relato pictórico da historia desta heroína.
     
    Bernarda Espida é a personaxe ficticia, inventada por Xavier Costa, que cobra vida en cada unha destas 51 esculturas e coa que constrúe un relato sobre “a cámara dos horrores” que foi o século XX. Con Bernarda traza unha historia circular do sufrimento, desde antes de nacer ata a súa morte. Unha Bernarda libre, lesbiana, feminista e revolucionaria que é golpeada con ferocidade e crueldade polos grandes males da historia sociopolítica do século XX: as guerras, as ditaduras, a tortura e a represión.
     
    As esculturas deste tráxico relato parten da figuración e experimentan con distintos materiais como o ferro, o estaño, a madeira e a pedra, coa que tamén xoga ao empregar cuarzo, granito, mármore de Macael, pedra de Tivissa ou de Vinarós, polo que se establece un contraste de rugosidades e tonos que aportan dramatismo ou sensualidade segundo a peza. Porque nesta historia dos horrores hai cabida para a tenrura, o amor, a sensualidade, a sexualidade o hedonismo e a ledicia. Nestes casos, as esculturas son voluptuosas e de suaves escorzos; en oposición, o horror reflíctese con xogos de contraste de texturas, volumes, cor e materiais que aportan dramatismo, incluso dor
     
    Con Bernarda traza unha historia circular do sufrimento, desde antes de nacer ata a súa morte. Unha Bernarda libre, lesbiana, feminista e revolucionaria que é golpeada con ferocidade e crueldade polos grandes males da historia sociopolítica do século XX: as guerras, as ditaduras, a tortura e a represión.
     
     

    “…esta é a triste, insólita e verdadeira historia da rapaza galega Bernarda Espida, que fixo trinta e tres revolucións e perdeunas todas, que loitou pola xustiza e a liberdade e foi perseguida, exiliada, detida, golpeada, aldraxada, torturada e violada por todos os reximes ditatoriais, que foi executada e o seu corpo abandonado mas eiras pra ser pasto de pegas e corvos. Pero como Prometeo converteuse en penedo e forma parte da paisaxe galega”.

    Xavier Costa







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