jueves, 31 de diciembre de 2020

TAROT DE DALÍ

 


Seguimos las instrucciones de Dalí para tirar su tarot y esto es lo que dice de 2021



El pintor surrealista creó esta baraja para la película de James Bond ‘Vive y deja morir’, aunque finalmente se quedó en un libro en el que trabajó 10 años de su vida


Tres de las cartas del tarot diseñadas por Dalí. En su baraja, él se presenta a sí mismo como el mago y a Gala, como la emperatriz. |TASCHEN

Como decía el psicoanalista y filósofo humanista, Erich Fromm, el lenguaje simbólico es aquel en el que el mundo interno, los sentimientos y los pensamientos son expresados como si fueran experiencias sensoriales procedentes del mundo exterior. Y Salvador Dalí expresaba esas experiencias íntimas a través de su arte surrealista. Amigo y admirador de Freud, en julio de 1938 le visitó cuando tenía 34 años de edad y Freud, 82. Un encuentro que, según contó él mismo en su autobiografía publicada en 1942, le impresionó profundamente, y a raíz del que Freud sentenció: “Si miras los cuadros de los viejos maestros, te sientes inmediatamente inspirado a buscar el aspecto inconsciente, pero si miras un cuadro surrealista, te sientes inspirado inmediatamente a buscar el aspecto consciente”.

Cuando en 1970 a Dalí le propusieron realizar su propia baraja ilustrada de 78 cartas del tarot para la película de James Bond Live and Let Die (Vive y deja morir), producida por Albert Broccoli, el artista extendió su subconsciente a un objeto que había nacido para materializar su talento surrealista. La simbología de esas cartas, que no hacen otra cosa sino expresar conscientemente el mundo interior de los sueños y de lo irracional, se ecuentra en estrecha sintonía con el propio universo de Dalí. Sin embargo, el proyecto no llegó a concluirse dadas las altas tarifas que exigía el artista. Si lo continuó cuando el acuerdo contractual fracasó fue gracias a su esposa Gala, quien alimentó el interés del artista hacia el misticismo.

La edición de Taschen del tarot de Dalí, incluye la baraja completa del tarot y textos del famoso tarotista alemán Johannes Fiebig.TASCHEN

Dalí trabajó en sus diseños durante nada menos que 10 años. El resultado se plasmó en un manual para tarotistas noveles con las ilustraciones de las cartas a toda página y su correspondiente explicación. La primera edición de Tarot Universal Dalí salió en 1985 y ya solo puede conseguirse de segunda mano. Recientemente, la editorial Taschen relanzó el manual acompañado del mazo completo de 78 cartas (los 22 arcanos mayores y 56 menores), en estuche junto al libro del autor alemán Johannes Fiebig sobre la vida del artista de Figueres y la historia detrás de la creación de este peculiar tarot, donde aparecen el propio Dalí como el mago, su esposa Gala como la emperatriz.

Hemos seguido las indicaciones de Dalí para tirar sus cartas y conocer lo que nos tiene preparado desde su universo surrealista para los próximos 365 días. Estos son los resultados, insólitos por lo acertados, pero completamente fortuitos. La lectura de las cartas del tarot de Dalí para 2021, gracias a los textos de Fiebig, no solo nos trae una predicción mística de lo que podemos esperar en el año que mañana estrenamos. Para los que preferimos aferrarnos a los hechos, pero no renunciamos a la contemplación, supone un recorrido por el universo pictórico del artista.

TASCHEN

Seguimos paso a paso las indicaciones que dejó escritas Dalí: “Baraje las cartas de la manera acostumbrada. Todas las reglas, como la de sacar la carta con la mano izquierda o la de barajar las cartas encima de una mesa, etcétera, son absurdas”. De acuerdo. “Decida de antemano cómo desea extender las cartas”. Nosotros nos decantamos por una de las formas tradicionales, en cruz, no sabemos por qué. “Extiéndalas boca abajo encima de una mesa. Dé la vuelta a las cartas una a una. Concluya la interpretación de una carta antes de darle la vuelta a la siguiente. [...] La suma de todas las cartas es la respuesta a su pregunta”. Veamos.

Carta 1. La clave de todo

El cuatro de copas

En la carta del cuatro de copas que diseñó Dalí, el personaje principal se halla sentado junto a las raíces de un árbol, que simbólicamente representan sus propias raíces. “Se anuncia”, dice el tarotista alemán Fiebig, encargado de las interpretación de las cartas de Dalí, “una nueva experiencia espiritual. [...] se trata de alturas y abismos, de alegrías y de tristezas, de poner los sentimientos propios en una relación de nuestros congéneres. [...] El ave en el árbol nos advierte de los caprichos y de las ideas incontroladas al mismo tiempo que nos anuncia, sin embargo, que una nueba reflexión y un nuevo entusiasmo son posibles. La figura en forma de sombra en el borde izquierdo alude en sentido positivo a las reservas del alma”. Parece que con esta carta Dalí nos pide que miremos andentro. Estos son los consejos prácticos de Fiebig: “Vaya a fondo con sus sentimientos. Deje que su alma se balancee. Trace unos límites bien definidos. En la meditación y en la calma, encontrará palabras que hasta entonces no tenía”.

Carta 2. El pasado

El tres de espadas

Esta carta representa lo que dejamos atrás, el fatídico año 2020 y no va tan desencaminada: “Enmarcado por un insinuado corazón rojo, un fragmento del cuadro Roger liberando a Angélica, de Jean-Auguste-Dominique Ingres (1819). El cuadro de Ingres retoma el motivo clásico de la lucha contra el dragón. El dragón negro puede verse en el fondo del gran corazón. Laimagen alerta de los sentimientos hirientes, ante las heridas que pueden abrirse aún más con las espadas. [...] Dé una oportunidad al amor, también al amor a la verdad y a la honestidad”. Consejos prácticos: “No se rinda. Arriésguese a ser más honesto”.

Las cinco cartas de la baraja del tarot de Dalí que han salido en nuestra tirada.


Carta 3. Lo que está por venir o requiere de una nueva evaluación

La Sota de oros

“Como regalo de la vida, la moneda refleja que, toda vez que se ha reconocido y comprendido el talento propio, uno mismo es un tesoro, para sí y para el entorno. El talento propio nos parece a veces insignificante, como la gran libélula nocturna transparente al pie de la imagen. [...] Cada ser humano posee capacidades singulares. El proceso de volver a ser un niño sieendo ya adultos puede invocar fantasmas del pasado, como la figura de la imagen en el fondo derecho. Si somete a prueba los valores y valoraciones acostumbrados, encontrará respuestas a sus preguntas. ¿Qué ha perdido significado? ¿Qué ha ganado ahora importancia? Todo tiene su valor, si sabe hacerlo suyo de manera consciente”. Parece que Dalí tenía preparada una carta para la nueva normalidad.

Fuentes pictóricas: Master Hare (1788-1789), de sir Joshua Reynolds.

Carta 4. La raíz de todo, el fundamento

El 10 de copas

“Es la carta del cumplimiento de los grandes anhelos y pasiones, pero también del falso romanticismo de la ebriedad. ¿Cómo puede alcanzarse una cosa y evitar la otra? Las 10 copas en el arcoíris significan, en sentido positivo, sensación de seguridad, protección y confianza. En su lado negativo, significan el aislamiento. [...] Tales condiciones de vida tienen, en el mejor de los casos un efecto invernadero: protegen, pero mantienen a distancia la vida real”. El azar nos dispone ante las dos caras del 10 de copas: el confinamiento o la confianza y la seguridad. Quizá 2021 nos traiga lo segundo y nos deje abandonar lo primero.

El equilibrio es delicado, como en la propia composición. “Las dos personas de la imagen han sido tomadas de un cuadro de Giuseppe Bonito. Debajo, Dalí han montado el fragmento de otror cuadro, los tres melocotones del liezo Los cinco sentidos (1638), de Jacques Linard. Ambos fragmentos abordan el tema de la pasión y de la sensualidad, así como el de sus efectos dañinos y edificantes”. Consejos prácticos: “Es una buena oportunidad para plantearse sus pasiones. Al hacerlo, se sentirá mucho más seguro si es capaz de diferenciar en qué medida puede confiar en sí mismo y en los demás. Sus experiencias y su conocimiento del ser humano serán puestos a prueba aquí”.

Carta 5. La oportunidad

Cinco de espadas

“Un hombre [Carlos I de Inglaterra (1635), de Anthonis van Dyck] con espíritu, frente a la mujer, con ambas piernas bien firmes sobre la tierra, como imagen de un espíritu liberado y de una libertad similar a la de una mariposa”. La misma imagen puede tener un significado muy distinto. “Un homobre autosatisfecho que se da por contento con la esa partre de las espada que puede aprenhender, se encuentra en un abismo, solo percibe a la mujer de un modo esquemático, la mujer no tiene acceso a la espada. Aprenda de sus experiencias”. Consejos prácticos: “Saque frutos a su saber. Preste atención a las dos espadas que yacen en el suelo, esté al tanto del poder de sus ideas no aprovechadas. Cuídese de las promesas vacías y las suposiciones sin fundamento. Averigüe lo que es bello y bueno en el presente”.

Estefanía Grijota (El País)

miércoles, 23 de diciembre de 2020

ARTE MODERNO Y CONTEMPORÁNEO EN CASTILLA LA MANCHA

 


La antigua iglesia de Santa Cruz de Cuenca ya es la segunda sede del Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de CLM



Inaugurada este viernes por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, este edificio albergará 107 obras de 60 artistas internacionales como Eugène Delacroix, John Atkinson Grimshaw, Félicien Rops, Alexandre Séon, Joseph Granié, Edgar Degas o del propio Pablo Picasso, todos ellos de la colección Roberto Polo

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha inaugurado este viernes la segunda sede del Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (CORPO). La antigua Iglesia de Santa Cruz en Cuenca ha sido el lugar elegido para albergar 107 obras de 60 artistas internacionales poco conocidos en España y prácticamente ausentes en sus museos, como informa el Gobierno regional.

Creaciones de pintores como Eugène Delacroix John Atkinson Grimshaw, Félicien Rops, Alexandre Séon, Joseph Granié y Edgar Degas podrán visualizarse en las dependencias del monumento renacentista del siglo XVI conquense, en la que también habrá espacio para autores españoles de renombre internacional como Pablo Picasso.

La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, ha destacado la dimensión cultural, histórica y turística de Cuenca y en este sentido ha recalcado que todo esto es “porque la ciudad se asienta en su pasado a la vez que mira hacia el futuro con valentía y decisión, apostando en el plano artístico por el modernismo y el vanguardismo”.

Este avance hacia el futuro, ha explicado la consejera,“llevó a la ciudad a tener dos espacios magníficos como son la Fundación Antonio Pérez y el Museo de Arte Abstracto. Hoy Cuenca incrementa su potencial en el plano artístico con otro elemento más de gran fortaleza como es la Colección Roberto Polo”.

Rosa Ana Rodríguez también ha dicho que es un día importante para Cuenca “gracias al empreño del presidente Emiliano García-Page por hacer que la ciudad sea un lugar en el que todos los castellano-manchegos podamos sentirnos orgullosos del conjunto histórico y museístico que tiene”.

En el acto de inauguración, entre otras autoridades, también han estado presentes el coleccionista y filántropo Roberto Polo; el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro; el alcalde de Cuenca, Darío Dolz; la delegada de la Junta en Cuenca, Marian Martínez; y la viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz.

Desde fotografía a diseño

La exposición estará organizada en tres espacios. En el primero, situado en una primera altura, hay representadas pinturas, esculturas, fotografías, assemblages y una muy didáctica selección de obras de arte aplicado o diseño. En el segundo, que ocupa el coro de la antigua iglesia, se presenta una muestra de escultura y fotografía contemporáneas. Mientras que, en el tercero, ubicado en una sala pareja, hay una representación de arte abstracto.

CORPO es una iniciativa del Gobierno de Castilla-La Mancha que inauguró su primera sede en marzo de 2019 en el antiguo Convento de Santa Fe de Toledo. La propuesta, formada por más de 500 obras distribuidas en dos museos, contiene piezas que abarcan desde los orígenes del Modernismo, a mediados del siglo XIX, hasta nuestros días.

Si bien el nudo gordiano se sitúa en la Europa central, también las regiones septentrionales y del Este europeo, así como su influencia en Estados Unidos, se recogen en su catálogo. Karl Schmidt-Rottluff, Hermann Max Pechstein, Vassily Kandinsky, Oskar Schlemmer, Kurt Schwitters, Lászlo Moholy-Nagy, Max Ernst y muchos otros están representados en CORPO con piezas maestras.

DIARIO DE LA MANCHA





MACBA



Tony Cokes


 


Desde 1980, Tony Cokes (Richmond, Virginia, 1956) ha desarrollado un preciso estilo visual marcado por el desafío a las jerarquías y usos establecidos del texto animado y las imágenes de archivo, añadiendo un elemento visual en forma de diapositivas de colores sólidos o, más recientemente, morphings de fondo orgánicos.
 
Autodefiniéndose como «posconceptualista», Cokes reconoce la influencia de artistas conceptuales como Art & Language, Adrian Piper, Lawrence Weiner y Jenny Holzer. Durante sus años universitarios, también se familiarizó con la obra de Dara Birnbaum, Yvonne Rainer, Barbara Kruger y Dan Graham. Desde entonces se interesó por la edición, centrándose especialmente en la idea de crear versiones y mezclas, y en cómo esas estrategias pueden provocar o inducir el modo de leer las imágenes y estimular nuestros deseos.
 
Comisaria: Anna Cerdà Callís
 
En sus vídeos, Cokes explora y subvierte los discursos culturales y políticos contenidos en la música pop, la electrónica, el arte, la televisión y el cine. A través de obras como Black Celebration (1998) y Fade to Black (1990), examina temas como la representación racial (la hipervisibilidad e invisibilidad simultánea que afecta a la subjetividad negra) y el contexto del capitalismo tardío; en sus propias palabras, «regímenes representacionales de la imagen y el sonido». Explora los límites del género documental, pero también cuestiona nuestra forma de ver películas, el periodismo televisivo, los videoclips y la publicidad, analizando la conexión entre visualización y mercantilización, y deconstruyéndolos para poner en evidencia las implicaciones políticas de nuestros placeres.

Cokes reúne en su obra material textual teórico y popular; cita a figuras tan diversas como Paul Gilroy (una fuente esencial para el artista), Louis Althusser, Malcolm X, David Bowie, Public Enemy, Morrissey y Donald Trump, y las combina para componer una crítica social y política del capitalismo. Entre sus trabajos más relevantes cabe mencionar el proyecto colectivo Black Male: Representations of Masculinity in Contemporary American Art (1994-1995, con X-PRZ) y sus series en curso Pop Manifestos (iniciada en 1997) y The Evil Series (iniciada en 2001).

Inventando un nuevo estilo de «videoensayo» –se trata, literalmente, de ensayos en vídeo–, estas obras ofrecen maneras radicalmente nuevas de contar historias, de entender las imágenes y de experimentar el sonido. Nos dan la oportunidad de observar nuestra respuesta emocional ante esos elementos. En este sentido, el trabajo de Cokes ha sido caracterizado como «ideas con las que puedes bailar». Cokes se considera un editor o mezclador, y trabaja en colaboración con técnicos, músicos, grupos artísticos y teóricos, etc., explorando el concepto de dub (doblar), ya sea como contenido (el género musical), ya sea como método. Su práctica se alinea con la apropiación: samplea, versiona y mezcla, como un DJ. Nos obliga a reescuchar, remirar y repensar el flujo de información que recibimos a través de las pantallas, las páginas y los espacios públicos y privados, en la era de las noticias falsas, la posverdad y los «hechos alternativos».

Sus obras abordan el minimal techno, el legado cultural negro y la diáspora (en Mikrohaus... Mikrohaus, or the black atlantic?, 2006-2008); la cultura pop y los famosos (en Face Value, 2015); el uso de la música como forma de tortura en la «guerra contra el terrorismo» durante la administración Bush (The Evil Series); y, más recientemente, la repercusión política de Aretha Franklin y su participación en el movimiento por los Derechos Civiles, desde la perspectiva del movimiento Black Lives Matter. El MACBA mostrará obras clave correspondientes a estos tres estadios de la producción de Cokes (junto a obras tempranas, vídeos monocromos y piezas más recientes), en una exposición audiovisual que dialogará con varios espacios en el interior del museo.

HASTA EL 7 DE FEBRERO

 

jueves, 17 de diciembre de 2020

FLORES GIGANTES EN EL PALACIO DE CRISTAL (MADRID)

 

Las flores gigantes (e ‘instagrameables’) de Petrit Halilaj llegan al Palacio de Cristal de Madrid


Miguel de Guzman y Rocío Romero / Museo Reina Sofía


Las piezas de gran formato del artista kosovar se podrán ver en la primera exposición de la nueva normalidad de este espacio del Museo Reina Sofía de la capital

Grandes flores, pájaros y elementos naturales gigantes son los habitantes del cosmos que el artista kosovar Petrit Halilaj ha ideado para la primera gran exposición de arte contemporáneo de la nueva normalidad en Madrid. En el Palacio de Cristal del parque del Retiro, esta exhibición estará abierta al público hasta el próximo 28 de febrero y lleva por título A un cuervo y los huracanes que, desde lugares desconocidos, traen de vuelta olores de humanos enamorados. Tras este larguísimo nombre se esconde una reflexión que, a pesar de su apariencia de escenario de un cuento de hadas, estudia las ideas de hogar, nación, identidad cultural y amor.

Tras dos años de investigaciones y documentación, Halilaj consiguió redondear una exposición diseñada expresamente para el espacio que la alberga. El artista se enamoró con uno de los enclaves más especiales de la ciudad de Madrid por lo que quiso idear un trabajo que interactuara con el entorno. Varias ventanas se han abierto y se han instalado estructuras y comederos que atraigan a las aves y la fauna que habita el parque, lo que convertirá a esta exhibición en un ser vivo que mute como lo hará el Retiro en los meses que están por llegar.





Amapolas, claveles o lirios son algunas de las flores enormes que más llaman la atención de la exposición. Son algunas de las que han marcado la relación del artista con su pareja, el también artista Álvaro Urbano, y buscan reflejar el significado especial que tienen en gran parte de su vida, junto a su compañero y sus familiares. “He querido tratar el Palacio de Cristal como un lugar de celebración del amor”, reconoce Petrit en las declaraciones explicativas de este ambicioso proyecto.

Here to remind you es otra de las obras que se pueden apreciar en la visita. Se trata de dos grandes patas de pájaro que se entrelazan y simulan dos personalidades que se enlazan en una sola. History of a Hug, formada por una escultura antropomórfica con cabeza de cuervo blanco que sujeta fuertemente un tronco, es otra de las instalaciones que se puede encontrar en A un cuervo y los huracanes que, desde lugares desconocidos, traen de vuelta olores de humanos enamorados y refleja una experiencia personal del artista con su propio abuelo.



La apertura de las ventanas, la libertad que podrá experimentar la fauna del parque, los espacios abiertos y la falta de barreras componen una metáfora política que el artista ha querido expresar con esta exposición. A día de hoy, Kosovo tan solo es reconocido como un país independiente por 90 de las 193 que forman parte de Naciones Unidas. “Para mí, estar aquí en España es un hecho muy importante. Kosovo está muy aislado, no tenemos visados, y como sucede con otros muchos países, España no nos reconoce como estado. Pero, por otro lado, aquí tengo la libertad personal que no encuentro en mi país. Ser una persona homosexual supone que mi amor no es plenamente reconocido ni por mi familia ni por la mayoría de la sociedad kosovar, y eso es algo también muy complicado para mí”, reconoce Petrit Halilaj.



COLECCIÓN LLUÍS BASSAT

 

Bassat cedería sus 3.000 obras a un Museo de Arte Contemporáneo en Barcelona


La colección del publicista ha cumplido 10 años en la Nau Gaudí de Mataró, en espera de poder impulsar el proyecto de La Farinera truncado por la crisis


Luís Bassat con el artista mataronés Perecoll en una exposición en la Nau Gaudí (Fede Cedó)

El publicista Lluís Bassat está dispuesto a ceder sus 3.000 obras artísticas a un Museo de Arte Contemporáneo de Catalunya que se ubicara en Barcelona, pues considera que sería “un gran escaparate” para mostrar al mundo el trabajo de “artistas de primer nivel” y revitalizaría un sector en horas bajas.

“Yo cedería mañana mi colección a un Museo de Arte Contemporáneo de Cataluña con la condición de que estuviera expuesta”, algo que “Barcelona podría tener sin ningún gasto”, afirma Bassat, que tiene la esperanza de “poder ver algún día” esta propuesta. El considerado mejor publicista español del siglo XX detalla incluso la fórmula que ha pensado para esta cesión, que sería por cinco años prorrogables indefinidamente, algo que “incluso tengo pactado con mis hijos”. 


Luís Bassat junto a varias de las obras de Ràfols-Casamada expuestas en la Nau Gaudí (Fede Cedó) 

Lluís Bassat desvela que hace años que le da vueltas a esta idea y que llegó a tener una propuesta para instalar este museo en un edificio municipal en Montjuic que debía restaurar por su cuenta con un coste de unos 2.000 millones de pesetas, lo que hizo inviable el proyecto.

Finalmente, Bassat optó por ubicar la sede de su colección en la Nau Gaudí de Mataró (Maresme), donde este mes de noviembre ha cumplido 10 años de exposiciones, aunque nunca ha abandonado su idea de que este fondo, uno de los más representativos del arte catalán y español de la segunda mitad del siglo XX, se puedan exhibir también en un museo de arte contemporáneo, como el que ya estaba diseñado en la antigua fábrica de La Farinera en la capital del Maresme, pero que la crisis impidió.


Luís Bassat con el pintor Francesc Subarroca ante una obra de estilo cubista expuesta en la Nau Gaudí (Fede Cedó) 


Está convencido de que este nuevo museo ayudaría a promocionar a muchos artistas “de primer nivel” que encontrarían en él “un escaparate para mostrar su obra” y opina, en este sentido, que “Barcelona y Cataluña necesitan enseñar cómo es el arte contemporáneo de aquí”, una labor que, a su juicio, solo realizan esporádicamente museos como el MACBA o el MNAC.

En Madrid, apunta Bassat, existen pinacotecas como El Prado en cuyos almacenes “hay dos, tres o cuatro museos más”, obras que el público no puede ver y que, en su opinión, podrían cederse a museos de ciudades más pequeñas, como el de Mataró (Maresme), al que harían “muy feliz” si le dejaran una decena de cuadros. “Creo que es una pena que haya tantos miles de obras en sus almacenes”, lamenta Lluís Bassat, que propone: “¿Por qué no llenar los centenares de museos que hay en España con obra extraordinaria como la que tiene El Prado?”.


De izq. a dcha. Guéron, Yankilevsky y Bassat, en la Nau Gaudí de Mataró (Pedro Catena / La Vanguardia) 


En total, en Mataró se han expuesto cerca de 2.000 obras de más de 160 artistas. Lluís Bassat espera superar la crisis lo antes posible para inaugurar la exposición de enero del 2021. Se trataría de la segunda entrega del arte contemporáneo catalán de los 90, cuya primera parte ya se expuso en febrero.

En Mataró ha pasado cerca de 100.000 personas a visitar la Nau Gaudí donde se han expuesto 861 obras de arte en diez años. En las otras sedes donde ha viajado la colección se han expuesto 1.108 obras de 159 artistas, entre los que destacan figuras como Picasso, Chillida, Léger, Appel, Christo, Calder o Henry Moore.


Luís Bassat con una de las obras de Ràfols-Casamada expuestas en la Nau Gaudí de Mataró (Fede Cedó) 

(LA VANGUARDIA)

viernes, 11 de diciembre de 2020

LA ARTISTA RUSA HOMENAJEADA POR GOGLE

 


Zinaída Serebriakova, la maestra rusa de la belleza cotidiana


Zinaida Serebriakova con sus hijos en los años '20. 



La finca en la que nació Zinaída Serebriakova a finales del siglo XIX fue su mejor fuente de inspiración de paisajes y escenas rurales. El linaje al que perteneció, lleno de artistas, también contribuyó a su exquisito gusto por la pintura y a la finalidad para desarrollarla. Tuvo la posibilidad de viajar en su juventud para aprender a pintar de los maestros venecianos y de los impresionistas franceses, y de hacerlo en su madurez para disfrutar pintando y realizando exposiciones.

Zinaída siempre se mantuvo fiel al estilo realista. En un momento de la historia en el que el reconocimiento a las mujeres era mucho más que una excepción, ella logró progresar y afianzarse como una de las autoras más reconocidas del siglo XX por sus paisajes, retratos y las escenas campesinas con las que supo reflejar y transmitir la belleza de las escenas cotidianas.

La pintora rusa nunca trabajó con modelos profesionales, y siempre utilizó a amigos, familiares e incluso a sí misma como protagonista de sus cuadros, incluidos sus sugerentes desnudos. Desde muy joven Serebriakova siempre demostró su gran potencial por encima del resto de artistas de su generación para reflejar la belleza, dominar el color y transmitir emoción con sus pinceladas en la mirada de sus protagonistas, casi siempre cargadas de felicidad.

La Revolución Rusa supuso tal cambio en la vida de Zinaída Serebriakova que la dejó casi sin nada: viuda, con cuatro hijos y su madre enferma. Aunque logró viajar a París y allí se mantuvo fiel a sus principios pictóricos del realismo, atravesó por diversas etapas influenciada por el dolor de estar 41 años alejada de su patria y sin poder ver a sus dos hijos mayores. A su regreso, una exposición retrospectiva que recorrió varias ciudades reconoció todo el valor de su trayectoria artística y recibió el aplauso unánime del público y de la crítica.

Zinaida Yevguénievna Lanceray, su verdadero nombre, nació en la finca Neskuchnoye, situada en la actual Ucrania, el 10 de diciembre, en 1884. Era la menor de seis hermanos en la dinastía de artistas Benois-Lanceray, que huyó de la Revolución Francesa a San Petersburgo en 1794. Su tío materno, Alexandre Benois, era considerado un artista ruso influyente y miembro fundador del revolucionario grupo artístico Mir Iskusstva (Mundo del Arte). Su madre, Yekaterina, era una gran dibujante, y su padre, Yevgeny Lanceray, era un escultor de renombre.

Con dos años, Zinaída quedó huérfana de padre y la familia entera se mudó a San Petersburgo, al apartamento de su abuelo materno, Nikolas Benois, que era un arquitecto imperial ruso. Pronto floreció la inquietud artística de la pequeña de la familia, ya que el apartamento de su abuelo estaba cerca del famoso Teatro Mariinsky y allí recibió clases de música e interpretación, perfeccionadas luego en su familia.

Los veranos de su infancia los siguió pasando Zinaída en la finca Neskuchnoye, que literalmente significa “no aburrida”. Tenía bosques, campos y prados interminables que inspiraron sus primeros trabajos. El arte que produjo allí fue una oda a los rituales cotidianos y a las mujeres trabajadoras, a la vez encantadoras y poderosas en su sencillez.

En la escuela de arte privada de la princesa Tenisheva, donde conoció a Ilya Repin, uno de los pintores realistas más famosos del siglo XIX, dio sus primeros pasos, pero sus estudios se vieron interrumpidos por un viaje familiar de ocho meses a Capri y Roma. El motivo fue la preocupación de su madre por la salud de su hija menor, que pensó que un invierno en el extranjero en un clima más cálido y seco ayudaría a la joven artista a recuperar fuerzas. Serebriakova aprovechó el viaje para dibujar montañas y paisajes marinos en acuarela, calles estrechas e interiores de hoteles, paisajes urbanos y las catacumbas de Roma, a la vez que disfrutaba de las obras de Tintoretto, Poussin y Rubens.

A su regreso a San Petersburgo, Zinaída Serebriakova entró en el estudio de Osip Braz, un pintor realista ruso, amigo de la familia y miembro de la corriente artística Mundo del Arte, con quien estuvo dos años. Cuando tenía 21 años, las obras de Zinaída eran ricas en emoción y amor por el mundo que la rodeaba y que encontraba en todas partes: en una campesina trabajando bajo el sol, en un huerto o frente al río Muromki, enclavada entre las colinas y prados, y hasta en Boris Serebriakova, su primo y futuro marido, aunque la familia desautorizó la relación.

Al final, la boda tuvo lugar en septiembre de 1905, y Zinaída dejó su apellido de soltera, Lanceray, y lo cambió por Serebriakova, y la pareja tuvo cuatro hijos. La situación social en la Unión Soviética comenzó a deteriorarse y los recién casados, junto a la madre de Zinaida, viajaron a París, donde continuó su formación y disfrutó de una etapa muy feliz en su vida. Un año después regresaron a su país y Zinaida empezó a producir algunas de sus primeras obras ampliamente respetadas, como Chica de campo (1906), Retrato de una enfermera (1907), Mujer campesina (1905), Otoño verde (1908), o Huerto en flor (1908).

Una mañana de 1909 Zinaída comenzó a dibujarse a sí misma tal y como se veía en el espejo. El retrato resultante, En el tocador, fue espontáneo, de composición simple e íntimo. Con él participó, junto con otras 12 personas, en la exposición de Retratos de Mujeres Rusas Contemporáneas en 1910. Fue una sensación inmediata entre los críticos de arte de San Petersburgo, y Tretyakov, uno de los depositarios de obras de arte más distinguidos de Rusia, compró el retrato junto con Otoño verde y Mujer campesina. El autorretrato sigue siendo una de sus obras más conocidas.

Serebriakova pasó los años previos a la Revolución de Octubre viajando entre San Petersburgo, Neskuchnoye, Crimea y Moscú. En 1915 acompañó a su tío para terminar un mural encargado para los pasillos de la estación de tren Kazansky en Moscú, pintando desnudos femeninos que representan alegóricamente a Turquía, India, Japón y Siam. La prestigiosa Academia de Artes de San Petersburgo nominó a Serebriakova como miembro en 1917, pero la Revolución Rusa interrumpió todo y no regresó a San Petersburgo por temor a los disturbios políticos. Se refugió en apartamento de tres habitaciones sin calefacción y empezó a trabajar dibujando excavaciones y retratos para el Museo Arqueológico de la Universidad de Kharkiv.

En 1919 la etapa feliz llegó a su final. Tenía 35 años cuando su esposo fue arrestado en Moscú durante el Terror Rojo y murió de tifus mientras estaba encarcelado. Su angustia aumentó cuando Neskuchnoye, la finca de su infancia, fue saqueada y quemada. Viuda, con cuatro hijos pequeños y una madre mayor y enferma, Serebriakova regresó a la casa de su infancia en San Petersburgo y allí produjo su obra más sombría, Castillo de naipes (1920), en la que sus cuatro hijos juegan un juego que no trae alegría.

La Rusia posrevolucionaria rechazó la ternura de Zinaída Serebriakova, pero a pesar de sus graves dificultades económicas se mantuvo fiel a su estilo y se negó a pintar carteles de propaganda. Envió pinturas a una exposición itinerante norteamericana y con la venta pudo viajar a Francia. Esta decisión, tranquilizadora y prudente en apariencia, resultó trágica, ya que abandonó la URSS en 1924 y tardó 41 años en poder regresar por ser siempre rechazada, y estando alejada todo ese tiempo de sus dos hijos mayores.

En París fue reconocida como una de las más grandes artistas rusas de la época y participó en una Retrospectiva del Arte Ruso Antiguo y Nuevo en Bruselas en 1928. Allí conoció a un aristócrata que le encargó trabajos para su casa de campo y quedó tan impresionado con su talento que le pagó un viaje de seis semanas a Marruecos. Allí produjo más de 130 retratos y paisajes urbanos a los que modestamente llamó “bocetos”, dibujados a toda prisa, ya que nadie posó para ella, y solo tres paisajes por miedo a alejarse demasiado de Marrakech.

Cerca de los 50 años, Serebriakova participó en exposiciones individuales y colectivas en toda Europa con gran éxito de crítica, aunque la Segunda Guerra Mundial, con la ocupación alemana de París en 1940 y el posterior asedio de Leningrado, volvió a cortar la correspondencia con sus hijos mayores.

La salud de Zinaída comenzó a resentirse, pero con la llegada de la paz mundial la artista reanudó sus viajes al extranjero, pasando sus veranos pintando por Inglaterra, Suiza y Portugal. Finalmente, la madre y su hija mayor, Tatiana, también artista, se reunieron por primera vez en 36 años en París, cuando contaban con 74 y 48 años, respectivamente.

Serebriakova pudo por fin regresar a Moscú en mayo de 1965. En la Unión Soviética tuvo lugar un año después, en 1966, una muestra retrospectiva de su trayectoria a través de más de 200 obras que se exhibió en Moscú, Leningrado y Kiev con gran éxito. Un año después regresó a París, donde sus hijos pudieron visitarla. Murió después de una hemorragia cerebral el 19 de septiembre de ese mismo año, en 1967, a los 82 años, y fue enterrada en el cementerio ruso en el suburbio parisino de Sainte-Genevieve-des-Bois.

Zinaída Serebriakova se mantuvo siempre fiel a la tradición realista a pesar de la influencia que ejerció el impresionismo francés y el cubismo. Sus primeras obras se consideran ahora mismo entre las representaciones más cuidadosas y precisas de la campiña imperial rusa, tanto por su atención al temperamento de sus personajes como por su fiel reflejo de los paisajes y las escenas cotidianas. Sus obras, que no pretendieron nunca ser fotografías, son en realidad la manifestación de la belleza que transmitían.

EL PAÍS











ABANCA y AFUNDACIÓN EN AGALERÍA

 


Mirar de nuevo. La mujer contra el tiempo

               EXPOSICIÓN VIRTUAL

Con el título “Mirar de nuevo. La mujer contra el tiempo” inauguramos en Agalería esta nueva exposición que pretende ser una llamada de atención y un punto de inflexión sobre la forma en la que hasta ahora hemos mostrado y pensado la historia del arte. 



Este proyecto se engloba dentro del compromiso que ABANCA ha asumido (dentro de su Programa de Sostenibilidad) para la consecución de la Agenda 2030 y se trata de una contribución positiva a las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En el análisis realizado sobre la relación de ABANCA con cada uno de los 17 ODS y sus metas, ha detectado que, debido a la actividad propia y a la desarrollada por la Obra Social Afundación, tiene un impacto mayor en 8 de ellos.



El diseño de la exposición es una acción de difusión que pertenece a las líneas de actuación social sobre el ODS5 Igualdad de género, que “manifiesta que no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible”.

En este contexto la exposición hace mención expresa a la igualdad de género, y en ese contexto esta exposición supone un paso importante en el ámbito de la cultura para alcanzar y fortalecer ese planteamiento necesario, para poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y asegurar su participación plena y efectiva en todos los niveles de la vida política, económica y pública.




En nuestro presente, las artistas mujeres han cobrado una mayor influencia y reescriben la historia para construir nuevas líneas de tiempo y relaciones entre obras, movimientos y décadas. Esta exposición, que incluye obras de artistas mujeres pertenecientes a las Colecciones ABANCA y Afundación junto a obras invitadas de destacadas colecciones privadas, y pretende contribuir a darle la vuelta y trastocar la narrativa hegemónica, ayudando a disminuir esa desigualdad que ha llevado al arte realizado por mujeres a una injusta ausencia.

Nuestra sociedad actual requiere nuevas formas de mirar y de entender el arte y no es posible dar por válidos esquemas y valores pasados que hoy en día no son, ni mucho menos, el reflejo de la sociedad actual.

Nuestras colecciones cuentan con una importante representación de artistas que permiten estructurar esta exposición sobre cinco temáticas clave que nos ayudarán a comprender cada una de las individualidades que forman parte de la muestra:

  • La tradición
  • Los géneros clásicos (naturaleza muerta y retrato)
  • La abstracción
  • Lo performativo
  • Construir el relato

LISTADO DE ARTISTAS

Álava, Chechu
Almeida, Helena
Alonso, Mónica
Blanchard, María
Cabellut, Lita
Cáccamo, Berta
Calvo, Carmen
Colmeiro, Elena
Dans, María Antonia
De La Calzada, Paz
Díaz, María Xosé
Dolron, Desiree
Fernández, Almudena
Fernández, Ana
Funke, Helen
Lamas, Menchu
Mallo, Maruja
Medal, Tatiana
Minguillón, Julia
Moure, Antía
Neshat, Shirin
Nogueira, Sandra
O´keefe, Georgia
Pereira, Pamen
Rae, Fiona
Rey, Bea
Sevilla, Soledad
Sighicelli, Elena
Solano, Susana
Valesaka, Soares




MÁS INFORMACIÓN

HASTA EL 28 DE MARZO

Créditos de la exposición

Comisariado
David Barro López
Diego Cascón Castro

Montaje virtual
ILUX Visual Technologies

Timeline
DARDO
David Barro
Cristina Moralejo

Agradecimientos
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Consejería de Cultura, Museo de Bellas Artes de Asturias
Belvedere, Viena
Fundación RAC
José Blanco
Carlos Rosón
Sofía Santos

lunes, 7 de diciembre de 2020

DAVID HOCKNEY

 

El paisaje pintado por Hockney que podría superar los 30 millones de euros


La casa de subastas Phillips pone a la venta el 7 de diciembre ‘Nichols Canyon’, una de las pocas obras paisajísticas del artista, que ha conseguido que sus cuadros se conviertan en los más codiciados del mundo


Dos operarios de Sotheby's trasladan la obra 'The Splash', de Hockney, que fue subastada en febrero de este año por 23,1 millones de libras. El cuadro inspiró un filme en el que participó el artista 

Daniel Leal-Olivas / AFP

David Hockney (Bradford, Reino Unido, 1937) une a su labor como artista plástico, otras vertientes del ámbito creativo como director de cine, fotógrafo, diseñador, publicista, ilustrador y crítico de arte (en 1976 publicó un penetrante ensayo autobiográfico titulado David Hockney por David Hockney en el que analizaba su faceta como pintor). Su enorme éxito y popularidad, que le entronca con Picasso y Warhol, se debe tanto a los temas que aborda en su obra, con especial fascinación por las piscinas y los cristales a la busca de la transparencia, como a la pintoresca personalidad de la que ha hecho gala en toda su vida inspirado en su juventud por la luz que transmitía el poeta Walt Whitman.

La película, A Bigger Splash, de la que fue protagonista, gozó de notable popularidad dentro del cine comercial. Sus primeras composiciones, de carácter a menudo jocoso, le valieron ser considerado uno de los principales artistas pop, aunque él rechazara siempre esa etiqueta. En la década de los 60 del pasado siglo inició un estilo figurativo más tradicional.


'Nichols Canyon', que se pone a subasta, es una de las pocas obras paisajísticas de Hockney. Se inspiró para pintarla en el recorrido desde su casa a su estudio en Los Angeles 

Phillips


Al margen de sus trabajos del ámbito pictórico, hay que recordar los aguafuertes realizados para ilustrar los Poemas, de Cavafis, Ubú Rey, de Alfred Jarry, y los Seis cuentos de hadas, de los hermanos Grimm. Como escenógrafo teatral destacan los decorados y figurines que creó para La carrera de un libertino, de Stravinsky, Tristan e Isolda, de Wagner y La flauta mágica, de Mozart.

Su pintura Pool with two figures, se colocó como la más cara de un autor vivo al adjudicarse el 16 de noviembre de 2018 por 80 millones de euros. Ese cuadro se había vendido por 18.000 dólares en 1972, el mismo año de su creación, y seis meses más tarde su flamante propietario lo puso en el mercado consiguiendo que le pagasen más de 50.000. El liderato en el ranking de cotizaciones fue efímero para el multifacético creador británico que se vio superado por Rabbit, de Jeff Koons, que en 2019 se remató por 81,3 millones de euros.


'Portrait of an Artist (Pool With Two Figures)' alcanzó el récord de obra subastada de un artista aún vivo, aunque pronto fue desbancada por otra de Jeff Koons  

Christie's


La casa de subastas Phillips pone a la venta el 7 de diciembre en Nueva York uno de los escasos paisajes de Hockney que aún permanecen en manos privadas. El artista británico, que lleva viviendo en Estados Unidos más de medio siglo, trasladó en 1980 su residencia desde Nueva York a Los Ángeles y cada mañana cuando conducía por la serpenteante carretera que bordea Nichols Canyon de camino a su estudio, se quedaba cautivado por la belleza primitiva del entorno. Esa sensación mareante la plasmó en el cuadro que ahora se licita y con el que se encariñó tanto que no quiso desprenderse de él.


(LA VANGUARDIA)

viernes, 4 de diciembre de 2020

FERNANDO BOTERO

 


Botero. 60 años de pintura 



La exposición Botero. 60 años de pintura, producida por Arthemisia con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, recorre seis de las más de siete décadas de la extensa trayectoria del artista colombiano Fernando Botero (Medellín, 1932). 

Comisariada por Cristina Carrillo de Albornoz con la colaboración de Lina Botero, se compone de 67 obras excepcionales, todas de gran formato, que provienen de diversas colecciones privadas. La muestra, la más extensa hasta la fecha en España, será una ocasión única dado que la selección ha sido aprobada por el propio maestro, quien invita a contemplar su obra a través de sus ojos, como si fuera un Museo “imaginario” de Botero.

El recorrido se divide en siete secciones, correspondientes a los temas más característicos de su obra, que conectan con su fascinación y constante estudio de los temas clásicos de la historia del arte. América Latina, el tema central de su carrera; las Versiones que realiza a partir de obras maestras de la historia del arte; las Naturalezas Muertas, uno de sus géneros pictóricos favoritos; la Religión, La corrida, el Circo, tres temas universales de la pintura de los que realiza lecturas completamente originales y que le atraen fundamentalmente por su fuerza pictórica y porque le ofrecen infinitos retos y posibilidades plásticas como experimentar con la técnica, la composición, la sensualidad, la forma, el volumen y el color.

Acuarelas sobre lienzo, la séptima sección  permitirá contemplar su obra inédita más reciente. No por casualidad, su carrera comenzó pintando acuarelas, la técnica más popular por entonces en Colombia. La gran diferencia en esta última serie de acuarelas radica en que Botero las realiza en un gran formato y no sobre papel como es habitual, sino sobre lienzo. Están tratadas a modo de verdaderos frescos, técnica que estudió en sus años de aprendizaje en Italia (1953-1956). 

La exposición Botero. 60 años de pintura permite explorar las fuertes convicciones y principios del artista, que se manifiestan en su coherencia de estilo, así como las influencias que han marcado su trayectoria, desde el Quattrocento italiano al bodegón holandés; o desde Velázquez, Goya y Durero a los muralistas mexicanos. La muestra ofrece una nueva visión de la obra de Botero, y nos remite a una reflexión sobre un estilo internacionalmente reconocido, distinguido por la exaltación del volumen, la opulencia de las formas opulentas, la explosión de color y sus composiciones impecables de una calma lírica emocionante. Un nuevo lenguaje radicalmente singular, inventado por el maestro Botero, con el que no solo ha enriquecido sino revolucionado el arte moderno. 

Cristina Carrillo de Albornoz, ex diplomática en Naciones Unidas (UNESCO y PNUD),  desempeña desde 1995 labores de comisaria de arte independiente en los más prestigiosos Museos de todo el mundo. Entre ellos el Museo Hermitage de San Petersburgo, La Galería Nacional ( Nationalgalerie) de Berlín, el Museo Reina Sofía de Madrid,  la colección Berardo en Portugal, la Fundación del Nobel de la Paz en  Oslo, o el Centro Borges en Argentina. Asimismo ha colaborado con galerías internacionales como la White Cube o la Marlborough. Es también crítica de arte y autora de 12 libros en editoriales como Assouline, Rizzoli, o Thames& Hudson. Sus escritos han sido publicados entre otros en The Art Newspaper, The Observer, La Repubblica, El Pais, ABC, El Mundo, las revistas Vogue, Beaux Arts o la revista Forbes.









HASTA EL 7 DE FEBRERO