lunes, 26 de junio de 2023

EN MADRID

 


André Butzer, el artista que ha conquistado a Blanca y Borja Thyssen: “A ellos les gustan las vibraciones y el tono dorado"


El museo Thyssen-Bornemisza dedica una exposición al alemán que acaba de cumplir 50 años, cuyo trabajo puede definirse como “figuras de Disney pintadas por Munch”. En la Galería Ehrhardt Flórez de Madrid también puede verse parte de su obra en una colectiva.







Que un museo con el prestigio y los fondos del Thyssen-Bornemisza de Madrid dedique una gran exposición individual a un artista que acaba de cumplir 50 años no es algo habitual. El movimiento se explica con claridad si consideramos que al artista en cuestión, André Butzer (Stuttgart, Alemania, 1973), forma parte, con al menos dos piezas, de la colección privada de Borja y Blanca Thyssen, y que con esta muestra de 22 cuadros (entre ellos los pertenecientes al hijo y la nuera del barón) se legitima a este artista que de todos modos hace tiempo que disfruta de una alta consideración en el mercado del arte. En el catálogo de la exposición, Borja Thyssen-Bornemisza vincula a Butzer con los pintores expresionistas alemanes a los que en su día Heini recurrió para modernizar su colección, lo que genera una conveniente narrativa de continuidad familiar. Sin embargo, el propio Butzer cita otras influencias que van de Cézanne a Jeff Koons, por no hablar de Walt Disney, que es en realidad el creador con el que más a menudo se le ha vinculado. De hecho, el director artístico del museo y comisrio de la muestra, Guillermo Solana, describe su trabajo en una entrevista incluida en el mismo catálogo como “figuras de Disney pintadas por Munch”, una definición, sorprendentemente exacta, de al menos una parte de su producción. La muestra del Thyssen coincide con otra –excelente— organizada por la galería madrileña Ehrhardt Flórez, que bajo el título die Welt ist noch auf einen Abend mein (“El mundo es mío por una noche”) reúne obra de Butzer con la de otros pintores que le han influido o de los que se considera cercano. El conjunto acaba contando sobre él tanto o más que las 22 pinturas que, con su firma, pueden verse en el Thyssen. Durante la conversación que mantenemos y que se reproduce a continuación, a veces esquivo y a veces chocantemente directo, casi siempre indescifable, Butzer se muestra fiel a su voluntad de evitar la intelectualización de su obra, como si temiera que los discursos teóricos la desvirtuaran.

CENTRO BOTÍN

 

EXPOSICIÓN

ENREDOS: EVA FÀBREGAS


20 DE MAYO AL 15 DE OCTUBRE DE 2023




Enredos: Eva Fàbregas propone una relación intuitiva y visceral entre las esculturas y dibujos de Eva y una selección de obras de la colección de arte de la Fundación Botín. Los vínculos entre las obras crean un diálogo complejo, a menudo inesperado, en torno al deseo, lo corporal y lo lúdico, pero también lo amorfo, lo atrevido y lo perturbador. Este entrelazado de obras se ha concebido como un organismo vivo, a gran escala, que se adueña del espacio arquitectónico.

En las esculturas de Eva, el aire se convierte en un material tangible que crea volúmenes, formas y escalas capaces de alterar la percepción de nosotros mismos y del espacio en el que nos encontramos. Estos volúmenes aluden a procesos y ritmos biológicos relacionados con la digestión, la gestación o la metamorfosis. Así, generan una duplicidad de emociones: de amenaza o cuidados, de inocencia o perversión. Nos invitan a relacionarnos con el arte de una manera sensorial: cómo se siente su textura, su temperatura, su ritmo...

Concebida para esta exposición y producida con la colaboración del MACBA, destaca Oozing (rezumamiento), una acumulación de esculturas hinchables ante la que nos volvemos minúsculos. Parece que estemos siendo testigos de un incontrolable crecimiento orgánico, un enredo simbiótico entre obras-cuerpos, formas, materiales y colores que provienen de mundos que aún no conocemos, que nos pueden llevar a paisajes fantásticos y de ciencia ficción, y que recuerdan a los órganos internos. Podemos acariciarla, sincronizar nuestra respiración con la suya, sentir su piel como extensión de la nuestra, en un ejercicio de comunión tan bello como extraño.

Esta exposición es el primer capítulo del nuevo programa expositivo Enredos cuyo objetivo es apoyar a los artistas que han disfrutado de una Beca de Arte de la Fundación Botín y vincularles de nuevo con la colección, el edificio y los públicos.

En esta ocasión, Eva ha seleccionado obras de artistas que, como ella, fueron becarios de la Fundación: Leonor Antunes, Nora Aurrekoetxea, David Bestué, Cabello/Carceller, Asier Mendizabal y Sara Ramo, así como del artista mexicano Gabriel Orozco.

Comisariada por Eva Fàbregas, artista, y Bárbara Rodríguez Muñoz, directora de Exposiciones y de la Colección del Centro Botín.

Imagen de portada:
Eva Fàbregas, Oozing, 2023

La obra de Eva Fàbregas (Barcelona 1985) gira en torno al deseo y la abstracción, lo somático y lo táctil, invitando al espectador a sentir que otros cuerpos y otras formas de cuidado son posibles. Su práctica artística aborda la posibilidad de una implicación táctil, de intimidad física, de vínculo afectivo, de ternura y de distintas formas de experimentación con y a través de los objetos.

Ha expuesto su trabajo en instituciones destacadas como Whitechapel Gallery, Londres; Site Gallery, Sheffield; Bombon Projects, Barcelona; KV, Leipzig; Fundació la Caixa, Barcelona (2022); Kunsthal Gent, Gante (2021); la Trienal de Yokohama; Tabacalera, Madrid (2020); CentroCentro, Madrid; Kunstverein München, Múnich; TEA, Tenerife (2019); Hollybush Gardens, Londres; Gasworks, Londres; Art Display, Berlín, La Casa Encendida, Madrid (2018); Fundació Miró, Barcelona; Focal Point Gallery, Southend-on-Sea; Ormoston House, Limerick; West Cork Center, Cork y CCA Derry, Londonderry (2017).

VISITA VIRTUAL

miércoles, 21 de junio de 2023

SALA RECOLETOS ( MADRID)

 

Louis Stettner

Louis Stettner
Brooklyn Promenade, Brooklyn, 1954
Cortesía Archivo Louis Stettner, París
© Louis Stettner




Esta exposición constituye la mayor retrospectiva que se ha realizado hasta la fecha del fotógrafo estadounidense Louis Stettner (1922-2016), cuya obra no ha sido en general objeto del reconocimiento que sin duda merece. Organizada de forma cronológica, presenta más de ciento noventa fotografías que recorren toda su trayectoria, incluyendo algunas imágenes inéditas y parte de su obra en color, casi desconocida hasta ahora.

Su experiencia como fotógrafo en la Segunda Guerra Mundial condicionó intensamente su concepción de la vida, tan presente en toda su fotografía: una firme confianza en el ser humano. Influido también por sus lecturas literarias y filosóficas (Platón, Karl Marx y Walt Whitman, fundamentalmente) y por su relación, a través de la Photo League, con fotógrafos como Sid Grossman o Weegee, que le transmitieron la importancia de la fotografía como instrumento de cambio social, la obra de Stettner nos ofrece, en definitiva, una vibrante celebración de la vida, de la valentía del hombre para afrontar con plenitud las adversidades y las bondades de la existencia.

Con esa visión general como hilo conductor, la obra de Stettner abarca multitud de temas, desde entornos urbanos casi vacíos hasta bulliciosas escenas del metro de Nueva York, la rutina de trabajadores y obreros o los paisajes montañosos del macizo francés de los Alpilles, ya en su última época. A lo largo de su trayectoria volvió con frecuencia sobre muchos de ellos, en especial sobre los relacionados con su compromiso social y su preocupación por los menos favorecidos.

Comisaria: Sally Martin Katz.


FOLLETO EXPOSICIÓN


TEXTO DE LA SALA





HASTA EL 27 AGOSTO


Dónde

Sala Recoletos
Paseo Recoletos 23, 28004 Madrid

Teléfono: 915 81 61 00 (atención exclusivamente en el mismo horario de apertura de la sala de exposiciones)

cultura@fundacionmapfre.org

Horario general:
Lunes (excepto festivos) de 14:00 a 20:00 h.
Martes a sábados de 11:00 a 20:00 h.
Domingos y festivos de 11:00 a 19:00 h.

*El desalojo de la sala se inicia 10 minutos antes del cierre. El último acceso (18:30 o 19:30) sólo permite un recorrido de 20 minutos.

Cierre de salas:
25 de diciembre; 1 y 6 de enero

Horarios especiales:
24 y 31 de diciembre, 5 de enero: 11:00 – 15:00 h

Entrada general:
5 €

Horario gratuito:
Lunes, 14-20 h (excepto festivos)

jueves, 15 de junio de 2023

PINTURAS Y DIBUJOS

 

El Guggenheim Bilbao expone los retratos de personas de raza negra inventados por Lynette Yiadom-Boakye


Hasta el 10 de septiembre se podrán ver más de 70 pinturas y dibujos al carboncillo de la creadora británica








La mirada de un joven de raza negra parece perdida en la distancia, con los ojos dirigidos hacia alguna parte. Pero nada es lo que parece. Aunque las expresivas pinceladas de Yiadom-Boakye parecen representar a personas que viven y respiran, su elenco de personajes es imaginado. No existen, salvo en su cabeza.  

Nacida en 1977 e hija de dos enfermeros ghaneses establecidos en Londres, Yiadom-Boakye empezó compaginando la pintura con otros trabajos, hasta que en 2006 ganó el premio Arts Foundation. Fue entonces cuando se dedicó completamente a su faceta artística, hasta consagrarse como una de las artistas más importantes de su generación.  

El Museo Guggenheim Bilbao presenta la exposición Lynette Yiadom-Boakye. Ningún ocaso tan intenso, que muestra por primera vez una selección de más de sus 70 pinturas y dibujos al carboncillo realizados entre 2020 y 2023 por la artista y escritora. Todo en sus pinturas de personas dice “retrato”. Pero estos no son lo son. Cn realidad, son creaciones de ficción, personajes imaginarios, atemporales captados en momentos cotidianos de felicidad, camaradería o soledad, sobre fondos teatrales.

La artista no trabaja con modelos, sino que las figuras son composiciones tomadas de distintas fuentes, como álbumes de recortes y dibujos, recuerdos y observaciones de la vida cotidiana. Son expresiones de recuerdos, de sentimientos, explica la comisaria Lekha Hileman. Los detalles, como la ropa o el vestuario, el calzado —o la ausencia de este— no permiten situar a las figuras en un espacio o tiempo concretos. 

Los retratos tiene una lectura libre, asegura la artista, invitan al espectador a pararse y observar cuidadosamente, a adentrarse en los imaginarios relatos visuales que teje la artista. En Canal de la paz, este (2021) una mujer – ¿o es un hombre?– tiene su mano sobre la cabeza de otro. ¿Pero le está acariciando, es un gesto de ternura, o le está regañando? “Todo depende de dónde se sitúe el espectador, de su propia interpretación”, confiesa la artista.

El género no importa

Lynette Yiadom-Boakye juega también con la ambigüedad en el género: “Para mí no es importante si son hombres o mujeres, hay hombres vestidos con ropa de mujer y mujeres, que parecen hombres”.

Lo que sí tiene claro esta creadora británica es que todos sus personajes imaginarios son negros; “Representar solo sujetos negros tiene un sentido político, pero para mí es algo natural, no me gusta pintar víctimas. El compromiso político es más bien en la forma en que realizo mis pinturas. Además, todo en la vida es política”. 

Animales tales como aves, zorros, búhos y perros aparecen con frecuencia en su obra en vaga alusión a su condición de mascotas ―aun cuando algunos sean en realidad animales salvajes―, contribuyen a provocar una sensación de intriga. “Si quiero introducir otros ojos en mis pinturas no tienen que ser necesariamente de personas”, remarca Yiadom-Boarke. 

Recientemente, Lynette Yiadom-Boakye ha retomado los dibujos al carboncillo, que producen “una sensación de inmediatez debido a su íntima escala y su aire de improvisación”. “Viéndolos conjuntamente con las pinturas“se hace patente la profundidad y el hábil manejo de los distintos soportes por parte de la artista”.

Su doble faceta de artista y escritora puede apreciarse en los imaginativos títulos que, más que explicar, acompañan a sus pinturas, invitando a la reflexión. Son una pincelada más del cuadro.

Libertad

 Lynette Yiadom-Boakye da al espectador la misma libertad que ha tenido ella para crearlos. Imágenes de hombres y mujeres negros como a ella le gustaría que fueran vistos, con toda su complejidad emocional e intelectual. 

Durante la presentación, la creadora ha explicado que estos retratos los realizó durante la pandemia. “En he tenido tiempo de rumiar las cosas. En estos momentos, también estoy abierta a abrir nuevos caminos”, confiesa.

El director general del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, ha recordado que esta exposición parte de un proyecto que se iba a realizar en el museo en 2020 con su obra retrospectiva, pero no pudo ser por la pandemia. “La exposición que presentamos ahora se centra en el trabajo de sus tres últimos años, por lo que la mayoría de las obras, sobre todos los dibujos, se ven por primera vez en Bilbao. Junto a Cristina Iglesias, es la artista más joven que ha expuesto en los 25 años de la historia del museo”.

La propia artista ha elaborado además una lista de canciones, que se encuentra en spotify, para recorrer la exposición. 

Lynette Yiadom-Boakye. Ningún ocaso tan intenso se exhibe en la segunda planta del edificio de Gehry hasta el 10 de septiembre. 

(DEIA )







LYNELYNETTE YIADOM-BOAKYE. NINGÚN OCASO TAN INTENSOTTE YIADOM-BOAKYE. NINGÚN OCASO TAN INTENSO Yiadom-Boakye. Ningún ocaso tan intenso

31.03.2023 - 10.09.2023

 Yiadom-Boakye. Ningún ocaso tan intenso

31.03.2023 - 10.09.2023

EXPOSICIONES RECOMENDADAS

 

10 Exposiciones de arte contemporáneo que no te puedes perder este mes de junio



Recorremos el país para recomendarte 10 exposiciones

El mes de junio es tan bueno como otro cualquiera para visitar exposiciones por eso hemos querido hacer una selección de las que acaban de inaugurar y alguna que está a punto de terminar y que creemos imprescindibles.


Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa (MAC)

¡Mírame! Retratos y otras ficciones en la Colección “la Caixa” de Arte Contemporáneo se inauguró el 10 de mayo en el Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa (MAC) en A Coruña. La muestra permanecerá abierta al público hasta el 30 de septiembre.

Una selección de cuarenta de las obras más reconocidas de grandes artistas que forman parte de la Colección de Arte Contemporáneo de ”la Caixa”. La exposición explora el retrato, uno de los géneros más tradicionales del arte, a través de varias disciplinas: pinturas, fotografías, esculturas y vídeos, dibujos e instalaciones, desde los años 80 hasta la actualidad.

Victoria Civera

La selección arranca en la década de los años ochenta y llega hasta los jóvenes creadores de hoy. Un conjunto de artistas de todas las nacionalidades, estilos y tendencias. Ana Laura Aláez, Janine Antoni, Juan Navarro Baldeweg, Jean-Michel Basquiat, Christian Boltanski, Victoria Civera, Rineke Dijkstra, Marlene Dumas, Esther Ferrer, Günther Förg, Curro González, Stefan Hablützel, Roni Horn, Sharon Lockhart, Pedro Mora, Vik Muniz, Óscar Muñoz, Bruce Nauman, Carlos Pazos, Cindy Sherman, Antoni Tàpies, Gillian Wearing y Sue Williams.


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martes, 13 de junio de 2023

CAIXA FORUM (SEVILLA)

 

SUMMER KISSES

"EL ESPACIO ES SUBJETIVIDAD. EL ESPACIO ES EXPERIENCIA, APARECE A MEDIDA QUE LO EXPERIMENTAMOS, NO EXISTE SI NO LO PERCIBIMOS. LA EXPERIENCIA ESPACIAL ES DIFERENTE EN CADA UNO DE NOSOTROS, NO HAY UN SOLO ESPACIO, HAY ESPACIOS” 

PELLO IRAZU



Pello Irazu nos invita a experimentar esta obra no solo con la mirada, sino también con el cuerpo, y a explorar cómo la percepción del color, la forma y la profundidad se traduce en una vivencia subjetiva y cambiante. Desde su propio título -Summer Kisses- Irazu nos sugiere un paisaje emocional. La combinación de colores y la posición ligeramente inclinada de las líneas producen un efecto vibrante capaz de despertar sensaciones y recuerdos que evocan la estación del verano.


En sus obras, Pello Irazu (Andoain, Guipúzoa, 1963) ha trabajado la relación entre la escultura, la pintura, el objeto, el dibujo y la fotografía, desafiando a menudo los límites de cada lenguaje. En sus piezas las disciplinas se hibridan para intervenir en el espacio y generar una fricción que ofrece al espectador una experiencia ambigua y sugerente. Es en esta zona liminar, que va de lo material a lo visual, del sujeto al objeto, del espacio al cuerpo, que emerge toda la potencia plástica y expresiva de su trabajo.


Esta muestra pertenece al ciclo Acceso Directo, una propuesta expositiva y de mediación de pequeño formato a partir de una obra de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa”. El reducido número de obras que lo conforman pretende generar en los públicos un espacio de encuentro sosegado aunque directo, con investigaciones, metodologías y procesos del arte contemporáneo. Las obras actúan como catalizadoras para abordar cuestiones del contexto presente y fomentan en el espectador la dimensión imaginativa, reflexiva y crítica.


HASTA EL 1 DE OCTUBRE DE 2023

OSKAR KOKOSCHKA

 

Oskar Kokoschka, regreso del pintor europeísta y radical


Pintor, poeta, escritor, ensayista y dramaturgo, Oskar Kokoschka (1886–1980) comenzó su carrera en la Viena de principios del siglo XX, al igual que Gustav Klimt (1862–1918) y Egon Schiele (1890–1918). Sus primeras obras escandalizaron tanto al público como a la crítica, que enseguida le calificó como “el gran salvaje” (Oberwildling). Su rica trayectoria personal y artística abarca la mayor parte del siglo XX, estando estrechamente ligada a los acontecimientos históricos de su tiempo.

A lo largo de su vida, su afán de independencia le mantuvo al margen de cualquier movimiento artístico. En ese sentido, el único adjetivo que Kokoschka aceptó para sí mismo fue el de expresionista: “Soy un expresionista porque no sé hacer otra cosa que expresar la vida”. Este compromiso con su arte se refleja en cada una de sus obras y convierte al pintor en testigo fundamental de su época y de las transformaciones que en ella se desarrollaron.


'Autorretrato de un artista degenerado', 1937


Oskar Kokoshka entró en el siglo XX a lomos de una rebeldía inflamable, descompensado, dispuesto a dar fuego a los territorios del arte moderno con una pintura de mucho empaste, con unos paisajes de tanto nervio y con unos retratos muy feroces. Acumuló una vida que en otro habría hecho falta una suma vidas para concretarse. Nació en la ribera del Danubio austriaco en 1886 y murió en Montreux (Suiza) en 1980. A los 23 años se lanzó sin freno a la conquista de Viena apadrinado por Gustav Klimt, a quien tuvo por faro de costa junto a Gustav Mahler y Sigmund Freud. Fue parte del grupo fundacional de una nueva vanguardia austriaca y con ánimo indomable recorrió Europa dejando un rastro de exceso y desafío en cualquier cosa: de la pintura a la poesía, de la noche a los excesos.

Como no podía ser de otra manera, cuando estalla la I Guerra Mundial se alista y poco después cae herido. Era 1915. En el frente trabajó con desenfreno decidido a representar su visión del conflicto sin límites ni censura. Ahí están piezas como Loreley, AnschlussAlicia en el País de las Maravillas, MarianneEl segundo frente. Cuando se repuso del balazo emprendió un nomadismo de primera calidad que lo llevó a recorrer un país detrás de otro (de Europa, de África, de Oriente Próximo), como inquilino de una tormenta.

Oskar Kokoschka pisó todos los charcos de su tiempo y de entre las muchas opciones de estar en el arte escogió la más salvaje. Así desde el principio de su aventura. Y esto mismo es lo que recorre la exposición que le dedica el Museo Guggenheim Bilbao en una cita de mucho 'tonelaje' con el título: Oskar Kokoschka. Un rebelde de Viena, en colaboración con el Museo de Arte Moderno de París y patrocinada por la Fundación BBVA, abierta desde el 17 de marzo y de la que son comisarios Dieter Buchhart y Anna Karina Hofbauer. La muestra revela el apetito plástico del artista austriaco, que surcaba la vida a dentelladas secas y calientes. Por el camino de sus primeros años, aún en Viena, se cruzó Alma Mahler, viuda del compositor Gustav Mahler (que falleció en 1911) que ya estaba en amores inflamados con el capitán de la Bauhaus, Walter Gropius. Los dos poseían unas almas fáciles de prender y entre ambos se estableció una corriente muy loca que no terminó exactamente el día en que ella lo abandonó.

Oskar Kokoschka ante una de sus obras, en los años 70.AP

Ante la imposibilidad de distanciarse de Alma y una vez descartado por ella, Kokoschka encargó a la pintora y diseñadora de muñecas Hermine Moss un una representación a tamaño natural de su amante. La bautizó con el nombre de Mujer silenciosa y decidió llevarla junto a él a tiempo completo: en la ópera, en las fiestas, en los cafés... También contrató a una doncella que la cuidase, la vistiese y la peinase. También la retrató tres veces: Muñeca de azul (1919), Autorretrato con muñeca (1920-1921) y Autorretrato en el caballete (1922). La relación con el maniquí terminó también de manera abrupta un año después de su fabricación. Kokoschka organizó una fiesta generosa en alcoholes y allí acabó con el 'idilio' que tenía a Austria muy pendiente de la relación.


Muñeca que simula a Alma Mahler, a tamaño natural.E.M.

"Desde su primera exposición, celebrada en la Kunstschau de Viena, en 1908, Kokoschka fue proclamado 'enfant terrible' y 'gran salvaje', ganándose asimismo el apelativo de 'Kokoschka, el Loco'", dice Dieter Buchhart. El trazo agresivo y la atípica técnica que desarrolla lo distinguen pronto de aquella estela Art Nouveau de sus primeros trabajos. Kokoshka pinta cada vez más liberado, más degenerado. También más humanista. "Algunas de sus pinturas representan la amenaza de la destrucción de la humanidad, la aniquilación del arte y la cultura y el fin de la libertad como consecuencias de la codicia y el ansia de poder de las clases políticas dominantes", señala Buchhart. Ese ánimo empuja al pintor a participar en los momentos relevantes que le pasan cerca: del arte sin bridas de la vanguardia a la resistencia contra el nazismo. "Kokoschka participó en la fundación de un "frente popular" antifascista, entrando así en confrontación directa con los nazis", explica el comisario. Estaba convencido de que una de las misiones del artista es servir de lucecita de alerta.

El empuje por el que Kokoschka entendía la existencia y el arte con apetito de tifón lo convirtió en uno de los artistas mejor reconocidos de su país y del expresionismo europeo, que él desplazó unos metros más allá. Su pintura tiene vuelo propio porque sin salir de su conquista fue abriendo cada vez más espacios. La exposición atraviesa todos los periodos del artista y lo que en cada tiempo le importó. Telas, dibujos, ilustraciones... Todo valía en el proceso de resistencia que entendía por arte. No deja de reinventarse a lo largo de su carrera, armando un trabajo revolucionario como activista político, adalid del arte figurativo y explorador de infiernos.

Superando los ideales clásicos, Kokoschka utiliza el género del retrato como instrumento analítico capaz de revelar el yo interior del modelo. Esta es una parte importante de su expresión, y así la despliega el Guggenheim Bilbao estableciendo algo más que el itinerario por una obra. Esta exposición propone redescubir la profundidad de un pintor que no sólo entendió el arte como herramienta sino como aullido. Y que alcanzó la mejor temperatura de volcán cuando escritura y pintura se enlazaron y funcionaban por igual en la pintura, en el teatro y en el activismo político desde la orilla del europeísmo sin fisuras.

Tras su muerte, el 22 de febrero de 1980, perdieron fuera las pasiones que levantaba el artista vienés, autor de un retrato del ex canciller alemán Konrad Adenauer que estuvo colgado tras el escritorio de Angela Merkel durante los 16 años que ella estuvo en el poder. El tiempo destartaló algo su leyenda. No es un pintor olvidado en los márgenes de la pintura, pero una capa de silencio tomó cuerpo alrededor de su nombre. Tendrían que pasar 40 años para recobrar su legado ardiente. Este que aloja Bilbao.


MÁS INFORMACIÓN

sábado, 3 de junio de 2023

ALMUDENA FERNÁNDEZ FARIÑA EN EL CGAC (SANTIAGO DE COMPOSTELA)

 


Este blog empezamos a escribirlo en febrero de 2018 un grupo de compañeros del Programa de Mayores de la Universidad de Vigo (Campus de Pontevedra). 

Éramos Marián, Concha, Jose, Jesús y Rosa.
 
En aquellos momentos nos matriculamos en una asignatura de la Facultad de Bellas Artes que nos ofrecían para el Programa de Mayores : Arte e contemporaneidade. 

Allí conocimos a nuestra profesora ALMUDENA FERNÁNDEZ FARIÑA con la cual aprendimos mucho de arte contemporáneo y a la cual siempre recordamos.
 
De ella habla esta noticia: "Exposición Pisando Charcos" que aparece en muchos medios de comunicación  y nos alegra muchísimo que su exposición sea un gran éxito a todos los niveles. 

Se lo merece como persona y como artísta.

FELICIDADES Y MUCHAS GRACIAS 

¡¡¡¡Allí estaremos!!!!

El CGAC recorre 30 años de la pintura que se expande más allá del marco de Almudena Fernández Fariña


La artista Almudena Fernández Fariña, este viernes en el CGAC. XOÁN A. SOLER

La muestra abarca desde sus primeras obras de la década de los 90 hasta sus trabajos más recientes



Nunca tiven medo aos cambios», afirma la artista Almudena Fernández Fariña (Vigo, 1970). Sus palabras quedan patentes al recorrer sus 30 años de trayectoria a lo largo de la primera planta del Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC). De esas primeras pinturas a mediados de la década de los 90 y su inicial acercamiento a otras disciplinas como la fotografía, la cerámica o el ensamblaje, hasta sus más recientes trabajos en los que muestra la realidad material de la pintura, donde lo que se ve es el marco, la parte trasera del lienzo. «Na miña evolución hai unha despreocupación polos resultados formais e un interese por investigar, por experimentar, e non só coa pintura», resume la artista que protagoniza la exposición que cada año desde el 2016 el museo de arte contemporáneo compostelano dedica a un artista gallego de media carrera.

En Almudena Fernández Fariña. Pisando charcos, que puede verse hasta el 10 de septiembre, la obra pictórica de la artista viguesa no solo dialoga con otras disciplinas, como la cerámica o el ensamblaje, sino también con otros artistas, como es el caso de Joan Hernández Pijuan, Aurèlia Muñoz, Rosemarie Trockel y Guillermo Mora, entre otros. «Son artistas que me axudan a entender o meu pensamento, a abrir lecturas», afirmó Almudena Fernández Fariña, que perteneció a la primera promoción de la Facultade de Belas Artes de Pontevedra, donde también imparte docencia desde el año 2000. 

En esa retrospectiva de Almudena Fernández Fariña, uno de los objetivos fue «destacar aspectos que permanecen ocultos para achegar lecturas máis alá das formalistas», apuntó la comisaria, Susana Cendón. En este caso, puso énfasis en el «subtexto feminista» que subyace en la obra de la creadora viguesa. Una cuestión que queda muy patente, por ejemplo, en alguno de los cuadros de la reciente serie Signos e ornamentos, donde la protagonista de una de las obras es el personaje de Pitufina. «Todos os pitufos teñen identidade, pero ela non a ten. Entón, iso representa para min o que foi a muller na historia da arte: unha excepción», destacó ayer la artista. También queda reflejado en la serie Alicia, donde la artista interpreta en lienzos los libros de Lewis Carroll por ese interés «por esa nena empoderada»

El papel del espectador

Otro de los aspectos que toma relevancia a lo largo del recorrido expositivo es el espectador, que juega un papel activo al interpelarlo. «É interesante como a práctica pictórica de Almudena Fernández Fariña vai máis alá do cadro, do lenzo, é propón unha cuestión moi inmersiva, unha inmersión visual e corporal», resalta el director del CGAC, Santiago Olmo, sobre una artista que entiende la pintura como una práctica en permanente definición.

La retrospectiva que parte del libro realizado con fragmentos de obras que fue desechando y concluye con la parte trasera de un cuadro con pintura que se desparrama tendrá continuidad a principios de julio, tal y como recordó el director xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, con una intervención de la artista en el hall del CGAC formando parte de los actos del treinta aniversario del museo de arte contemporánea.

( LA VOZ DE GALICIA)


Antología de Almudena Fernández Fariña

La viguesa inaugura la exposición “Pisando Charcos”, un repaso a sus treinta años de trayectoria, en el CGAC





‘Pisando Charcos’, con obra de Almudena Fernández Fariña, llega al CGAC





La exposición de la artista viguesa ofrece fotografías, bordados y piezas cerámicas

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