miércoles, 27 de abril de 2022

EXPOSICIÓN EN EL THYSSEN (MADRID)

 

Hiperreal. El arte del trampantojo


Pintar imágenes que no puedan diferenciarse de la realidad ha supuesto un desafío para artistas de todos los tiempos. La habilidad para engañar al espectador haciendo pasar lo pintado por real mediante las leyes de la óptica y de la perspectiva es todo un juego cuyos primeros ejemplos se conocieron a través de textos literarios griegos. Desde entonces, el trampantojo ha tenido en las artes una larga presencia, con periodos de notorio florecimiento, como el Renacimiento o el Barroco, para decaer tras el Romanticismo, pero sin llegar a desaparecer nunca del temario artístico.





  La exposición Hiperreal. El arte del trampantojo, organizada con la colaboración de la Comunidad de Madrid, propone una revisión del género a través de más de un centenar de obras de alta calidad, procedentes de museos y colecciones particulares de todo el mundo, que ponen en evidencia los temas más representativos de la pintura de caballete. El arco cronológico abarca desde el siglo XV hasta el XXI, pero las obras se presentan ordenadas por materias y escenarios, independientemente de su fecha de ejecución, para poder así resaltar la continuidad del género, que se prolonga hasta nuestros días.

La exposición se organiza en los siguientes apartados: Puesta en escena, dedicado al bodegón; Figuras, encuadres y límites, sobre el engaño a través del marco pintado; Huecos para curiosos, representaciones de hornacinas, vanos o armarios con objetos diversos que sorprenden por su ilusionismo; Muros fingidos: tablones y paredes, convertidos en escenarios para exhibir objetos que muestran la pericia del pintor; Desorden perfecto, dedicado a los rincones de artista y a los quodlibet, subgéneros del trampantojo; Llamada a los sentidos, con composiciones cuyo tema principal son las esculturas y las flores; Renovación americana y su estela, dedicado a los renovadores del género en Estados Unidos y a su influencia, y Trampantojo moderno, con piezas que destacan por mostrar la habilidad y la imaginación de sus autores para sorprender, con especial atención a los siglos XX y XXI. La muestra termina con una obra del escultor Isidro Blasco, encargada exprofeso para cerrar el recorrido.

Anónimo español Bodegón con libros, 1630-1640 (Still Life with Books). Óleo sobre lienzo, 34,9 x 56,8 cm. Berlín, Staatliche Museen zu Berlin, Gëmaldegalerie



  El término trampantojo - trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es - procede del francés trompe l’oeil, publicado por primera vez en un diccionario de Bellas Artes de 1806, aunque ya había sido utilizado como título de una pintura en 1800. Los primeros ejemplos los encontramos en la antigüedad de Grecia y Roma, en mosaicos y pinturas murales, y son muchas las referencias al arte ilusionista y a la capacidad de los artistas de reproducir la naturaleza en la literatura de la época. El más famoso es el episodio narrado por Plinio en el que los pintores Zeuxis y Parrasio participan en una suerte de concurso de habilidades. El realismo de las uvas pintadas por el primero es tal, que incluso los pájaros se acercan para comerlas, mientras que Parrasio presenta una pintura que representa una cortina; Zeuxis le pide que la retire para poder admirar así su obra, pero se da cuenta de que ha caído en el engaño y reconoce la gran habilidad de su oponente.

  Este relato se hizo muy popular durante el Renacimiento y fueron muchos los que quisieron emularlo y crear obras que produjeran ese efecto de falsa realidad a través de los más variados recursos y técnicas pictóricas. Junto al hábil uso de la perspectiva, el escorzo o los efectos lumínicos, los pintores introducen todo tipo de juegos visuales, como elementos que se proyectan fuera del cuadro e invaden el espacio del espectador, insectos que parecen posados sobre el lienzo, o materiales y texturas reproducidas con tal detalle que consiguen engañar y fascinar a quien los mira.

Juan Fernández “el Labrador” Jaraicejo, 1629-Madrid, 1657 Bodegón con cuatro racimos de uvas, h. 1636 (Still Life with four Bunches of Grapes). Óleo sobre lienzo, 45 x 61 cm. Madrid, Museo Nacional del Prado



  1. Puesta en escena

  El bodegón es el género que más posibilidades ha brindado a los artistas para experimentar el mito de la ilusión, buscando retratar objetos, flores, frutas y otros alimentos de forma tan realista que resulte difícil diferenciar entre verdad y ficción. El recorrido por las salas comienza con un fragmento de mosaico romano con la representación de tres perdices, al que acompañan piezas destacadas de los siglos XVI al XX, como Bodegón con uvas y un pájaro (h. 1525) de Antonio Leonelli, uno de los primeros ejemplos de naturaleza muerta como género independiente que se conservan y que reproduce la composición de Zeuxis, incluyendo al pájaro que picotea las uvas. También emula la obra de Zeuxis el magnífico Bodegón con cuatro racimos de uvas (h. 1636) de Juan Fernández “el Labrador”, con un grado de naturalismo que volveremos a encontrar siglos después en obras como Besugo (h. 1800), de Bartolomé Montalvo, o Bodegón del membrillo (1989), de Isabel Quintanilla.

  A mediados del siglo XVII, el trampantojo alcanzó en Holanda la categoría de género independiente con respecto a las naturalezas muertas y sus temas se fueron diversificando. Surgen así los bodegones de mesa o “de banquete”, como los de Willem Claesz. Heda, o los llamados trampantojos de caza, como los reunidos en la sala de Jan Baptist Weenix o Jean Démontreuil.

Francesco del Cossa (Ferrara, hacia 1435-Bolonia, 1476/1477) Retrato de un hombre con una sortija, h. 1472-1477 (Portrait of a Man with a Ring). Óleo sobre tabla, 38,5 x 27,5 cm. Madrid, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza



  2. Figuras, encuadres y límites

  Jugar con los márgenes, límites o marcos de los cuadros es uno de los recursos más utilizados. Es en el Renacimiento cuando los pintores flamencos e italianos comienzan a realizar un nuevo tipo de retrato en el que el personaje se gira y observa al espectador tras un murete o una ventana. Para confundir ilusión y realidad, la figura se representa a escala real y los encuadres arquitectónicos se pintan con todo detalle, con sus fisuras, desconchados e imperfecciones, imitando la madera o la piedra a la perfección, y situando algunos objetos o miembros sobresaliendo del marco, por lo que el límite entre nuestro espacio y el de la pintura se vuelve incierto. Lo vemos en El evangelista san Marcos (1451) de Andrea Mantegna o en el Retrato de un hombre con una sortija (h. 1472-1477) de Francesco del Cossa.

  Dos ejemplos fascinantes de cómo el pintor juega con un marco figurado los encontramos en Autorretrato en trampantojo (h. 1868), de Jean-Marie Faverjon, y en Huyendo de la crítica (1874), de Pere Borrell del Caso, en el que el muchacho representado parece escapar del propio lienzo.

  El siglo XVII en Holanda se considera la edad de oro del arte del trampantojo. Existía un gran interés por las teorías de la óptica y la perspectiva, y los artistas se valían de esos conocimientos para lograr juegos visuales muy del gusto de los coleccionistas. En la segunda mitad del siglo se introdujo un nuevo elemento: la cortina ilusionista, que deja ver tras ella un interior, un retrato, un bodegón o una escena religiosa, con la que el pintor nos obliga a centrar la atención en una parte del cuadro al tiempo que oculta la otra, creando un efecto perturbador entre lo que vemos y lo que no vemos pero que podemos imaginar, como en Hombre fumando una pipa (h. 1650), de Gerrit Dou, o en El descanso de la huida a Egipto (1647), de Adriaen van Gaesbeeck.

  3. Huecos para curiosos

  Un escenario típico del trampantojo es presentar los objetos y alimentos a través de nichos, hornacinas o ventanas. Este marco permite proyectar algunos de esos elementos hacia el exterior, aumentando así la sensación de realidad. Lo vemos en el magnífico Bodegón con frutas y verduras (h. 1602) de Juan Sánchez Cotán, o en Bodegón del fumador en una hornacina (h.1635) de Georg Flegel. Otras piezas destacadas reunidas en este capítulo son Aparejos de cetrería en un nicho (h.1660-1670) de Christoffel Pierson y Vajilla de plata en una alacena (siglo XVII) de Cornelius Norbertus Gijsbrechts.

  Las estanterías, armarios o alacenas repletas de libros y objetos diversos son otro de los motivos favoritos. Efectos ópticos como el reflejo en metales o cristales de lo que se encuentra frente a ellos, pintar una puerta entreabierta para atraer nuestra mirada hacia el interior, o el juego de llaves colgando de la cerradura y proyectando su sombra - como en Naturaleza muerta con botellas y libros (h.1525) de un autor anónimo alemán, o en Alacena con objetos (h. 1730) del sevillano Bernardo Lorente Germán - son recursos frecuentes de los que se valen los pintores para acentuar el engaño.

  En este apartado se incluyen también los llamados ‘gabinetes de curiosidades’, en los que el artista recrea las piezas más sobresalientes, curiosas y sugestivas de exclusivos coleccionistas, desvelándonos la personalidad y los gustos de sus dueños, como el pintado por Johann Georg Hinz en 1666, así como algunas obras en las que los libros se convierten en únicos protagonistas, como Dos estanterías con libros de música (h.1720-1730), de Giuseppe Maria Crespi, o La librería (1951), de Kenneth Davies.

Cornelis Brisé (Haarlem, 1617- Ámsterdam, 1665) Documentos de la tesorería del, Ayuntamiento de Ámsterdam, 1656.(Documents on the Treasury Wall of, the Amsterdam City Hall). Óleo sobre lienzo, 194 x 250 cm.



  4. Muros fingidos: tablones y paredes

  El papel, en sus múltiples formatos - documentos, cartas, dibujos, grabados, mapas, partituras…-ocupa un lugar especial en la representación del trampantojo. Esta diversidad de manuscritos e impresiones cuelgan y decoran fondos de madera o muros enlucidos a los que se fijan con variados sistemas de sujeción, y permiten al pintor mostrar su habilidad para reproducir con el pincel las distintas técnicas de estampación, caligrafías, calidades y texturas, recreándose en representar dobleces, roturas y todo tipo de detalles e imperfecciones.

  Documentos de la tesorería del Ayuntamiento de Ámsterdam (1656), del holandés Cornelis Brisé, es un magnífico ejemplo, lo mismo que Trampantojo (1667-1673), del pintor andaluz Marcos Fernández Correa, o Quodlibet con retratos de contemporáneos y cabezas antiguas (1757), del suizo Johan Caspar Füssli, en el que el artista pinta una abeja y una avispa sobre algunos de los retratos que cuelgan de la pared. Una versión más moderna nos la ofrece La catedral de Amiens (1919), de Yurii Annenkov, un assemblage que combina collage, madera, cartón y alambre sobre papel, evocando los trampantojos de la pintura tradicional.

  En este capítulo se presenta también otro grupo de obras en las que los objetos que cuelgan de una pared están vinculados a la caza, tales como armas, trofeos y diversos útiles y aparejos del cazador. En Naturaleza muerta con pertrechos de caza (1665), su autor, Johannes Leemans, refuerza la ilusión al invadir el marco con parte de la culata de un arma y de otros objetos, y en Trampantojo con armas, pertrechos de caza y reloj (h.1690), del valenciano Vicente Victoria, la calidad técnica con la que reproduce los objetos, el estudio de las sombras sobre el fondo y la presencia de un insecto posado en la pared acentúan igualmente el efecto ilusionista.

  5. Desorden perfecto y el rincón del artista

  Los quodlibet - del latín quod y libet, ‘lo que quieras o gustes’- son una variante dentro del género, también conocida como ‘guardacartas’. Se trata de la representación de un variado conjunto de objetos cotidianos o personales del artista o de la persona que lo encarga - papeles, cartas, grabados, pequeñas joyas, abrecartas, peines…-, colocados aparentemente al azar sobre una superficie plana y sujetos por cintas que simulan estar clavadas formando líneas o cuadrículas. Su aparición y desarrollo se sitúa en la Holanda del siglo XVII y los pintores Cornelius Norbertus Gijsbrechts y Samuel van Hoogstraten son sus máximos representantes.

  Los objetos pintados, sin aparente relación entre sí, adquieren su significado al ser incluidos y combinados en el cuadro, ya sea un encargo, de forma que esos elementos representan los gustos o pertenencias del comitente, o del propio artista, como forma de reafirmarse en su oficio y mostrar su pericia. En cualquier caso, estas obras se convierten en auténticos testimonios de su época.

  Los ‘rincones del artista’, representaciones de objetos relacionados con la actividad del pintor, en ocasiones, junto a alguna de sus obras, se incluyen también en este capítulo. Estas obras se interpretan como una forma de autorretrato y de autopromoción. Naturaleza muerta en trampantojo (1663), de Gijsbrechts, en el que vemos un lienzo con un bodegón parcialmente descolgado del bastidor y diversos útiles del pintor, es un ejemplo excepcional; lo mismo que Trampantojo (h. 1670), de Jean François de Le Motte, seguidor de Gijsbrechts, en el que, junto a la reproducción de una marina, aparecen varios objetos, entre ellos, una carta con el nombre y la dirección del autor. La Gioconda impúdica (1986), de Pierre Gilou, muestra la pervivencia del tema en el siglo XX; en él pinta una repisa con varios botes y pinceles y el lienzo inacabado de la Gioconda parcialmente cubierto por una cortina, un guiño al mito de Parrasio.

Jean-Étienne Liotard (Ginebra,1702-1789 Trampantojo, 1771. (Trompe l’Oeil) Óleo sobre seda transferido a lienzo, 23,8 x 32,4 cm. Nueva York, The Frick Collection. Legado por Lore Heinemann en memoria de su marido, Dr. Rudolph J. Heinemann,1997



  6. Llamada a los sentidos

  La grisalla fue la técnica más utilizada para la imitación en pintura de esculturas y relieves. El famoso Díptico de la Anunciación de la colección Thyssen, pintado hacia 1433-1435 por Jan van Eyck, muestra la destreza del artista en la reproducción de los distintos materiales, desde el alabastro de las figuras esculpidas a los mármoles y piedras de los marcos fingidos y de las molduras. Simulando el bajo relieve de un nicho, Las vestales (1749), de Jacob de Witt, formó parte del ornato de una chimenea. La moda de decorar las mansiones con pinturas monocromáticas imitando relieves clásicos triunfó principalmente en la Francia de finales del siglo XVII y principios del XVIII.

  Trampantojo (1771), de Jean-Étienne Liotard, es otro bello ejemplo del arte de pintar esculturas, con dos pequeños relieves y dos dibujos suspendidos de una tabla, imitando con maestría sus vetas y el sombreado para aumentar la sensación de realidad. Otro destacado especialista en reproducir en pintura esculturas y relieves es el suizo François Ferrière, del que se presentan dos lienzos, La música y La poesía (antes de 1821), en los que imita bajorrelieves de metal con marcos simulados de madera tallada; una ligera pluma pintada sobre el primero y un escarabajo en el segundo incrementan el efecto ilusionista.

  Las flores son otro de los motivos más utilizados en los trampantojos, ya sean arreglos en forma de ramos, cestas, floreros o guirnaldas, o como complemento de otros temas. Un experto en el género fue el pintor Daniel Seghers, cuyo modelo tradicional, con una guirnalda enmarcando el asunto central, será adoptado por otros artistas, como Johann Rudolf Bys en Bodegón con flores. Vista de un puerto con marco de guirnaldas (h. 1713), con un cuidado juego de luces y sombras y pequeños insectos posados en las flores y en el marco de la ventana. Ya en el siglo XIX destaca la pintora de flores y naturalezas muertas Clara von Sivers; en Flores (1877), la artista representa un colorido ramo suspendido de una alcayata sobre unas tablas oscuras, con sus vetas e imperfecciones.

John Haberle (New Haven, 1856-1933) Rasgado en tránsito, hacia 1890- 1895. (Torn in Transit). Óleo sobre lienzo, 34,3 x 43,2 cm. Chadds Ford, Brandywine River Museum of Art. Donación de Amanda K. Berls, 1980



  7. Renovación americana y su estela

  Las obras reunidas en esta sección muestran la riqueza del trampantojo en Estados Unidos durante el siglo XIX y principios del XX, cuando el género ya había decaído en Europa, con una gran variedad de estilos y composiciones. Algunas obras están repletas de objetos pintados mientras que otras destacan por su simplicidad compositiva, pero todas tienen en común la capacidad de atraer al espectador, invitándole a explorar sus detalles y su ilusionismo.

  Artistas como Harnett, Haberle, Peto o Cope recurren a objetos del mundo que les rodea - documentos, artículos de fumador, trofeos de caza, instrumentos musicales, billetes, periódicos, cartas -, que les sirven para evocar recuerdos o acontecimientos del pasado - en ocasiones como una forma de exaltación de la memoria colectiva nacional -, o para hacer referencia a temas actuales, tales como la economía, la cultura del consumo o la censura, animándonos a descubrir los trucos de la representación y el significado que esconden los cuadros.

  El trampantojo gozó de una gran popularidad en Estados Unidos y los artistas se esforzaron en logar que se constituyera como género independiente. Esa forma más libre de interpretarlo será una de las claves para entender su evolución en el siglo XX, también en pintores europeos como los franceses Pierre Ducordeau - miembro del grupo ‘Peintres de la réalité’ - y Henri Cadiou - del movimiento ‘Trompe - l’oeil/Realité’, fundado en la década de 1960 -, así como el holandés Ton de Laat o el artista chileno Claudio Bravo.

Salvador Dalí (Figueres, 1904-1989) Máxima velocidad de la Madonna de Rafael, hacia 1954. (Maximum Speed of Raphael’s Madonna) Óleo sobre lienzo, 81 x 66 cm. Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía



  8. Trampantojo moderno
  
El último capítulo de la exposición reúne un conjunto de obras que destacan por la agudeza e ingenio de sus autores para provocar la sorpresa del espectador, con algunos ejemplos que se remontan al siglo XVI, pero centrando la atención en los siglos XX y XXI. Se incluyen así lienzos tan originales como La tierra (h.1570), del inconfundible Giuseppe Arcimboldo, con múltiples figuras de animales encajando a la perfección para construir la fisonomía de una cabeza de perfil, o Gallinero, una singular pintura de Jean-François de Le Motte (siglo XVII), junto a obras de Salvador Dalí - entre ellas, Máxima velocidad de la Madonna de Rafael (h. 1954), de su etapa ‘místico-nuclear’, en la que fusiona ciencia y religión – o de Antonio López, como Ventana por la tarde (1974-1982), en la que vuelve a aparecer el juego entre espacio interior y exterior.

  La sala se completa con una muestra de la pervivencia del género en el arte actual, que incluye obras de los artistas españoles Gerardo Pita, Redes. Puerto pesquero de Marbella (2015-2016), César Galicia, con dos pinturas de su serie Manhattan, y un óleo sobre tabla de Manuel Franquelo.

  Por último, Tren elevado en Brooklyn (2022), un collage moderno y urbano que combina fotografía, escultura y arquitectura, creado para la ocasión por el artista Isidro Blasco, cierra el recorrido de la exposición devolviendo al espectador a la realidad pues, sin ser propiamente un trampantojo, la obra provoca una reflexión sobre esa dualidad realidad/representación característica del género. 

Carlo Crivelli (Venecia, hacia 1435Ascoli Piceno, 1495) La Virgen con el Niño, h. 1482-1483. (The Virgin and Child). Temple sobre tabla, 45,9 x 33,6 cm. Bérgamo, Accademia Carrara




Ficha de la exposición
Título:Hiperreal. El arte del trampantojo

Organizador:Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

Con la colaboración de: Comunidad de Madrid

Sede y fechas:Madrid, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, del 16 de marzo al 22 de mayo de 2022. Comisarios: Mar Borobia y Guillermo Solana, jefa de Pintura Antigua y director artístico, respectivamente, del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Comisaria técnica: Mª Eugenia Alonso, conservadora de Pintura Antigua del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Publicaciones:Catálogo con textos de Benito Navarrete, Kristen Nassif, Javier Navarro de Zuvillaga, Fernando Quesada, Mª Eugenia Alonso y Mar Borobia. Número de obras:105
Información para el visitante
Dirección:Paseo del Prado, 8. 28014, Madrid. Salas de exposiciones temporales, planta baja.Horario:De martes a domingo, de 10 a 19 horas, sábados de 10 a 21 horas. Lunes cerrado.Tarifas:
Entrada única: Colección permanente y exposiciones temporales.

Hiperreal. El arte del trampantojo
Del 16 de marzo al 22 de mayo de 2022
Comisarios: Mar Borobia y Guillermo Solana

 

lunes, 18 de abril de 2022

ALGUNAS GALERÍAS DE MADRID

 


Exposiciones y galerías de Madrid



Es hora de salir a la calle y de respirar el aire puro que la primavera nos regala. Y pocos planes nos gustan más que disfrutar de la oferta cultural de Madrid cuando exposiciones de artistas de todo el mundo y galerías abren sus puertas a todo el que le interese inspirarse y aprender sobre arte en cualquiera de sus versiones. También hemos querido hacerte una guía cultural de Madrid  para Semana Santa con diferentes tipos de actividades de ocio. Aunque si lo tuyo es el arte contemporáneo y conocer las últimas muestras de diferentes creadores sin moverte de Madrid, tienes que ver esta lista de galerías donde sumergirte entre los trazos, y formas artísticas que siempre tienen algo que decir a los visitantes.

Principales exposiciones y galerías para visitar en Madrid


F2 

David Benarroch en esta galería, comparte con el público ‘Tangible matter’. Fruto de los sentimientos y del florecimiento artístico y de inspiración del creativo durante la borrasca Filomena en Madrid.





Dirección: Calle del Dr. Fourquet, 28, 28012 Madrid.


Elvira González

Miquel Barceló presenta ‘Kiwayu’ en una de nuestras galerías favoritas de Madrid. 26 acuarelas y las 11 cerámicas realizadas e inspiradas a medio camino entre la isla de Kiwayu, en el archipiélago de Lamu en Kenia (2021) y la isla de Mallorca (2020).



Dirección: Calle Hermanos Álvarez Quintero, 1, 28004 Madrid.


Fahrenheit Madrid

Desde Nueva York, la galería Fahrenheit, que te hemos mostrado en otras presentaciones, exhibe hasta el próximo 29 de abril ‘Figments’; obra con la que el artista Craig Taylor pretende apelar a un resultado en el que el retrato y lo abstracto se encuentran para invitar al observador a reflexionar sobre la manifestación de las formas. Además de sobre las posibles figuras que se escondan bajo los colores que completan cada una de la sobras.



Dirección: C. Justiniano, 8, 28004 Madrid.


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CENTRO SOCIAL ABANCA (SANTIAGO)

 

Kandinsky, Dalí, Picasso e Italo Calvino se reúnen en una exposición de Abanca en Santiago


El Centro Social Abanca de la Praza de la Praza de Cervantes acoge hasta el 29 de octubre una exposición que reúne obras de Maruja Mallo, Urbano Lugrís, Salvador Dalí, Pablo Picasso y Vasili Kandinsky, todas ellas con el hilo conductor de los valores literarios de Italo Calvino






Obras de Salvador Dalí, Pablo Picasso, Vasili Kandinsky, Maruja Mallo y Urbano Lugrís se encuentran entre las 50 piezas de la Colección Abanca que se exhiben en una muestra que dialoga con la literatura de Italo Calvino, una exposición que se podrá ver en Santiago de Compostela (Centro Social Abanca de la Praza de Cervantes) hasta el 29 de octubre.

"El arte de empezar y el arte de acabar. Obras para el milenio en la Colección Abanca" cuenta con piezas de 39 autores de "indiscutible calidad" que transcurren por las salas entroncadas como hilo conductor con una serie de valores literarios defendidos por Italo Calvino, tales como "la levedad, la rapidez, la exactitud, la visibilidad y la multiplicidad", según ha explicado el director general de Responsabilidad Social, Sostenibilidad y Comunicación de Abanca, Miguel Ángel Escotet.

En este sentido, Escotet ha remarcado la "gran responsabilidad" de Abanca de conservar y dar a conocer el "rico" patrimonio artístico con el que cuenta, mientras señala que el título de la muestra se basa en "algo muy importante filosóficamente hablando: que es mucho más importante acabar que empezar".

Al respecto, el responsable de la gestión de la Colección Abanca, Diego Cascón, reflexiona acerca de que Italo Calvino era un autor "muy visual, muy imaginativo, en la línea de Borges", por lo que resultaba atractiva la idea de realizar un "juego comparado" de sus textos con artes como la pintura y la escultura.

La muestra, que se acaba de inaugurar, puede visitarse en el sede de la Praza de Cervantes de martes a viernes de 17:00 a 21:00 horas y los sábados y festivos de 11:30 a 13:00 y de 17:00 a 21:00 horas. Los domingos y lunes permanecerá cerrada.

Obras que llevan tiempo sin exponerse

Una de las cuestiones sobre la que ha llamado la atención Cascón es que se exhiben varias obras que "hace tiempo que no se puede ver en público", como son cuadros de Sean Scully, Washington Barcala y Ângelo de Sousa.

Durante el recorrido con la prensa, el responsable de la Colección Abanca ha explicado que el punto de partida de la obra ha sido la escultura 'Ciudad corazón', de Miquel Navarro, por sus conexiones con 'Las ciudades invisibles', de Italo Calvino.

En una de las salas principales se encuentran frente a frente el 'Profil à la fenêtre' (1934), en el que Picasso realiza un perfil inspirado en su amante Marie-Thêrese Walter, con 'Les roses sanglantes' (1930), en el cual Dalí retrata a Gala con una iconografía propia del martirio de San Sebastián. Este último es el cuadro "más viajado" por todo el mundo del fondo de Abanca, en palabras de Cascón.

Pero también se podrán ver "casi por primera vez" cuadros como el 'Mulheres no cais', del artista poscubista brasileño Emiliano Augusto Cavalcanti, que guarda relación con la estética de Luis Seoane.

Cuadros como 'El caballo respetuoso con las damas', de Eugenio Fernández Granell, o 'Las Pipas', del Equipo Crónica; y esculturas de Juan Muñoz, Jorge Oteiza y José María de Labra completan el medio centenar de obras de la exposición.




martes, 12 de abril de 2022

MUSEO GAIÁS

 


El Museo Gaiás, en Santiago, acoge una exposición con obras de Dalí o Le Corbusier

El jueves día 7 se inauguró en la Cidade da Cultura "Objetos de deseo. Surrealismo y diseño, 1924-2020", una exposición que explora el diálogo entre arte surrealista y diseño contemporáneo con "obras icónica" de artistas como Man Ray, Salvador Dalí, Giorgio de Chirco o Le Corbusier




La Xunta de Galicia y la Fundación La Caixa inauguraron este jueves, 7 de abril, en el Museo Centro Gaiás, la exposición "Objetos de deseo. Surrealismo y diseño, 1924-2020", que explora el intercambio y diálogo entre arte surrealista y diseño contemporáneo a lo largo de los últimos 100 años y que contará con "icónicas obras" de artistas como Man Ray, Salvador Dalí, Giorgio de Chirico o Le Corbusier.

Además, la muestra también cuenta con grandes nombres del diseño contemporáneo: desde Ray Eames a Ingo Maurer, Gae Aulenti o Frederick Kiesler, entre otros.

En un comunicado, la Consellería de Cultura ha explicado que las obras que se podrán ver en el museo de la Cidade da Cultura proceden en su mayoría de los fondos del Vitra Design Museum, en la localidad alemana de Weil am Rheim, pero también de otras colecciones internacionales como las de la Fondation Le Corbusier de París, la Fondazione Giorgio e Isa De Chirico de Roma, el Design Museum Den Bosch de Holanda o la Fundación Gala-Salvador Dalí.

La muestra se inauguró el jueves, pero abrio sus puertas al público general el día siguiente, el viernes, y está organizada por la Fundación La Caixa y el Vitra Design Museum, uno de los museos más importantes del mundo en el ámbito del diseño, con la colaboración de la Xunta de Galicia a través de la Cidade da Cultura y en el marco del Xacobeo 21-22.

Antes de su paso por el Gaiás, la muestra fue exhibida en el propio
Vitra Design Museum y en los centros de Caixaforum en Barcelona, Madrid, Sevilla y Girona. Además, está previsto que tras su estancia en la capital gallega se exponga en el Design Museum de Londres.

La Xunta ha destacado que se trata de la tercera gran exposición que llega al Gaiás a raíz de la colaboración entre la administración gallega y la Fundación La Caixa, tras "Cine y emociones. Un viaje a la infancia" y "Faraón. Rey de Egipto".


MÁS INFORMACIÓN

LA NOTICIA EN LA VOZ DE GALICIA



MADRID CON ARTE

 


Esta es nuestra guía cultural para esta Semana Santa en Madrid



Ahora, que se acercan días de fiesta, en los que aprovechar nuestro tiempo libre y la cantidad de opciones culturales que ofrece la ciudad, te contamos algunas novedades que no te puedes perder. Entre los días 11 y 17 de abril, además de volver a disfrutar de las procesiones que forman parte de la tradición de nuestro país, los museos, teatros, galerías y otros muchos espacios nos esperan con los brazos abiertos. Esta es nuestra guía cultural para disfrutar del tiempo de ocio en Semana Santa.


¿Te quedas en Madrid o piensas escaparte unos días a la capital? Tienes que hacer un hueco en tu agenda a estos planes.

Madrid Una experiencia inmersiva

KLIMT

Pasando por una sola puerta es posible, desde Madrid, teletransportarse hasta la Viena de finales del siglo XIX a través de una experiencia que consiste en adentrarse en los cuadros y el mundo del artista y pintor KLIMT. ¿Estás dispuesto a sorprenderte con la magia de la realidad digital? Tienes la oportunidad de adentrarte en el universo de este referente de la estética y la moda cuyo legado sigue vigente en nuestros días. En Matadero Madrid.







‘Picasso: Rostros y figuras’, en Real Academia de Bellas Artes

A lo largo de su trayectoria profesional como creador, el reconocido pintor malagueño también retrató figuras, caras y semblantes que forman parte de ese proceso de desarrollo como creador. Hasta el 15 de mayo, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando junto a la Fundación Beyeler de Riehen, cerca de Basilea, Suiza, presentan en Madrid la exposición Rostros y figuras. El momento perfecto para conocer un poco más a uno de los máximos representantes del cubismo.



‘Kiwayu’, en Galería Elvira González 

La Galería Elvira González acoge hasta el próximo 28 de mayo una exposición del pintor neo-expresionista Miquel Barceló. 26 acuarelas y 11 cerámicas realizadas durante la pandemia entre las islas de Mallorca y Kiwayu (Kenia).






‘La trama dorsal’, en Galería Helga de Alvear

‘La trama dorsal’ de Prudencio Irazábal es la colección de la que podrás disfrutar durante los próximos días en Helga de Alvear. Una serie de obras en las que el color, el claroscuro y el relieve son protagonistas.






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jueves, 7 de abril de 2022

JUANA FRANCÉS

 


Juana Francés. Antología íntima (1957-1985)




Esta exposición, organizada gracias a la colaboración del MACA, Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, presenta en Málaga la obra de una de las artistas españolas más sobresalientes de la segunda mitad del siglo xx: Juana Francés (Alicante, 1924-Madrid, 1990). Única mujer miembro y fundadora del Grupo El Paso, la pintora alicantina fue una incansable investigadora plástica, transitando indistintamente entre el informalismo y la figuración.

Esta antología íntima pretende visibilizar, condensada en una única sala, su extensa y valiosa trayectoria artística: una incesante búsqueda personal en torno al signo gráfico y a la materia. En gran parte, los dominios y la escala del informalismo se encuentran en la intimidad, y hemos tratado de trasladar ese axioma al montaje, mostrando la producción más original de Juana Francés, aquella que celebra las cualidades físicas y espirituales de la pintura.

Además de un referente temprano de la pintura gestual y matérica en España, Juana Francés abordó la figuración en los años comprendidos entre las décadas de los sesenta y setenta. Imagina entonces un universo de figuras aisladas que interpelan con sus miradas al espectador, un repertorio en el que subyace una cierta crítica social y un hondo pesimismo existencial.

A ese trabajo de reflexión sobre la condición humana, le sigue un retorno al informalismo a principios de los ochenta, con los llamados «fondos submarinos y cometas», en un estilo próximo a la abstracción lírica. Entonces toman protagonismo el movimiento de los cometas en el aire y la vibración de la luz reflejada en los fondos submarinos. En este capítulo postrero, Juana Francés se destapa como una extraordinaria colorista (frente al carácter monocromático de su producción inicial).

Adelantada a su tiempo y artista de incuestionable originalidad, calidad e importancia, la obra de Juana Francés se significa por el gusto por la textura, el dominio cromático y la incontestable fidelidad al carácter experimentador de su autora. Con este proyecto tratamos de situar a tan destacada creadora en el lugar de honor que por méritos propios le corresponde. 

HASTA EL 19 DE JUNIO

Comisariado:Rosa María Castells, conservadora de las Colecciones del MACA, y Lourdes Moreno, directora artística del MCTM





viernes, 1 de abril de 2022

NUEVO REINA SOFÍA

 


ASÍ HA QUEDADO EL NUEVO MUSEO REINA SOFÍA TRAS REORDENAR TODA SU COLECCIÓN


Alrededor de 2.000 obras, muchas de ellas nunca antes expuestas, componen un recorrido que nos invita a mirar el arte de otra manera


Diez años de investigación y la colaboración de la mayor parte de los departamentos de la institución han sido necesarios para llevar a cabo esta ambiciosa propuesta, que supone una relectura integral de su colección. ¿El objetivo? “Repensar el modo en el que se cuenta el arte desde un lugar situado como es España” cuenta el director del Museo, Manuel Borja-Villel. “Pretendemos que las reflexiones propuestas estén vinculadas al ahora y por ello se abordan temas que preocupan a todo el mundo: los exilios, la crisis o el feminismo”.

Vasos comunicantes 1881-2021

Vasos comunicantes 1881-2021, nombre que se le ha dado a este nuevo planteamiento, se reparte en seis plantas, cuatro en el edifico Sabatini, incluida la planta más baja del ala sur que se abre como espacio expositivo después de 30 años, y dos en Nouvel. En total, unos **15.000m2 **con cerca de 2.000 obras que nos cuentan más de un siglo de Historia del Arte, desde el origen de la modernidad de finales del XIX hasta la actualidad.


En esta reformulación, que aborda dicho periodo desde un punto de vista contemporáneo, son las obras las que van creando la historia a través de ocho episodios temáticos de temporalidad flexible, en los que se abandona la lectura lineal y poco importa ya el orden cronológico. Una gran diversidad de trabajos artísticos, de múltiples disciplinas, transversales y que se van vinculando entre sí para generar nuevos relatos que dan sentido al presente. De ahí que obras de un mismo artista puedan aparecer en distintos puntos del recorrido porque aquí el objetivo no es encumbrar su figura en una sala estanca, sino que sus obras sirvan de hilo conductor de la historia.

Alrededor del 70% de la colección se expone por primera vez

Gracias a esta inédita reordenación, además, el museo saca a la luz gran parte sus fondos, procedentes de adquisiciones, donaciones y depósitos de obras. Alrededor del 70% de la colección se expone por primera vez con el objetivo de abordar temas de plena actualidad e hitos que han marcado nuestra sociedad (crisis del coronavirus incluida), visibilizar a mujeres artistas, poner de relieve la fotografía y el cine, incorporar la arquitectura dentro del discurso expositivo y aumentar el protagonismo del arte latinoamericano.

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