MARISA MERZ


      EL CIELO ES UN GRAN ESPACIO






El Cielo es un gran espacio”, es el título de la exposición que la artista italiana Marisa Merz tiene en el Museo Serralves de Oporto después de ser exhibida en el MOMA de Nueva York y en el Hammer de Los Ángeles en EE.UU., y que todavía puede visitarse hasta el 22 de abril, antes de continuar su camino a su siguiente destino en Salzburgo, Austria.

Esta exposición puede considerarse un viaje de las cinco décadas de una vida dedicada a la pintura y escultura de esta Artista nacida en Turín, Italia, en 1926, y que aún hoy, cumplidos los 91 años, sigue en activo pintando cuadros más grandes que nunca, como señala su hija Bea: “Siempre pintaba en formatos pequeños”.

Marisa Merz aprovecha para esta exposición las características técnicas del espacio que tiene el Museo Serralves con sus contrastes de la Luz artificial y la luz natural, diseñado por el arquitecto portugués Álvaro Siza que, también, cuenta con obras en España como es el Centro Meteorológico de la Villa Olímpica de Barcelona o el Museo de Arte Contemporáneo de Galicia, en Santiago.

Esta artista, Marisa Merz, considerada una de las principales figuras del Arte Povera, (arte pobre), fue la primera mujer en protagonizar este Arte, y eso que estaba inmersa en un ambiente machista. Sus obras no tienen nombre ni fecha, ya que Marisa Merz, quería romper con el tiempo y para realizarlas usaba materiales encontrados en su casa de Turín y alrededores. Materiales que puedan ser reciclados.

Entre las obras que expone hay una que es un barullo de hilos entremezclados y que forma la palabra “BEA”, nombre de su hija, y que también, tiene entrelazadas una agujas como si fuera la artista quien tejiera o calcetara esta obra, ya que, a veces, Marisa Merz, integra en su trabajo los aspectos artísticos y las prácticas tradicionales asociadas con las mujeres; en este caso, tejido de punto. En el vídeo que se mostrará con las palabras que dedica a esta artista la comisaria de la exposición, Connie Butler podréis apreciar esta obra junto con otras fotografías de la exposición. Por cierto, la comisaria habla en portugués, pero ¡¡¡Tranquilos!!!, está subtitulado. Así que podéis enteraros de todo lo que dice.

Ceras, barro, hilos de cobre, agua, luces, son  algunos de los elementos protagonistas en las obras de esta artista; que en los años 60, del siglo pasado,  hacía gigantescos monstruos que colgaba del techo como si fueran pulpos de metal que asustaban a los niños. A finales de los 70 creó esculturas de cabezas hechas de arcilla sin cocer, en colaboración con su marido, también artista, Mario Merz. “Marisa no tiene tiempo que perder, pasa de un trabajo a otro, y no le importa que la obra sea frágil”, dice la comisaria de la exposición. Una veintena de estas cabezas se expone  en una mesa de cristal hecha por su marido y que ella dispuso en forma de espiral; forma que utiliza en muchos dibujos. Ya la utilizó en 1966 en Turín haciendo esculturas con estructuras en espiral en papel de aluminio que colgaba del techo. Podréis apreciarla en una fotografía con nuestro compañero José.

Esto fue un breve resumen de esta exposición que, repito, aún se puede visitar. Estará abierta hasta el 22 de abril en el Museo Serralves de Oporto. Adiós y hasta el próximo Artecont Magazin.

 


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