miércoles, 23 de agosto de 2023

NUEVO ESPACIO EXPOSITIVO


Felipe Pantone en todas partes: el impacto del artista valenciano de la luz y el calor

Nacido en Argentina, aunque desde los diez años en Valencia, su influencia global lo ha consolidado como uno de los artistas más relevantes en la abstracción geométrica. Sus obras hablan del futuro tecnológico


Una mujer observa una obra de Felipe Pantone en una galería de Londres. (EFE/Andy Rain)


La vida de Felipe Pantone, uno de esos argentinos cuya familia llegó a España bordeando los dos mil, podría haber sido la del artista urbano que, dejando el rastro de sus grafitis sobre las paredes, termina encasillado entre los propios muros de la ciudad. El rumbo de Pantone iba a ser otro. Graduado en Bellas Artes en Valencia, su ciudad de adopción desde los diez años, dio el salto definitivo. El artista urbano (esa coletilla mitad displicente) dejó de ser urbano para quedarse en artista. El Premio Nacional de Artes Plásticas, José María Yturralde, lo define "como el heredero de la abstracción geométrica valenciana".


Con el rostro habitualmente oculto, o entreverado, se ha convertido en una de las figuras más destacadas del arte español precisamente venciendo las propias apariencias, las de prejuicio continuado sobre quienes intervienen en el espacio público o no siguen los pasos estrictos de la academia.

Hasta octubre es el protagonista del museo Kunsthal de Rotterdam (obra del arquitecto Rem Koolhaas), con una muestra de su visión futurista, a partir del encuentro entre el arte callejero y la tecnología. "Pantone compara el ritmo de rociar graffiti con la velocidad de las nuevas tecnologías y lo traduce en murales, pinturas, instalaciones…", explica el museo. Esa dualidad, entre pintura abstracta y elementos propios de los softwares informáticos, píxeles, códigos QR o glitches, sirve de enlace entre la realidad física y la digital. Es una demostración pictórica de que no hay una vida on y una vida off; ya no existe la posibilidad de pulsar el botón de apagado.


Para enero de 2024 será profeta en su tierra con una de las principales apuestas artísticas de la agenda valenciana el próximo año: la retrospectiva del artista ocupará el Centre del Carme de Valencia, como una prolongación de lo que ahora se ve en Rotterdam. De mayo a julio, la propuesta Biennal 2064 servirá de extensión, a partir del planteamiento de los efectos de la tecnología en la producción cultural. Debajo del color y la geometría, Pantone en realidad se está preguntando todo el tiempo sobre los efectos del estado digital en nuestras vidas.

Nacido en 1986, la globalidad de sus piezas y la internacionalización de su nombre ha reafirmado su vínculo con Valencia. Además de ejercer de emblema para la comunidad artística local, su próxima adquisición representa bien su ideario: se ha quedado Casa Axis, en l’Eliana —adelantó CulturPlaza—, un chalé como de un tiempo por llegar que hasta ahora era conocido por servir de localización para la serie Black Mirror. La mansión Pantone será más bien un refugio creativo en el que "crear un espacio donde la inspiración no tenga límites, ofrecer a la comunidad artística un lugar idóneo para la creatividad".
 

(EL CONFIDENCIAL)





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