sábado, 15 de enero de 2022

CALLE CON ARTE

 


La ruta Trafalgar del arte contemporáneo


La calle barcelonesa concentraba mayoristas de ropa y ahora es núcleo de galerías y espacios artísticos



Exterior  de la Pigment Gallery en la calle Trafalgar 

 Miquel Gonzalez / Shooting


En la frontera entre l’Eixample y Ciutat Vella se encuentra la calle Trafalgar, que reclama su protagonismo como destino imprescindible para los interesados en el arte, el diseño, la gastronomía y una ciudad más humana. La calle conserva algunas huellas de su historia como punto de concentración de mayoristas de ropa, aquellos que cedieron el testigo a los comerciantes chinos hasta el punto de que la zona se conoció como la Chinatown textil de Barcelona. 

En el 2016, la falta de espacio, los cambios en la ley de arrendamientos urbanos y la oferta de naves amplias y baratas fuera de la capital provocaron la estampida de los comerciantes chinos a Badalona. Por entonces, se abrieron los primeros establecimientos gastronómicos, de artesanía y otros servicios destinados al turismo. Como explica Carlos Durán, director de la Galería Senda, “fue una oportunidad perdida y una lástima que no se atreviera más gente a venir entonces, podríamos haber hecho algo grande”.

enda formaba parte del núcleo histórico de galerías de arte en la calle Consell de Cent. No estuvo entre quienes trataron de trasladar el gremio a Enric Granados, pero el potencial de Trafalgar sí captó su atención y se instalaron allí. También con su espacio complementario, LAB36. Ahora, la valoración es positiva, y Durán asegura que el nuevo espacio le ha permitido acceder a un nivel diferente de artistas. Entre los nombres asociados a Senda están Jaume Plensa, Jordi Bernadó, Yago Hortal, Peter Halley o Evru.

A punto de comenzar el 2022, ya parece indiscutible que Barcelona cuenta con un nuevo eje artístico, con siete espacios expositivos. De talante muy diferente, además de las ya citadas, se han establecido Bombon Projects, Dilalica, Uxval Gochez, Pigment Gallery y Pas Une Orange; a las que se añade el Espacio Trafalgar, con sus exitosas reproducciones de Banksy, así como otros proyectos que estudian sumarse. LAB36 se define como un contenedor de experimentación creativa y un espacio de encuentro que ansía poner en el mapa buena parte de las producciones con Barcelona como referente, y que, aunque destinadas a ser motor de la actividad cultural, no han recibido la atención suficiente de las instituciones. El chileno Claudio Correa y los catalanes Bea Sarrias e Iván Forcadell están entre los artistas que han mostrado allí su trabajo.

Ferran Josa, director de Pigment Gallery


“Queremos recordar el Soho neoyorquino”

Ferran Josa ha inaugurado en este 2021 una galería en París, en noviembre, en el barrio de Le Marais, “para mantener una columna vertebral de los artistas de Pigment Barcelona, pero reforzando los internacionales”, explica, y otra, desde el mes de junio, llamada a ser uno de los referentes del polo de atracción artístico de la calle Trafalgar.


Después de más de una década de director adjunto de la Sala Parés, inició su propio proyecto en la calle Enric Granados en enero del 2016, pasó más tarde a la calle Rosselló, que abandonó “porque aunque es una zona bonita de Barcelona, la gente no pasea por allí”. Así, decidido a salir al encuentro del visitante local y del turista que camina del Eixample al Born, buscó un local que resultase atractivo para la experiencia que supone observar arte, que pudiera ofrecer las características que recordasen “a aquellas galerías del Soho de Nueva York donde te vas encontrando sorpresas a medida que vas entrando”. Ha transformado un antiguo gimnasio en un lugar donde “hay la posibilidad de tener un buen espacio para la exposición principal, pero hay otros para showroom, para reuniones, para ruedas de prensa e incluso para exposiciones pequeñas. Estoy sorprendido del trabajo que hemos hecho y de lo que hemos conseguido”.


Por tanto, se reivindica la importancia del espacio en el que se produce el encuentro entre visitantes, interesados, curiosos o coleccionistas con la producción de los artistas: “yo creo firmemente en el trabajo con los artistas que han de representar el espíritu de la galería, porque sólo expongo lo que a mí me gusta, entre la figuración moderna y una abstracción pura”.


Confía firmemente en las posibilidades de coordinar las actividades de las diferentes propuestas establecidas en la calle Trafalgar: “No es una calle muy amplia, se podría decir que la abre Senda y la cierra Pigment, y en medio otras propuestas que se complementan y se enriquecen. El objetivo es llegar a funcionar como una asociación pequeña, pero sin formalizarlo, sencillamente trabajando juntos, aunque todavía queda, pero tenemos un gran potencial”.


Bombon Projects, dirigida por Joana Roda, se instaló hace cinco años en el número 45, pero en mayo se mudó al 53. Formada como historiadora de arte, Roda explica que su idea no era ni tener una galería convencional ni romper esquemas, sino llevar a cabo proyectos de arte contemporáneo que permitieran la profesionalización de un grupo de artistas. Forman parte del proyecto nombres como Anna Dot, Pere Llobera o Jordi Mitjà. La cercanía entonces con la Blue Project Foundation, los precios aún asequibles de los alquileres y el estar en una zona de paso fueron los principales atractivos para que, tras su experiencia como directora adjunta de una galería, Roda se lanzara al proyecto.

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