domingo, 3 de enero de 2021

MUSEO BELLAS ARTES DE BILBAO

 


‘Eduardo Arroyo grabador’ en el Museo de Bellas Artes de Bilbao



La exposición de Eduardo Arroyo en Bilbao es la novena colaboración entre el Festival Internacional de Grabado y Arte sobre Papel FIG Bilbao y el Bellas Artes.


El Museo de Bellas Artes de Bilbao  presenta una exposición de grabados  de Eduardo Arroyo donde se muestran, hasta el 7 de marzo de 2021, estampas que el artista donó al museo justo antes de su fallecimiento en 2018. Se reafirma así, la colaboración anual que el museo lleva realizando con el Festival Internacional de Grabado y Arte sobre Papel FIG Bilbao.

Sede habitual del festival, el museo comparte los mismos objetivos, promocionar el arte gráfico y generar actividades que despierten interés de la ciudadanía por esta manifestación artística, además de promover la colaboración entre los diferentes sectores culturales.

En esta ocasión, se presenta en las salas 32 y 33 del museo ‘Eduardo Arroyo Grabador’, una exposición dedicada a uno de los artistas españoles más destacados del siglo XX. Le acompaña, además, una publicación – Eduardo Arroyo. Obra gráfica IV (1997 – 2018). Se trata del volumen que completa el catálogo de la obra gráfica del pintor y grabador Eduardo Arroyo con las estampas realizadas entre 1997 y 2018, incluyendo el centenar de grabados que forman parte de la colección del museo gracias a su generosa donación.

Ambos proyectos, tanto la exposición como la publicación del catálogo, han estado a cargo de la historiadora de arte experta en la obra de Arroyo y estrecha colaboradora del pintor, que impartirá además una conferencia que estará disponible en el canal de YouTube del museo a partir del viernes 18 de diciembre. 

GRABADOS DE EDUARDO ARROYO

Se concluye así el proyecto de recopilación, investigación y catalogación de los 530 grabados del artista, que constituyen uno de los conjuntos más personales de la gráfica europea contemporánea, que demuestra su consideración y dedicación hacia esta técnica a lo largo de toda su trayectoria, según han explicado desde el Museo.

En la presentación han tomado parte el director del museo, Miguel Zugaza, el viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco, Andoni Iturbe, la diputada foral de Cultura, Lorea Bilbao, el presidente de FIG Bilbao, Iñaki Alonso, el director del Area de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao, Iñaki López de Aguileta, y el coordinador de Conservación e Investigación del museo, Javier Novo.

Considerado uno de los principales representantes de la figuración artística, los intereses artísticos de Eduardo Arroyo (Madrid, 1937-2018) abarcaron no solo la pintura sino también la literatura – que de hecho fue su primera vocación – , la escultura y la estampación, lenguajes que a lo largo de toda su trayectoria fueron plenamente eficaces para plasmar sus a menudo desmitificadoras imágenes e ideas.

El grabado, pasión que mantuvo a lo largo de toda su vida y materializó en un importante corpus de obras sobre papel realizadas según las más diversas técnicas: litografía, aguafuerte, punta seca, aguatinta, pochoir, linograbado y xilografía, entre otras.


DESCUBRIMIENTO CASUAL

Desde comienzos de la década de 1960, Arroyo se dedicó al grabado al descubrir, casi por casualidad, tal y como revela Fabienne di Rocco en el texto incluido en el catálogo, el taller parisino en el que se imprimían los afiches de los pintores Georges Braque o Raoul Dufy, entre otros.

El Bellas Artes de Bilbao organizó en noviembre de 2017 la última gran antológica dedicada al pintor, coincidiendo con su 80 cumpleaños. Ese año, el artista realizó la donación al museo de diez obras sobre papel y dos esculturas, a las que, en septiembre de 2018, y poco antes de morir, el artista añadió un centenar de grabados de su época final, que son los ahora expuestos.

Con una línea fluida y aparentemente simple, Arroyo demuestra un dominio del dibujo y un uso del color, o de su ausencia, que le permiten captar, de forma sintética pero certera, la personalidad de aquellos personajes que retrata y para los que selecciona la técnica de estampación más indicada a sus propósitos, ha destacado el Bellas Artes.

Los grabados donados al museo presentan, "siempre bajo el prisma culto, original y cosmopolita" de Arroyo, una excepcional variedad de retratos de hombres y mujeres, no siempre reales, que componen una galería que manifiesta su pasión bibliófila, su amor por la pintura y su interés por las más diversas manifestaciones culturales.

Este interés va desde el boxeo a los toros, los deshollinadores, y otros tipos populares, hasta las referencias poéticas al valle leonés de Laciana, donde el artista fijó su residencia de verano tras su regreso a España a finales de los años setenta.

                             El boxeo era una de las temáticas favoritas de Arroyo. Fotos: Efe





No hay comentarios:

Publicar un comentario