miércoles, 2 de octubre de 2019

MAX ERNST


 

Max Ernst en el Museo Carmen Thyssen de Málaga

 

Figura fundamental para el desarrollo del arte en el siglo XX, el pintor, escultor y artista gráfico alemán Max Ernst (Brühl, 1891-París, 1976) propone con sus obras visibilizar un insólito y alucinante universo onírico. Así, la serie Historia natural (Histoire naturelle), publicada en 1926 por la galerista Jeanne Bucher y una de sus más reconocidas creaciones surrealistas –equivalente plástico de la escritura automática–, reúne treinta y cuatro dibujos del artista reproducidos en fototipia y en los que aplica una técnica inventada por él mismo: el frottage (frotado), que consiste en hacer aflorar las distintas formas de los objetos situados bajo el papel al frotar la superficie con un lápiz o carboncillo. Mediante un proceso de automatismo psíquico, Ernst obtiene imágenes de texturas que posteriormente transforma en un inquietante repertorio de animales, vegetales y minerales, elementos que constituyen una naturaleza metamórfica que diluye las fronteras entre realidad e imaginación, creada mediante el azar y revelada a un autor convertido en vidente.
 

El Museo Carmen Thyssen de Málaga dedica una exposición a Max Ernst durante los días 14 de junio al 13 de octubre de 2019.
 
Bajo el título «Max Ernst: Historia natural» la muestra presenta los trabajos de este creador centrados en la faceta del dibujo y recogidos en un único cuaderno creado a lo largo del verano de 1925.
 
 
Figura clave del dadaísmo y el surrealismo en las décadas de 1910 y 1920, el artista alemán Max Ernst (1891-1976) experimentó con diversos géneros (pintura, collage, grabado, escultura y técnicas de dibujo inusitadas) en un lenguaje plástico que combinó la representación realista tradicional con formas de creación alternativas y revolucionarias.
 
La exposición del Museo Carmen Thyssen de Málaga presenta la obra realizada con la técnica denominada frottage, una especie de dibujo semiautomático en el que, frotando con lápiz o carboncillo sobre un papel dispuesto en un material con textura, lograba efectos e imágenes inesperados y fortuitos, que surgían por azar, de manera inconsciente e incontrolada. El papel del artista se limitaba así a la mera observación del resultado, convirtiéndolo, como él mismo decía, en espectador del nacimiento de sus obras.
 
Publicado en 1926, en París, por la galerista Jeanne Bucher, el portfolio Historia natural, que se muestra en esta exposición, incluye treinta y cuatro fototipias que reproducen frottages originales de Max Ernst. Creadas en 1925 aplicando esta técnica sobre diversas superficies (tablones de un suelo de madera, cordeles, malla metálica, papel arrugado, corteza de pan, etc.), las imágenes recogidas en este extraordinario libro de artista tienen la falsa apariencia de ilustraciones de un tratado científico. Sin embargo, el trabajo de Ernst sobre las sorprendentes texturas obtenidas de manera automática transforma el resultado en objetos, criaturas y paisajes extraños y fantásticos, fruto del subconsciente y no de la razón, convirtiendo el libro en un inquietante repertorio de especies surrealistas, en la frontera entre la realidad y la imaginación.
 
La exposición que se presenta en el Museo Carmen Thyssen Málaga, realizada en colaboración con la Fundación Juan March, muestra todas las láminas que componen este singular libro de artista de Max Ernst, procedentes de la Colección José María Jiménez-Alfaro.
 
 
 

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