martes, 9 de julio de 2019

EXPOSICIÓN EN VIGO




Dorda y Solsona inauguran la muestra:

                                                  "O corpo na mirada"





Los artistas Yolanda Dorda y Sandro Solsona acaban de inaugurar en el espacio Cubo (Doctor Cadaval, 17 Bajo) su muestra "O corpo na mirada". Se trata de una exposición pictórica que está enmarcada en el ciclo "BigoVarcelona" y gira en torno al acto de ver.
Yolanda Dorda se formó como escultora pero los pinceles se convirtieron poco a poco en su medio expresivo. Vive y trabaja en A Coruña. Ha realizado exposiciones, tanto colectivas como individuales, en diferentes salas e instituciones de la Península.
 
 Sandro Solsona, brasileño de nacimiento y catalán de adopción, trabajaba en el campo de la publicidad y el diseño. Finalmente, en Barcelona, decide dedicarse exclusivamente a la creación de imágenes.
 

Ojos que miran al que debe mirar a través de obras que observan al público. Esta es la filosofía de la nueva exposición que  se inauguró en Cubo (Doutor Cadaval, 17). El espacio multidisciplinar, dirigido por Alfons Freire, volvió a levantar un puente creativo entre Galicia y Cataluña con la segunda entrega del ciclo expositivo “BigoVarcelona”. En esta ocasión, comparten protagonismo dos artistas plásticos: uno de aquí, la coruñesa Yolanda Dorda y otro de allá, Sandro Solsona. “Nos presentan algunas de las pinturas más recientes en un diálogo entre los extremos de la península, que esperamos sea sugerente y atractivo para el espectador”, explica el responsable de la sala. En ambos casos, los artistas trabajan en torno a la mirada, los ojos y la dicotomía entre observar y ser observado.


“Habitualmente la pintura son imágenes que miramos, que contemplamos; son objetos pasivos que recogen nuestra mirada; en esta exposición, las paredes se llenan de ojos y son las imágenes las que nos miran”, apunta Freire.

 Así, como en otros ocasiones, la muestra se distribuye a través de las tres paredes de la sala. Dorda da la bienvenida al espectador con un conjunto de retratos seriados, donde pequeños matices en el maquillaje o en los gestos, distorsionan la armonía, llamando la atención del espectador que no puede escapar a la mirada directa de la modelo.
 
 
 
 

 El espacio central está reservado a Sandro Solsona. Con piezas de menor tamaño, donde los marcos toman protagonismo, el artista se centra en los ojos y desvinculándose del resto. Humanos, animales, reales o ficticios, destaca los ojos sobre el rostro. La gestualidad y la emotividad llega a través de un golpe de vista.

 Para cerrar, una nueva obra de Yolanda Dorda. En gran formato, con áreas desdibujadas, una imagen otra vez inquietante atrae la atención del visitante.

 

 

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