ARTE ESPAÑOL DEL SIGLO XX": "La colección tiene mucha vocación asturiana e irán saliendo más obras"
Afirma que Luis Fernández "está entre los muy grandes". Hay además una selección de dibujos muy bonita, y estar entre un Picasso, un Julio González o un Dalí deja clara su importancia
Irradia felicidad y no es para menos: Dolores Jiménez-Blanco es la comisaria de una de las grandes exposiciones del año, abierta al público en Madrid. "Arte español del siglo XX. De Picasso a Barceló", cien joyas seleccionadas de la Colección Masaveu que ofrecen una mirada panorámica y armoniosa de la pintura y escultura del siglo pasado.
Parece que fue ayer cuando Jiménez-Blanco puso manos a las obras maestras: "Empezamos a hablar del proyecto hace años, en 2019... Entre medias tuve alguna interrupción y no pude trabajar en ello de continuo hasta que, finalmente, pudo hacerse". Ojo: "Es una exposición muy trabajada en la que ha participado mucha gente porque yo soy la comisaria, sí, pero ha sido un trabajo muy de equipo. Y la colección también ha ido creciendo a la vez, porque se van haciendo adquisiciones que en algunos casos era importante incluir. O sea que ha sido verdaderamente un proceso precioso".
Lo que más cuesta es seleccionar entre tanto material: "Sí, y dándole sentido. Que sea sensorial e histórica. Una exposición no es lo mismo que hacer un libro, tiene que encajar en los espacios concretos de la sede de la Fundación. Y eso también determina mucho, porque hay unos formatos que deben estar en un sitio, otros que tienen que estar en otro. Es como un puzle, trabajar muchas piezas hasta que encajan todas, que es lo que ha pasado".
Le dolió dejar fuera algunas obras, pero "las recuperaré en la sala verde en la que ahora están los asturianos Navascués y Orlando Pelayo, porque la dedicaremos a obras invitadas, por decirlo así, obras que están en la colección, pero que, por razones de espacio, de conservación o de lo que sea, no han podido entrar en esta primera propuesta, cosas que se han quedado en el tintero, pero que con el tiempo espero poder enseñar".
Una odisea, lo del espacio: "Condiciona muchísimo, claro. Primero se hace la selección en abstracto, pero luego hay que colocarla y ver si funciona, y muchas veces hay que cambiar el orden en función de todo eso. Por ejemplo, ese mega-Chillida gigante solo podía estar en el único sitio que tiene esa altura, esa dimensión para acogerlo. En el caso de los Barceló fuimos a la opción contraria, que es condensarlo".
El rincón asturiano, inevitable: "Claro, la conexión de Masaveu con el Principado está ahí. Hubo dificultades para seleccionar, hay tanto... Pero con esa rotación que iremos haciendo también saldrán más obras. La colección tiene mucha vocación asturiana y con el tiempo iremos sacando autores poco a poco, cada vez más".
Pero no solo se trata del rincón asturiano, matiza Jiménez-Blanco: "Hay muchos asturianos muy integrados en el discurso. Hablaba con Alfonso Palacio, el director del Museo de Bellas Artes de Asturias, y me decía que estaba muy feliz de ver a Luis Fernández integrado con sus pares, digamos, con sus compañeros de vanguardia, al lado de Óscar Domínguez, al lado de Baltasar Lobo, al lado de los artistas que eran sus colegas, sus amigos en París... Y eso es un ejemplo, pero también tenemos a Vaquero Palacios al lado de Zóbel, al lado de Gustavo Torner... Se trata de integrarlos, no se trata solo de hacer una sala asturiana, que está muy bien, pero hay que ver cómo se integran en el discurso general"
Subraya que Luis Fernández está "entre los muy grandes. Hay además una selección de dibujos muy bonita, y estar entre un Picasso, un Julio González o un Dalí deja clara su importancia. Durante mucho tiempo estuvo bastante desconocido, y, de repente, hay como un consenso muy general sobre la calidad indiscutible de Luis Fernández y sobre cómo tiene su lugar entre las vanguardias".
Más trazos asturianos: "Magín Berenguer, a quien hemos puesto en la sala 2, y es un artista quizá poco conocido en Madrid que merece la pena también resituar. Es decir, hay una serie de artistas que entraban bien en el discurso y se ha podido hacer, con otros iremos viendo si se pueden incorporar en esa sala de artistas invitados o a través del catálogo razonado".
"Paisaje" (1939), de Luis Fernández. / Fundación María Cristina Masaveu Peterson |
Y se puede añadir a Joaquín Rubio Camín o a Luis Feito, nacido en Madrid pero de profundas raíces asturianas: "Es un artista fundamental, y además con una pieza muy representativa, con ese sol blanco sobre fondo negro que es muy fuerte. Y cuando hagamos la segunda mitad del siglo también va a estar con dos dibujos preciosísimos, que serán un descubrimiento para mucha gente"
Hablamos de un tercio de lo que atesoran las colecciones: "Hay para hacer muchas exposiciones, hay para hacer también otra de arte internacional, otra de arte del siglo XXI... Poco a poco, que ya vamos teniendo casi un cuarto de siglo. Aquí teníamos claro que no se trataba de abarcarlo todo, sino de poner el foco en algo que fuera muy concreto".
A diferencia de otras exposiciones, "aquí no se trata solo del nombre de los artistas, sino de valorar pieza a pieza, no se trata de que haya un Picasso, sino qué Picasso, o no se trata de que haya un Juan Gris, sino qué Juan Gris. Se trata de escoger las piezas que sean fuertes por sí mismas. Y eso hace que también, en muchos casos, algunos de los autores de las obras no son tan conocidos, pero la pieza es muy rotunda, y funciona muy bien. En la exposición, realmente, no hay un momento que baje, es toda muy intensa".
Hay muchos cuadros ante los que aún se queda mirando absorta: "Por ejemplo, en los de José Guerrero,ue es granadino, como yo... Tienen una fuerza espectacular. Luego, el de Juana Francés, que hemos rescatado un poco, es una mujer de una potencia tremenda, pero estaba muy opacada por todos los hombres que estaban en el grupo de El Paso, y es un cuadro gigante, muy fuerte, uno de esos ante los que dices ‘¡guau!’. Y el Tapiès, del fondo de la sala, o el Madrid Sur de Antonio López o el Dalí de ‘Assumpta Corpuscularia Lapislazulina’, que necesita mucho rato, de contemplación. Por eso he puesto un banco, para que la gente se siente y lo mire despacio".
Cada cuadro tiene una historia: "Como el de Juan Gris, está dedicada a Romain Thomas, su casero, y es que con él pagó su estancia en Colliure". Bastante presencia femenina, pero "todavía puede haber más. Está la línea abierta para buscar obras de mujeres que no están ahora mismo en la exposición, pero que podrían integrarse de una forma natural. Tenemos a Carmen Laffón, Juana Francés, Soledad Sevilla, María Blanchard, Cristina Iglesias, Maruja Mallo...".
"Los amantes" (1960), de Manuel Calvo. / Fundación María Cristina Masaveu Peterson |
Se trata, apunta la comisaria, "de que quien venga a la exposición salga con una idea de lo que ha ocurrido en España en el siglo XX y de cuáles han sido algunos de los puntos fuertes en la creación artística española del siglo XX". Y aclara que "esto es una colección que responde a los gustos de unos coleccionistas. No se trata de hacer como en un museo una cosa absolutamente totalizadora. Partiendo de eso, lo que hay funciona y ya está. Es muy típico de buen coleccionista no comprar por los nombres o por lo que dicen los asesores, sino comprar por su propio instinto, por sus propios gustos, sus prioridades, sus preferencias. Y yo creo que eso se ve en la colección. Se ve que hay un gusto muy concreto, muy marcado por determinados episodios de la historia del arte, determinadas sensibilidades, determinadas maneras de entender la creación. Eso es de buena colección, lo que hace que sea fuerte, potente. Cuando ves que una colección es simplemente una acumulación de piezas sin ton ni son, eso no es una colección, es una acumulación".
Una colección como la Masaveu tendría un valor incalculable en el mercado: "La buena noticia es que nunca se va a poner en el mercado. Esto ya está tan institucionalizado que está pensado para que sea de disfrute público, para que se pase de generación en generación. Esa es la gracia". Muchas obras, recuerda, "se han ido comprando a lo largo del tiempo y han estado en despachos, en almacenes, algunas se han prestado. El grueso de la colección así como se muestra ahora, con cien obras, nunca se había mostrado". Aguardan más proyectos, clases en la Universidad, tesis que dirigir... ¿Enmarcamos el secreto? "Que te apasione lo que haces. Que lo disfrutes.
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