Cristina Iglesias: “El arte siempre es político, a veces de forma más directa y a veces de formas simbólicas”
La española afronta el tercio del año con dos nuevas exposiciones, la última en Barcelona y otra en la poderosa galería inglesa Hauser & Wirth, que ahora la representa. ¿Entre sus planes de futuro? Un reto que aún no puede desvelar.
| La artista Cristina Iglesias en su taller.© Cristina Iglesias/Courtesy the Artist and Hauser & Wirth/Alex Iturralde. |
Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) parece un mar en calma, aunque atraviese días frenéticos. Acaba de inaugurar las exposiciones Pasajes, en La Pedrera de Barcelona, donde su obra se integra en la arquitectura de Gaudí, y The Shore [La costa], en la sede londinense de su nueva galería, la muy poderosa Hauser & Wirth. Es la única artista española actual que figura en la nómina de una marca que representa, significativamente, a un tótem como su paisano Eduardo Chillida, así como a varios de los creadores más cotizados del mundo, tanto vivos (Cindy Sherman, Rashid Johnson, Pipilotti Rist) como históricos (Louise Bourgeois, Calder). Y en el futuro próximo se dibuja otro gran reto bajo la forma de una muestra individual en una gran institución internacional de la que aún no puede avanzar nada. Esta entrevista tiene lugar mientras, un mes antes de la apertura, se fotografía la exposición barcelonesa para el catálogo y comienza hablando de su familia, al hilo de otra entrevista que este periodista le hizo para esta misma su hermano, el compositor Alberto Iglesias, en la que este evocaba su infancia en San Sebastián, en una familia relativamente convencional con un padre químico y empresario, que sin embargo engendró cuatro hijos con profesiones creativas (Pepelu y Lourdes Iglesias son, respectivamente, cineasta y escritora). “Había un caldo de cultivo creativo que nos animó a pensar, a hilo de otra cabecera a compartir lecturas, películas y amigos”, recuerda ahora Cristina. Ella misma empezó los estudios de Químicas, pero pronto dio un volantazo hacia el arte: “En esa época de la vida las cosas suelen ser muy confusas, salvo que tengas una vocación increíblemente clara. Y a mí me atraían muchas cosas. En realidad, nunca quise ser química, pero sí me interesaban la ciencia y la investigación, mientras me formaba en arte de manera autodidacta. Mi padre me decía: puedes hacerlo todo. Y yo me reía”.
| Fundido en bronce, en blanco y negro. Imagen de la obra Forgotten Streams (2017), ubicada en la sede de Bloomberg en Londres. |
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