lunes, 30 de junio de 2025

XXXII BIENAL PONTEVEDRA

 

Bienal de Arte | Pontevedra

Pontevedra vuelve a situarse en el centro del arte contemporáneo internacional con el regreso de la XXXII Bienal de Arte, que tendrá lugar del 21 de junio al 30 de septiembre de 2025. Una cita que promete cuatro meses cargados de cultura, creatividad e innovación, con la participación de más de 50 artistas nacionales e internacionales.

Un regreso esperado: la Bienal vuelve tras 15 años

La Bienal de Arte de Pontevedra vuelve después de quince años, recuperando un evento que busca convertir la ciudad en un referente cultural a nivel nacional e internacional. Bajo el lema «Volver a ser humanos… Ante a dor dos demais», esta edición combinará exposiciones, conferencias, mesas redondas, performances y espectáculos, todos ellos pensados para integrar a toda la ciudad en la experiencia artística.

Arte para todos: espacios y programación

El evento se desarrollará en espacios emblemáticos de la ciudad como el edificio Castelao, el Pazo da Cultura, el convento de Santa Clara, la facultad de Belas Artes o A Illa das Esculturas. Además, como novedad, la Bienal se extenderá a otros ayuntamientos de la provincia, expandiendo el alcance cultural y fomentando el intercambio artístico.

El público podrá disfrutar de un completo programa de:

  • Exposiciones de arte contemporáneo
  • Mesas redondas y conferencias
  • Performances y espectáculos en fachadas históricas
  • Ciclos de cine relacionados con el arte y la cultura

Puedes consultar más información en la web oficial del Concello de Pontevedra y del Museo de Pontevedra.

Artistas internacionales y referentes nacionales confirmados

Entre los artistas destacados para esta edición se encuentra la reconocida artista palestina Raida Adon. Formada en la Academia Bezalel de Artes y Diseño de Jerusalén, es conocida por su trabajo en videoarte y su participación como actriz en la serie de Netflix ‘Fauda’. Fue la primera mujer en presentar una exposición individual en el Museo de Israel.

Junto a ella, participarán artistas de gran renombre como:

  • Francesc Torres (España)
  • Farida El-Gazzar (Egipto)
  • Patrice Warrener (Francia)
  • Marina Núñez (España), conocida por sus obras que exploran la hibridación entre lo humano y lo tecnológico
  • Manuel Casimiro (Portugal), pintor y escultor con exposiciones en Estados Unidos, China y Europa

Una ciudad volcada en el arte

La recuperación de la Bienal busca no solo mostrar arte, sino integrar la ciudad y a sus vecinos en una experiencia cultural viva y participativa. La programación acercará el arte contemporáneo a todos los públicos, convirtiendo calles y plazas en escenarios de creatividad.

Resumen del evento bienal de arte de Pontevedra

  • Fechas: 21 de junio al 30 de septiembre de 2025
  • Ubicación: Pontevedra ciudad (edificio Castelao, Pazo da Cultura, convento de Santa Clara, facultad de Belas Artes, Illa das Esculturas) .Municipios de la provincia de Pontevedra (novedad este año)
  • Horario: Según programación de cada actividad (consultar en la web oficial)
  • Entrada: Gratuita
  • Más info: Web Concello de Pontevedra



EXPOSICIONES EN EL VERANO DE MADRID

 

De Salvador Dalí a Georgia O'Keeffe: la exposición de arte que visitar en verano en Madrid


Hasta finales de septiembre de 2025, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una muestra, con obras de artistas históricos y contemporáneos, que invita a reflexionar sobre el presente y las distintas formas de habitar el mundo.


Con la llegada del verano, las instituciones culturales de Madrid lanzan propuestas frescas e inspiradoras para afrontar los meses de calor. Una de las más sugerentes es Terrafilia. Más allá de lo humano en las colecciones Thyssen-Bornemisza, la nueva exposición que visitar en Madrid, del 1 de julio al 28 de septiembre de 2025.

Emplazada en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, y organizada en colaboración con TBA21–Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, esta muestra promete ser una de las más visitadas de la temporada, pues vincula multitud de obras artísticas con el contexto histórico actual.


Lirio blanco nº7,1957, Georgia O’Keeffe.

En un momento global marcado por la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y las crecientes desigualdades sociales, Terrafilia plantea una respuesta desde el arte, una invitación a imaginar formas transformadoras de estar en el mundo. La muestra reúne cerca de un centenar de obras que abarcan cinco siglos de creación artística, procedentes de las colecciones Thyssen-Bornemisza, Carmen Thyssen-Bornemisza y TBA21.

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sábado, 21 de junio de 2025

DESDE EL TALLER

 

Paco Leiro: «Busco agradar al público y también el éxito»

El escultor cambadés conversa con FARO desde el taller donde crea sus obras


El ‘Territorio de Artista’ de Paco Leiro en Cambados es testigo de la trayectoria del que tal vez sea el escultor vivo más relevante de España. Antes era una finca donde sus bisabuelos, primero, y su abuela y su madre, después, plantaban maíz y tenían viñas. «Cuando tenía 18 años, en 1975, les pedí permiso para hacer aquí mi estudio y construí una pequeña cabaña de madera y uralita en la esquina trasera; mi abuela la llamaba el chalet», relata mientras nos muestra las dos amplias naves que han sido su taller en diferentes etapas de sus ya 50 años de carrera artística. En la planta superior está la vivienda, que también sufrió ampliaciones a medida que iba necesitando más espacio. 

Durante el recorrido por el jardín, el almacén, su actual taller y una galería en una planta superior vamos descubriendo piezas escultóricas de madera, piedra y alguna de metal que reflejan el mundo creativo del artista desde que comenzó a serlo. «Cuando me aburro de la madera, trabajo en piedra o modelo en barro para hacer piezas en bronce, las menos».

«Esta es la última pieza que hice aquí», explica en la estancia que fue su estudio desde 1982 hasta que se le quedó pequeña. «Se llama ‘El décimo tercer trabajo de Hércules’, quien tuvo 12, pero éste me lo inventé yo». Es una escultura de más de cinco metros de altura hecha en un enorme tronco de castaño con una parte superior ensamblada. Representa a una figura humana portando un sofá con piernas y es una de las obras de su serie de seres mitológicos, como también lo es ‘El Tritón’, rebautizado por los vigueses como ‘El Sireno’ de la Porta do Sol, el David sentado en una sandalia gigante con gesto de frustración tras el atentado contra las Torres Gemelas, un centauro con apariencia de ratón o una Venus sobre una colchoneta de playa ante una bandeja de sushi comiéndose una almeja gigante. «Son interpretaciones irónicas que hago de la mitología, a la que trato de desacralizar», dice. Una de esas obras representa a un ser yacente con un hierro clavado en el pecho, que puede recordar a un Cristo o a una momia egipcia, salvo al ver que posee tres cabezas y que sujeta en sus manos un martillo y un puntero, símbolos de la masonería.


GUGGENHEIM BILBAO

 

Helen Frankenthaler y las pintoras del expresionismo abstracto


La muestra que el Guggenheim Bilbao dedica a la artista norteamericana es una buena ocasión para revisar su obra, pero también la de otras expresionistas, relegadas a la segunda fila por su condición de mujeres





En 1950 la prensa los bautizó como “los irascibles”. Eran dieciocho jóvenes pintores con talleres en la bohemia parte baja de Manhattan, que mandaron al Metropolitan Art Museum una airada carta de protesta. Acusaban al museo de rancio por su elección de artistas americanos emergentes para una exposición. Obviamente, ninguno de ellos había sido seleccionado. 

El 15 de enero de 1951 la revista Life publicó un artículo titulado Los irascibles , ilustrado con una hoy legendaria fotografía de Nina Leen. En ella posaban –con cara de pocos amigos, haciendo honor al mote– quince de los firmantes de la carta. Estaba la plana mayor del expresionismo abstracto neoyorquino: Pollock, Rothko, De Kooning, Still, Motherwell, Newman, Baziotes, Gottlieb… Solo faltaban algunos pesos pesados como Gorky y Kline. Entre los retratados había solo una mujer: Hedda Sterne, una pintora hoy bastante olvidada.

Al año siguiente, se llevó a cabo una exposición colectiva muy relevante para el movimiento, la llamada 9th Street Art Exhibition, comisariada por un joven Leo Castelli. De los 72 artistas –entre los que estaban el padre de Robert de Niro y el español Estaban Vicente– solo once era mujeres, entre ellas Helen Frankenthaler, Lee Krasner, Elaine de Kooning, Joan Mitchell, Grace Hartigan y Perle Fine. Faltaban Mary Abbott y Ethel Scwabacher.

Es posible que los nombres de la mayoría de ellas no les suenen, porque los titulares y las cotizaciones al alza los acaparaban sus colegas masculinos como Pollock y Rothko. No puede decirse que las pintoras estuvieran arrinconadas, porque entre 1950 y 1951, las tres más destacadas –Frankenthaler, Krasner y Mitchell– tuvieron exposiciones individuales en galerías de la ciudad Sin embargo, ocupaban un segundo plano con respecto a sus compañeros varones y tardaron muchos más años que estos en tener exposiciones individuales en museos de primer nivel. En los años cincuenta planeaba en el mundillo artístico una misoginia que se prolongó durante años y que Siri Hustvedt retrata con agudeza en su novela El mundo deslumbrante, ambientada en los años ochenta.

El epítome del expresionismo abstracto era Jackson Pollock, con sus turbulentos demonios etílicos y la masculina fiereza de su trazo; el término Action painting , como se bautizó su técnica, rezuma testosterona. Los prejuicios de la época jugaban en contra de las artistas: en aquel entonces adjetivar su pintura como femenina no era precisamente un piropo, sino un modo de decir que no poseía el ímpetu y la tensión dramática de las creaciones de sus colegas varones. El alemán Hans Hoffmann, maestro de muchos de los expresionistas abstractos, llegó a comentar sobre un cuadro de su alumna Lee Krasner que “esto es tan bueno que nunca dirías que lo ha pintado una mujer”. 

Sin embargo, la pincelada vigorosa y visceral de Krasner o Joan Mitchell no puede reducirse a clichés de género. Tampoco la de Elaine de Kooning en su etapa más próxima a la abstracción, la de la serie de los toros. Después dio un giro a su carrera y se convirtió en una retratista tan apreciada que pintó por encargo de la Casa Blanca el retrato oficial de Kennedy un año antes de su asesinato.

Joan Mitchell, que a partir de 1959 abandonó Nueva York y se instaló en París, desarrolló un estilo inconfundible basado en feroces pinceladas con colores muy intensos. Podría recordar a De Kooning, pero hay varias diferencias sustanciales, la más relevante de las cuales es el uso del espacio negativo, es decir las partes del lienzo que deja sin pintar. Frente a la tendencia a empastar todo el lienzo con gruesas capas de pintura de De Kooning o Pollock, ella deja que respire, lo cual la podría emparentar con Kline, pero su trazo y sobre todo su uso del color la aleja por completo de él.

A Lee Krasner le costó quitarse de encima el calificativo de “mujer de Jackson Pollock”, para reivindicarse como pintora por derecho propio. Es cierto que en algunas de sus obras puede verse la influencia de la titánica personalidad de él, pero, cuando lo conoció, ella ya había desarrollado su estilo. Y la evolución de su carrera tras la muerte de él –en accidente automovilístico, acompañado por su amante, que sobrevivió– deja clara su poderosa voz autónoma. De entre sus lienzos destacan aquellos en los que crea vibrantes ritmos internos a través de trazos circulares, con una paleta cromáticamente restringida.

Pese a vivir en un entorno bohemio, las convenciones sociales de la época hicieron que algunas de estas artistas
ralentizaran sus carreras para dedicar sus esfuerzos a gestionar y promocionar la obra de sus parejas. Lee Krasner se volcó en apoyar al alcohólico Jackson Pollock y Elaine de Kooning a de Willem de Kooning tras su reconciliación. Quizá no esté de más apuntar que no crecieron a la sombra de sus célebres maridos, porque cuando los conocieron sus carreras ya estaban plenamente desarrolladas.

A Helen Frankenthaler la introdujo en los círculos del expresionismo abstracto Clement Greenberg, con el que mantuvo una relación amorosa durante cinco años, antes de casarse con Robert Motherwell. Fue a través de Greenberg que descubrió la obra de Pollock, en una exposición de 1950 en la Galería Betty Parsons (otra figura femenina muy importante de este periodo). Frankenthaler quedó tan deslumbrada que cambió su modo de pintar. 

Tomó de Pollock la idea de trabajar con la tela en el suelo y el uso de lienzos de grandes dimensiones, pero creó su propia técnica –distinta a la del dripping o pintura por goteo–, bautizada como soak and stain (empapar y manchar). Consistía en diluir el óleo en trementina o queroseno hasta dejarlo muy líquido, para verterlo y extenderlo con una esponja sobre la tela sin imprimar, lo que la hacía más porosa. La aplicó por primera vez en 1952 en la obra The Sea and the Mountains.

Lo que consigue es que el óleo pase a tener una densidad de acuarela, lo que le da una apariencia traslúcida y crea
alrededor de las manchas una suerte de aura. Su estética está emparentada con la de los pintores del color field painting (pintura de campo de color) como Rothko, Clyfford Still, Barnett Newman y Kenneth Noland. Pero en su caso, los colores adquieren un aspecto etéreo y las formas parecen flotar en el espacio. La artista solía partir para sus abstracciones de recuerdos de paisajes, evocando la costa de Provincetown, en Cape Cod, donde pasaba los veranos. Pueden ver una buena selección de su obra en la exposición Helen Frankenthaler: pintura sin reglas en el museo Guggenheim Bilbao, procedente del Palazzo Strozzi florentino.

La artista procedía de una eminente familia del Upper West Side –su padre era juez del Tribunal Supremo– y tuvo una educación privilegiada. Su sofisticación se materializa en la sutileza compositiva de sus telas, que transmiten un lirismo poco habitual en el expresionismo abstracto. Hay una preciosa imagen de ella en su estudio, tomada en 1956 por el gran fotógrafo y cineasta afroamericano Gordon Parks para Life , que la muestra sentada en el suelo y rodeada de sus telas. Es la imagen de una joven glamurosa envuelta en su universo creativo, y resume la esencia de su personalidad y su obra: magnetismo, fuerza contenida, hálito poético.

Helen Frankenthaler: pintura sin reglas. Guggenheim.

Bilbao.www.guggenheim-bilbao.eus. Hasta el 28 de septiembre


RAFAEL ÚBEDA

 


Rafael Úbeda: "No tendría sentido que mi obra permaneciese en un lugar diferente a Galicia"








SALA RECOLETOS (MADRID)

 

Exposiciones en Madrid en la Sala Recoletos de Fundación MAPFRE

Arte para todos: Exposiciones en Madrid





Nuestra sala está emplazada en el palacio de la Duquesa de Medina de las Torres, un relevante ejemplo de la arquitectura nobiliaria madrileña del siglo XIX, ubicado en la continuación del gran eje cultural del Paseo del Arte. Con una superficie expositiva de aproximadamente 1.000 m², abrimos sus puertas en otoño de 2008. Desde entonces, la Sala de Exposiciones en el Paseo de Recoletos, de la Fundación Mapfre alberga importantes exposiciones de arte y fotografía.

Planes en Madrid: Visita la Sala Recoletos de Fundación MAPFRE

La Sala Recoletos de Fundación MAPFRE es el destino perfecto para quienes buscan planes en Madrid. Ubicada en el Paseo de Recoletos, esta sala ofrece una variedad de exposiciones de arte y fotografía que abarcan desde grandes maestros del siglo XIX hasta fotógrafos contemporáneos. Además de las exhibiciones, se organizan conferencias, eventos especiales y programas educativos. Disfruta de un plan cultural enriquecedor en el corazón de la ciudad.

Qué Hacer en Madrid: Explora las Exposiciones de Fundación MAPFRE

Si te preguntas qué hacer en Madrid, una visita a las exposiciones de la Fundación MAPFRE en la Sala de Exposiciones Paseo de Recoletos es una excelente opción. Este espacio cultural presenta una programación diversa que incluye programación diversa (pintura, escultura, fotografía), desde los grandes maestros de la pintura contemporánea hasta fotógrafos actuales de renombre internacional. Con su ubicación céntrica y fácil acceso, la Sala Recoletos es el lugar ideal para sumergirte en el arte y la cultura madrileña.

Artistas que encontrarás en nuestras exposiciones de arte

La programación de la Sala Recoletos abarca los grandes maestros de la pintura y escultura de la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, así como nombres clásicos y contemporáneos de la fotografía. Además, ofrece programas educativos, conferencias y eventos especiales que enriquecen la experiencia del público. Con su compromiso con la excelencia y la diversidad cultural, la Sala Recoletos se erige como un faro de ocio y cultura en Madrid, justo en el corazón de la ciudad.


JOSÉ GUERRERO





                                            
                                                 FELIPE ROMERO








GUSTAVO TORNER

 


100 años de Torner, el artista moderno que se convirtió en un clásico

Por Paloma Primo de Rivera García-Lomas


        El  próximo 13 de julio, Gustavo Torner (Cuenca, 1925) soplará las velas de cumpleaños por su siglo de vida. Trece también son las obras presentadas en la exposición Torner, Centenario en la Academia (obra 1977-2008), comisariada por Arturo Sagastibelza. Una pequeña muestra que supone un brindis a la abstracción y a la figura del artista conquense.

Es esta una ocasión perfecta durante estos meses de verano para volver a visitar -o descubrir- el Museo de la Real Academia, una joya en el circuito artístico madrileño. Pero sobre todo, es una ocasión para entender cómo un artista rabiosamente moderno, se ha convertido en un clásico.

Se presentan destacadas obras en pintura de gran formato de la etapa de madurez del artista (1977-2008), procedentes de colecciones privadas en su mayoría, e inéditas algunas. Se incluye la obra Quevedo en Roma (1996) que regaló el artista a la Real Academia, en su ingreso en la Institución (por cierto, donde ocupa el sillón por escultura). Variadas formal y conceptualmente -rasgo característico de la obra de Torner- con diferentes técnicas, recursos y procedimientos. Obras con poderosa presencia física e impacto visual. El propio comisario insiste en que en esta exposición no ha querido incorporar paneles explicativos para que el visitante pueda disfrutar de “la vitalidad de la pintura”.

Torner es una de las figuras claves del arte contemporáneo en nuestro país, en la forma, en el fondo y en la acción. Ingeniero de montes de formación, también fue autodidacta en lo que al arte se refiere. Maestro de la abstracción, sus comienzos artísticos nacieron gracias al dominio extraordinario del dibujo. Artista entregado, culto, amable y exquisito. Pintor, escultor, grabador, diseñador, museógrafo y asesor artístico. Académico y Medalla de oro a las Bellas Artes entre otras distinciones. “El que no hace más que una sola cosa, no es artista. Todo es un juego de relaciones”, dice. Fluye por todas las disciplinas como vasos comunicantes, como un artista del Renacimiento en el siglo XXI.


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