domingo, 10 de noviembre de 2024

VIGO

 

Puri del Palacio expone en Vigo “A mi manera”, entre el detalle y la imaginación creativa

Puri del Palacio, en el Espacio Beny, donde expone la muestra “A mi manera”.



La artista expone “A mi manera", una selección de obra que estará en el Espacio Beny hasta el día 10

“Me gustan las uvas, me obsesionan. Las pinto colgando desde distintos puntos de vista”. En las obras de Puri del Palacio, los racimos ocupan todo el lienzo. Son protagonistas de la pintura, mostrando los brillos, la incidencia de la luz, la profundidad. 

La obra tiene dos miradas, se puede ver de lejos, que es más realista, la que parece más verdad, o se puede ver de cerca, es es más realista, la que parece más verdad, o se puede ver de cerca, es cuando más nos pegamos al lienzo, cuando mejor podemos apreciar la materia superpuesta, las pinceladas, los efectos pictóricos”. La artista explica que tuvo que seleccionar obra pequeña para adaptarse al espacio, que a ella le gusta más trabajar en gran formato, que en su casa almacena cuadros de grandes dimensiones, que son los que mejor la identifican como artista. Sin embargo, el tamaño es algo más que unas dimensiones y la fuerza con la que dota a las figuras y formas otorgan grandiosidad a su producción que en ningún caso se ve pequeña.

“Me inspira la belleza de los detalles, reproduzco desde una visión minuciosa de las hojas hasta la realidad de los bodegones”. Naturaleza viva y naturaleza muerta conviven en la sala, desde plantas, uvas, botellas a copas, donde también hay espacio para sus “clásicas”.  Reinterpreta figuras de cuadros famosos, “Las Meninas” de Velázquez, “La lechera”, de Werner o “Giovanna Tornabuoni” de Domenico Ghirlandaio.

“Repito muchas veces el mismo motivo, lo que me inspira, combino colores, texturas, me gusta jugar”. Del Palacio también es diseñadora y cree que en parte por deformación profesional, hace composiciones con sus cuadros, intercalando reproducciones con superficies lisas, materiales con superficies intervenidas y elementos destacados con esmalte o color oro. Superpone lienzos, expande la pintura fuera del marco o yuxtapone piezas, marcando sus propias reglas del juego.

Con esa curiosidad del artista se atreve con “La Creación” de Miguel Ángel. Reproduce con las dos manos, ese momento previo al toque de un dedo sobre el otro, reconduciendo su estética en tonos rosas, aunque manteniendo todo su poder.

na escena de playa, “El cangrejo y el niño” y dos autorretratos completan la selección de la muestra que permanecerá en el Espacio Beny, en Doutor Cadaval, 27, hasta el día 10. En horario de visita de 17 a 20 horas.

Acude a palabras de Delacroix para definir el objetivo de su pintura: “Tiene que ser una fiesta para la vista”. Lo cierto es que sus cuadros capta la atención nada más entrar en la sala.

Con obras en distintas colecciones como Afundación, el Museo Quiñones de León o los fondos del Parlamento de Galicia, donde retrató a Dolores Villarino durante su presidencia, esta es la primera exposición individual que hace desde 2019, en que inauguró “O esquecemento” en la Casa das Artes. 

“En esta selección echo de menos los desnudos, no los pude traer a esta exposición; es algo que he pintado mucho toda mi vida, el cuerpo es lo más humano que tenemos”.

(ATLÄNTICO)

MADRID. FUNDACIÓN MAPFRE

 


Las 31 mujeres de Peggy Guggenheim en Madrid

Leonora Carrington Los caballos de lord Candlestick, 1938 Óleo sobre lienzo 35,5 ×46 cm The 31 Women Collection © 2024 Estate of Leonora Carrington / VEGAP © 2022-2024 JPS Artworks LLC



Jenna Segal es la sombra (y dueña) que anda detrás de la muestra '31 mujeres. Una exposición de Peggy Guggenheim'. En la Sala Recoletos de la Fundación MAPFRE hasta el 5 de enero.

Ya se han escrito un puñado de líneas sobre esas treinta y una artistas que deambularon, allá por el año 1943, por la galería de arte que Peggy Guggenheim tenía en Nueva York. La buena de Peggy encamó obras de esas mujeres en una exposición, ya mítica, a la que tituló 'Exhibition by 31 Women'. Es la que la Fundación MAPFRE ha traído a Madrid hasta el próximo cinco de enero.

Jenna Segal

Se llama '31 mujeres. Una exposición de Peggy Guggenheim'... ¿Qué esperaban? La buena de Peggy reunió en 'Art of This Century' (su galería) a un puñado de creadoras entretejidas en una madeja surrealista, abstracta, o no, porque Djuna Barnes, la gran Djuna Barnes, era escritora (imprescindible su libro 'El bosque de la noche', ahí queda), pero al ser colega de la buena de Peggy pues pintó algunos cuadros y blablablá.

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REAS ACADEMIA BELLAS ARTES SAN FERNANDO

 


GOYA X LITA CABELLUT

LOS DISPARATES

Inspirada en los Disparates de Goya, la artista multidisciplinar Lita Cabellut presenta esta exposición en la que se muestran las miradas de ambos artistas sobre la condición humana, expresados a través de lenguajes artísticos diferentes.

En Goya x Lita CabellutLos Disparates. “Mísera humanidad, la culpa es tuya”, los Disparates de Goya y las piezas de Cabellut, meticulosamente dispuestos, lejos de ser una simple exhibición visual, se presentan como una inmersión intelectual que desafía al observador a explorar las sinergias subyacentes, históricas y culturales entre los trabajos de estos dos artistas, estimulando así una apreciación más profunda y participativa de la riqueza conceptual que emana de este diálogo artístico.

Este encuentro con Goya ha llevado a Lita Cabellut, desde la humildad, a entender que las preocupaciones y las inclinaciones conceptuales, estéticas y emocionales del maestro aragonés siempre estuvieron presentes en su obra desde sus inicios. Esta amalgama de pensamientos y formas visuales se presenta como una travesía, donde se desentraña la esencia de la creación artística y se abraza la complejidad inherente a la comprensión estética.

La intrincada sinfonía dialéctica entre dos creadores de distintas épocas resalta la complejidad del proceso intelectual que subyace en la interpretación de sus obras. La confluencia conceptual y artística entre estas dos expresiones es un terreno fértil para la indagación profunda de la esencia de la exposición, cuya elaboración implica la convergencia de ambos pensamientos arbitrarios y la síntesis de códigos no tan evidentes, desafiando así la capacidad cognitiva del espectador, pero al mismo tiempo con un estímulo sensitivo evidente.

En palabras del comisario de la exposición, Eloy Martínez de la Pera: “Dos miradas que analizan el alma del ser humano. Diálogos entre Goya y Cabellut. Ellos nos hablan de miedo, de envidia, de amistad, de amor, de violencia, de ideología, de política, del caos, de la vejez, de ambición, de poder, de lealtad. Y lo hacen arrojando luz sobre estos conceptos. Una luz metafórica que nos acompaña a adentrarnos en la condición humana, y una luz plástica esencial para entender su forma de ‘entender’ el arte.”

Lita Cabellut (1961, España) es una artista de campo amplio que vive y trabaja en los Países Bajos, donde fue reconocida Artista del Año 2021. Su condición de artista en plenitud hace que su actividad artística se desarrolle en múltiples disciplinas. Es reconocida por ser la tercera artista española más cotizada y sus trabajos han sido expuestos en numerosos museos alrededor del mundo.




Exposición
30 de octubre de 2024 - 26 de enero de 2025
  • Horario:
  • Martes a sábado de 11:00 a 20:00 h.
  • Domingos y festivos de 10:00 a 15:00 h.
  • Cerrado: lunes; 9 de noviembre; 24, 25 y 31 de diciembre; 1 y 6 de enero
  • Entrada general exposición temporal (incluye Gabinete Goya): 6 euros
  • La entrada a la exposición temporal solo contempla las siguientes gratuidades:
    • Académicos y empleados de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
    • Personal de instituciones o empresas colaboradoras
    • Menores de 12 años
    • Periodistas
    • Miembros ICOM e IAC
    • Guías de grupos a partir de la segunda visita con grupos
  • Visitas guiadas (máximo 15 personas):
    • Visita general, previa inscripción en el mostrador de la Sala de exposiciones temporales. Martes y miércoles a las 11.30h, miércoles a las 17.30h
    • 26 y 27 de diciembre, 2 y 3 de enero, visita guiada general a las 11:30h.
    • Grupos: imprescindible solicitud previa visitas@rabasf.com
    • Los guías voluntarios harán visitas a grupos los jueves y viernes a las 11:00h

MADRID

 

Del 23 de octubre al 12 de enero

La nueva exposición gratis en Madrid que no te puedes perder sobre Matisse: su faceta más desconocida y un cuadro confiscado por los nazis

Descubre una faceta inédita de uno de los grandes artistas del siglo XX. Durante los próximos meses, los visitantes podrán explorar un aspecto sorprendente de su obra que ha permanecido en la sombra


La Fundación Canal inaugura la exposición 'Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujos'. (EFE/Blanca Millez)
                            
Una nueva exposición en Madrid ha capturado la atención de los amantes del arte al revelar una faceta menos conocida de uno de los grandes maestros del siglo XX. Durante las próximas semanas, los visitantes podrán explorar una serie de obras que muestran una habilidad distinta del célebre pintor, quien destaca en esta ocasión por un arte tridimensional que sorprende por su fuerza expresiva.

La Fundación Canal ha inaugurado la muestra Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujosuna exposición que gira en torno a la producción escultórica de Henri Matisse. Aunque conocido principalmente por sus vibrantes pinturas, esta exposición arroja luz sobre sus esculturas, una parte menos conocida pero crucial de su legado artístico. Con 33 esculturas de pequeño formato, junto con dibujos y litografías, la muestra permite al público adentrarse en el proceso creativo del maestro francés.

Las esculturas expuestas, de entre 8 y 30 centímetros, destacan por su capacidad para transmitir tanto la fuerza como la fragilidad humana. La comisaria Popy Venzal ha explicado que estas piezas reflejan el interés del artista por el cuerpo femenino, que modelaba dejando visibles las huellas de sus herramientas, creando así una conexión íntima entre el proceso y el resultado final. Este detalle es uno de los aspectos más fascinantes de la exposición, ya que permite al espectador ver cómo Matisse experimentaba con las formas y las texturas.

 

Esta muestra está organizada en colaboración con el Musée Matisse de Niza y la Kunsthaus Zürich, lo que le otorga un carácter internacional. La exposición no solo incluye esculturas, sino también dibujos, litografías y un lienzo que fue confiscado durante la Segunda Guerra Mundial por los nazis, aportando un contexto histórico a la obra del artista. Este lienzo, titulado Rama de hiedra, fue devuelto a su propietario original tras el conflicto, y su presencia añade una capa de significado a la colección presentada en Madrid.

La muestra se organiza en cinco secciones, cada una dedicada a un tipo de figura femenina que el artista representó repetidamente a lo largo de su carrera. Figuras agachadas, reclinadas o con los brazos levantados componen gran parte de las obras, y a través de ellas se puede apreciar el desarrollo creativo de Matisse, quien exploraba constantemente la tensión entre lo académico y lo abstracto.

Horarios y detalles de la exposición

La entrada a la exposición Matisse Metamorfosis es completamente gratuita, lo que la convierte en una oportunidad única para descubrir una nueva faceta del famoso pintor francés. Los interesados podrán visitarla desde este miércoles, 23 de octubre, hasta el 12 de enero de 2025 en la Sala Mateo Inurria 2 de la Fundación Canal. El horario de visita es de 11:00 a 20:00 horas todos los días, a excepción de los miércoles, cuando la sala cierra a las 15:00 horas. Esta es una ocasión imperdible para quienes buscan una inmersión en el proceso creativo de uno de los artistas más influyentes del siglo XX.
(EL CONFIDENCIAL)


HASTA EL 12 DE ENERO

BARCELONA

 


Miró y Matisse, los dos salvajes que asesinaron la pintura moderna

Aunque sorprenda el paralelismo entre dos artistas tan diferentes, la Fundación Miró de Barcelona presenta un apasionante cara a cara entre el pintor insignia del 'fauvismo' y el español que fue más allá del surrealismo


'Colliure en agosto'(1911), de Henri Matisse, y 'Cambrils, la playa' (1917), de Joan Miró, el díptico que abre 'MiróMatisse'.

Uno quiso asesinar la pintura. Otro superarla de forma salvaje. Esa actitud, ese gesto, une a dos artistas que, a priori, no tienen nada que ver: Joan Miró y Henri Matisse. Miró solo tenía 11 años cuando Matisse triunfaba en el Salón de Otoño de París y se ganaba el apelativo de fiera, de bestia salvaje (fauve en francés): en 1905 presentó junto a su colega André Derain unos cuadros absolutamente incendiados, de colores imposibles que no se correspondían con la realidad. El crítico de arte Louis Vauxcelles quedó escandalizado y escribió en su artículo Donatello parmi les fauves (Donatello entre fieras) cómo dos estatuas de mármol, clásicas, se exponían «en medio de la orgía de tonos puros». Sin quererlo había inventado el Fauvismo y coronado a Matisse y Derain como los salvajes de la pintura moderna.


Pero el joven Miró quería ser aún más salvaje que Matisse, tal y como escribió en su cuaderno: «Que estas telas tengan un espíritu fauve, pero dentro de la poesía, que recuerden en cierta manera las buenas telas de Matisse, pero sobrepasándolas y más furiosamente fauves».

La insólita exposición MiróMatisse. Más allá de las imágenes, que se inaugura el jueves en la Fundación Miró de Barcelona patrocinada por el BBVA, enfrenta a dos grandes pintores que marcaron el siglo XX. «A primera vista, el acercamiento entre estos dos artistas puede resultar sorprendente», admite Rémi Labrusse, comisario de la muestra, que se estrenó en verano en el Musée Matisse de Niza. Y fue todo un éxito. «No es una exposición sobre las influencias de un artista sobre otro. No hay un maestro y un discípulo, ni ninguno imita al otro», advierte Labrusse.

Ambos pertenecían a generaciones diferentes (Matisse le sacaba 23 años a Miró) y se les suele asociar a distintos círculos: el fauvismo en el caso de Matisse y el surrealismo en el de Miró, aunque los dos fueron más allá de etiquetas y movimientos. «El concepto central de su obra es la deconstrucción. Critican la tradición académica y la deconstruyen para después volver a empezar. Queremos superar los estereotipos sobre Matisse, pintor de la felicidad de vivir, o sobre Miró, pintor del color de los sueños», explica Labrusse.

¿Cuál fue la relación entre Miró y Matisse? De admiración y estímulo por partida doble: cuando Matisse tuvo un bloqueo a finales de los años 20, que le llevó a recorrer Estados Unidos y Tahití, recurrió a la energía del joven español para volver a pintar; cuando Miró dudaba también miraba hacia la elegante disolución de formas del francés. Fue el hijo menor de Matisse, Pierre, quien les presentó en 1934, el año en que se convirtió en el marchante de Miró en Estados Unidos, donde intercedió para que pudiera exponer en los más importantes museos y galerías. Desde ese primer encuentro y hasta la muerte de Matisse en 1954, los dos se escribirían a lo largo de dos décadas divertidas postales, algunas de las cuales se muestran en la exposición. Una exposición que empieza en la playa.

Matisse pinta la costa de Colliure, pueblo a tan solo 20 kilómetros de la frontera con España, y Miró la de Cambrils, en Tarragona. Ni el estilo ni los colores ni la composición se parecen, hasta las pinceladas del cielo van a la contra (Miró usa muchas en tonos pastel, Matisse es más fluido, más sintético). Pero entre esos dos óleos hay una vibración especial, como si fuesen un díptico de la joie de vivre mediterránea. Lo mismo sucede con los dos bodegones enfrentados: tan distintos, tan parecidos. Y, a la derecha, toda una galería de paisajes fauvistas de Miró que podría firmar el propio Matisse. «Es poco frecuenteque las obras se parezcan. Y cuando se da el caso, se trata de piezas que se aproximan, como estas dos naturalezas muertas, aunque ninguno tenía ni idea de lo que hacía el otro», señala Labrusse.

En la segunda sala, Matisse está a un lado y Miró al otro, como retándose, observándose en la distancia. Al bajar una rampa, Matisse despliega un bosque poblado por odaliscas y ninfas de aspecto inacabado, modernísimas, mientras Miró hunde las raíces de su obra en la tierra. La sala está dominada por el magno Ninfa en el bosque, un lienzo de más de 2,5 metros -que presta el Musée d'Orsay de París-, cual telón teatral, en el que las ramas curvas del árbol remiten a la pose de las odaliscas que, recostadas, apoyan su rostro sobre su brazo indolente. Una belleza etérea, sutil, que se contrapone a un Miró telúrico en dos tableros de madera pintados al óleo pero también con alquitrán y arena. Aquí Miró ya había decidido asesinar la pintura: «Quise eliminar de raíz todo un arte caduco, la vieja concepción de la pintura, para que renaciera otra más pura y auténtica. Se trataba pues de un crimen positivo».

En otra sala, Miró y Matisse vuelven a enfrentarse de pared a pared con un mosaico de ilustraciones, aunque de lejos parecen pequeños lienzos a todo color). Pero esta vez se diría que las constelaciones mironianas se fusionan con las vibraciones jazzísticas de Matisse. «El desafío de la exposición era mostrar obras que no se parecen pero que dan la sensación al visitante de estar en comunicación, de que hay coincidencias sobre un fondo de energía compartida», señala Labrusse.


Los paralelismos siguen, con juegos en cada esquina, murales monumentales, proyectos de vidrieras... Pero hay un momento en que el visitante debe detenerse, algo desconcertado. La culpa es del azul.

El guante blanco (1925) de Miró nunca había tenido tanta fuerza. Solo, parece un simple guante (como los que lleva Mickey Mouse) flotando en un azul grisáceo con otros símbolos mironianos. Pero al colocarlo junto a Vista de Notre-Dame (1914), que cede el MoMAde Nueva York, el impacto es brutal. Al principio incluso cuesta reconocer la catedral parisina, que Matisse reduce a líneas de fuga. «Algunas salas te obligan a sentarte para aguantar el choque visceral de la yuxtaposición de obras», sonríe Marko Daniel, director de la Fundación Miró. El azul lo inunda todo, casi desborda los marcos, anula toda imagen. Como si Matisse y Miró hubiesen querido asesinar el azul solo para volver a crearlo.


(EL MUNDO)




EN VARIAS CIUDADES DE ESPAÑA

 


Cinco exposiciones imprescindibles para ver antes de que termine el año

La agenda cultural y expositiva de España está viviendo un otoño portentoso con muestras de primer nivel, principalmente en Madrid, pero también en otras ciudades del territorio nacional



martes, 29 de octubre de 2024

SIEMPRE SOROLLA

 

Así es la exposición ‘Sorolla, cien años de modernidad’



El coqueto Museo Sorolla, en el Paseo del General Martínez Campos, está cerrado por renovaciones. La que fuera la casa del pintor valenciano va a sufrir una transformación, va a ampliarse, así que nos hemos quedado un poco huérfanos de este pintor mediterráneo. Hasta ahora, porque en la imponente Galería de las Colecciones Reales vamos a poder disfrutar de una exposición que ha abierto sus puertas este mes de octubre: Sorolla, cien años de modernidad. Toca celebrar a uno de nuestros mejores artistas de todos los tiempos. Quien retrató la luz del Mediterráneo como nadie. Sacamos entradas, nos vamos a la exposición.

El bote blanco. Jávea, 1905, Colección particular. (Foto: Archivo BPS)

A 3154Chicos en la playa, 1909, Museo Nacional del Prado. (Foto: Archivo Museo Nacional del Prado)

Con esta exposición se cierra esta magnífica celebración por los cien años de Joaquín Sorolla. Una muestra que abre sus puertas ahora en este mes de octubre y que finalizará en febrero del año que viene, por lo que es una gran cita cultural para disfrutar en otoño e invierno. Se ha realizado gracias a la colaboración de Patrimonio Nacional y Light Art Exhibitions, y les damos las gracias. Podemos seguir disfrutando de Sorolla a pesar del cierre de su museo.