Dos x dos
Andy Warhol y Jackson Pollock coinciden en un museo de Madrid con Picasso y Paul
Picasso y Paul Klee, juntos pero no enfrentados
Exiliado del nazismo en San Francisco, Berggruen se inició en el mercado del arte a su regreso a Europa después de la guerra y abrió una galería en París. Siempre se interesó por las obras de Picasso y Klee, a quienes consideraba como los artistas más importantes del siglo XX. En esta exposición se pueden contemplar sus obras como complementarias, en el sentido de que Picasso es más sensual y excesivo, más mediterráneo, mientras que Klee es más introspectivo y espiritual, aunque ambos estuvieron unidos por un sentido de la experimentación, el interés por los mismos géneros y la transgresión y deformación del cuerpo humano, todo ello de influencia decisiva en el desarrollo del arte contemporáneo. La exposición se organiza en cuatro secciones dedicadas a Retratos y Máscaras, Lugares, Objetos y Arlequines y desnudos, que muestran el respeto de ambos artistas por los géneros tradicionales de la pintura. En la primera se aprecia cómo ambos artistas cambiaron el paradigma del retrato a través de la deformación caricaturesca, como en «Desnudo con paños», «Hombre con clarinete» y «Cabeza de mujer» (Picasso), así como «La señora R. viajando por el sur»y «Dama con lacre» de Pal Klee.
| Porcelana china / Paul Klee |
La sección Lugares recoge el tema del paisaje, fundamental para Picasso en la gestación del cubismo, como en «Naturaleza muerta delante de una ventana». Para Klee fue un tema central, que se enriqueció después de su viaje a Túnez: «Ciudad de ensueño». El apartado Cosas recoge naturalezas muertas a través de las que ambos artistas descompusieron y reconstruyeron la realidad añadiendo periódicos, naipes y otros objetos. Para Klee la esencia de un objeto va más allá de su apariencia exterior.
La fascinación que Picasso sintió por el cuerpo humano queda explícita en la sección dedicada a Arlequines y desnudos: «Dos bañistas», «Arlequín sentado», «Circo». En el circo se inspiro también Klee para pintar «Arlequín en el puente» y «Despertar».
| Naipes, tabaco, botella y vaso / Picasso |
Un acercamiento entre abstracción y figuración
Warhol consideraba a Pollock como el mejor artista del mundo desde que descubrió sus cuadros en 1949. En esta exposición las famosas pinturas de hilos de Warhol dialogan con cuadros de Pollock, como «Bosque encantado». Aquí se pueden ver los principios de la obra de Pollock, alejada de la abstracción que lo caracteriza, así como los de Warhol, asimismo ajenos a su pintura figurativa relacionada con la cultura de masas. Entre lo abstracto y lo figurativo ambos revisan la utilización del espacio a través de la repetición y la serialidad.
| Flores / Andy Warhol |
| Número 27 / Jackson Pollock |
Espacios sin Horizontes reúne ocho pinturas oxidadas de Warhol realizadas con sus fluidos de orina, a las que acompañan dos grandes cuadros de Helen Frankenthaler. En la última de las salas, El espacio como Metafísica, se incluyen obras de Warhol de los años setenta tendentes a la abstracción, en las que no es posible distinguir ninguna figura. En esta sala se ha colocado un banco para que los visitantes se sienten a contemplar con calma tres grandes cuadros de Warhol y Rothko.
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