La primera sala de la exposición gira en torno a los toros. El arte del toreo es una constante en la pintura de Barceló, que trazó sus primeras tauromaquias en los años 80; desde entonces es un universo que ha trabajado «de manera obsesiva y en detalle». A vista de pájaro o como un espectador en el coso, las pinturas de toros de Barceló recogen «pases y momentos que solo el que conoce bien el mundo del toreo puede describir o pintar».
Siguiendo con la exposición, en la segunda sala podrán verse cerámicas con «varios tipos de máscaras y peces; máscaras que parecen a veces el retrato del propio artista». El mar es otro tema ampliamente reflejado en su obra. «Mi día a día se resume en pintar, nadar y leer», declara el artista de Felanitx. Interesado en la vida orgánica y el paso del tiempo, considera la cerámica una «extensión» de su pintura.
Bodegones
En la tercera y última sala podrán verse lienzos y obra sobre papel con «bodegones, flores, y fondos marinos además de cerámicas de todo tipo», donde una vez más, el tema taurino, el marino, los animales, la fauna y la flora se funden. «El artista de hoy es como el pintor prehistórico de la cueva, que pinta por una necesidad imperiosa de transmitir», señalan. Barceló, en el estudio, «no puede dejar de pintar lo que ve y atrapa con su arte el día a día que le rodea, y en el que está inmerso».
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